Marcus Anthony Eriz fue sentenciado este viernes a entre 40 años y cadena perpetua en una prisión estatal por asesinar a Aiden Leos, de 6 años, contra el que disparó en mayo de 2021 mientras el pequeño viajaba sentado en su asiento de seguridad en el asiento trasero del auto de su madre, de camino a la guardería en la autopista 55 del condado de Orange en California.
El joven, de 27 años y de Costa Mesa, había sido declarado culpable en enero por un delito grave de asesinato en segundo grado, otro por disparar contra un vehículo ocupado y dos graves más por descargar un arma de fuego y causar lesiones corporales graves y muerte.
“La profundidad del dolor de una madre que intenta desesperadamente encontrar alguna forma de ayudar a su hijo mientras agoniza es insoportable”, declaró Todd Spitzer, fiscal del distrito del condado de Orange durante la audiencia de condena. “El día en que Aiden fue asesinado, su silla en el auto, destinada a protegerle de los accidentes automovilísticos, no pudo salvarlo de la bala que le atravesó el corazón”.
La familia de Aiden no asistió a la audiencia, mientras que Eriz habló por primera vez al pedir disculpas a los seres queridos del menor: “Siento mucho haber hecho pasar por esto a todo el mundo. Hice daño a todos los que me rodeaban. Soy responsable del dolor y el sufrimiento de todos”.
Alrededor de las 8 am (hora local) del 21 de mayo de 2021, la madre del pequeño, Joanna Cloonan, dio un corte al timón de su auto, cerca de Chapman Avenue, luego de que una conductora de otro vehículo le cerrara el paso.
Luego, en un gesto que los fiscales indicaron que Cloonan pudo haber interpretado como sarcástico, la conductora le hizo una señal de paz. Como respuesta, la madre del niño le mostró el dedo del medio, en un gesto que “lamentaría más allá de lo comprensible”.
Tras alejarse, la Cloonan precisó que escuchó un gran ruido y a su hijo decir “ay”. Poco después se estacionó a un costado de la autopista y sacó al niño del coche, antes de llamar al 911.
Eriz, que iba en el asiento trasero del auto que le cortó el paso, había disparado contra el automóvil de la madre y herido al niño. Aiden sería declarado muerto después en el Hospital Infantil del Condado de Orange.
Por su parte, la conductora del Volkswagen, Wynne Lee, de 26 años, también de Costa Mesa, ha sido acusada de un delito grave de encubrimiento y de un delito menor de llevar un arma de fuego oculta en un vehículo.
La joven se enfrenta a una pena máxima de tres años en la prisión estatal y un año en la cárcel del condado de Orange si es declarada culpable de ambos cargos, mientras está a la espera de juicio y permanece en libertad bajo vigilancia por GPS, tras pagar una fianza de 100,000 dólares en julio de 2021.
Luego del asesinato, la Patrulla de Carreteras de California comenzó una intensa persecución del atacante que se extendió por el sur del estado. Según la policía, Eriz guardó el vehículo en el garaje de un familiar, se afeitó y se empezó a recogerse el pelo. Eriz y Lee fueron arrestados el 6 de junio de ese año.
“Los seres queridos de Aiden nunca volverán a oír sus risas ni a sentir sus abrazos. Marcus Eriz sacó su pistola y disparó contra un auto en marcha porque quería que el mundo supiera de lo que era capaz, y lo que se llevó fue la vida de un niño de 6 años”, agregó Spitzer. “Estoy agradecido de que el juez [Richard] King se diera cuenta de que se trata de un asesino a sangre fría que está más centrado en su vida después de la cárcel que en el pequeño niño cuya vida acabó antes incluso de que empezara”.
Con información de NBC 4