Las tropas rusas han tomado este viernes el control de la planta nuclear de Zaporizhzhia, la mayor de Europa, tras provocar un incendio con su bombardeo. Funcionarios de las Naciones Unidas en Ucrania confirmaron que no se ha liberado radiación en el ataque, y los bomberos lograron extinguir el fuego en la central.
El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU (OIEA), Rafael Mariano Grossi, dijo que un "proyectil" ruso impactó en un centro de entrenamiento, no en los 6 reactores de la planta.
Las tropas rusas bombardearon la central, ubicada en la ciudad de de Enerhodar, dentro de su ofensiva para invadir Ucrania, según informaron las autoridades locales, que agregaron que el personal de la instalación sigue dirigiendo su funcionamiento pese a todo.
En declaraciones a la televisión local, Andriy Tuz , portavoz de la planta, dijo que la unidad que fue atacada estaba siendo renovada pero tenía combustible nuclear en su interior y era inaccesible para los bomberos porque los rusos les estaba disparando.
El ataque recordó la catástrofe nuclear de Chernobyl en 1986, la más peor registrada en el mundo. En un emotivo discurso, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, dijo que temía una explosión que fuera "el fin para todos, el fin para Europa, la evacuación de Europa". Calificó el ataque de "terrorismo nuclear".
La agencia de servicios de emergencia ucraniana dijo en que no hubo víctimas en el incendio.
Por su parte, Estados Unidos aseguró que la central nuclear no registra “niveles elevados de radiación”. La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, indicó en su cuenta de Twitter que el Gobierno no ha apreciado “niveles elevados de radiación cerca de la central". "Los reactores de la planta están protegidos por estructuras de contención robustas y han sido apagados de forma segura”, agregó.
La central nuclear de Zaporiyia es la mayor de Europa en términos de capacidad instalada. Sus seis reactores VVER-1000 tienen una potencia de 1000 MW. El primero se puso en funcionamiento en diciembre de 1984 y el último, en octubre de 1995.
Rusia negó haber atacado la central de Zaporiyia con tanques, artillería y cohetes, y denunció que el incidente en esta instalación fue una “provocación” de un grupo de sabotaje ucraniano.
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El presidente ruso, Vladimir Putin, que ya había agitado el fantasma de la guerra nuclear sobre Europa, intensificó su asalto a su vecino democrático mientras profundizaba en la represión de la disidencia en su país.
En una llamada telefónica, el presidente, Joe Biden, conversó con Zelenskyy sobre el incidente e instó a "Rusia a cesar sus actividades militares en la zona y a permitir que los bomberos y el personal de emergencia accedan al lugar", según la Casa Blanca.
Con información de NBC News y The Associated Press