George Zimmerman mató a un joven negro desarmado. Ahora exige 100 millones de dólares a su familia

Este vendedor de seguros blanco baleó a un escolar en Florida. Su caso provocó una conmoción nacional. Ahora demanda 'justicia'.

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El 26 de febrero de 2012, en una tranquila ciudad de 50,000 habitantes junto a un lago, a 30 millas al norte de Orlando (Florida), George Zimmerman –un vendedor de seguros blanco de 28 años– mató a balazos a un escolar afroamericano de 17 años, Trayvon Martin.

El hombre, que coordinaba un grupo de vigilantes vecinales, alegó defensa propia pese a que el joven no iba armado.

Un jurado le exculpó. El Departamento de Estado, bajo la presidencia del demócrata Barack Obama, renunció a acusarle de un delito de odio racista.

Zimmerman ganó peso (hasta llegar a 300 libras), y se quedó sin empleo y sin hogar, según declaró su hermano. Su caso polarizó a una nación conmocionada de forma regular por casos en los que un blanco mata a un negro y sale libre. El 11 de mayo de 2015, un hombre trató de asesinarle a balazos.

Su vida no ha sido fácil, a tenor de las crónicas periodísticas. Ahora quiere que alguien pague. En concreto, 100 millones de dólares. Y más en concreto, la familia de Martin, el estudiante al que baleó hasta la muerte hace siete años.

En una demanda judicial presentada por un abogado conservador, Zimmerman asegura que el caso en su contra se basó en pruebas falsas, y acusa a la Fiscalía y la familia de la víctima de conspiración y abuso en un procedimiento civil, según informa la cadena NBC.

El abogado de la familia considera que esta demanda es “un intento fallido más de defender los indefendibles, y un intento sin vergüenza de beneficiarse de la vida y la pena de otros”.

Zimmerman se considera, añade, “víctima inocente de una conspiración profunda, aunque no haya evidencia creíble alguna para asegurar algo tan peregrino”. La Fiscalía de Florida aún no ha respondido a la acusación en su contra.                                                                                                                        

"Es una impostora"

El adolescente afroamericano fue asesinado cuando caminaba junto al padre de su novia por una comunidad rodeada por verjas. Zimmerman se lo encontró cuando regresaba de comprar golosinas en una tienda 7-Eleven.

No medió pelea: según la Fiscalía, lo siguió al sospechar de él (porque era negro o porque llevaba capucha), pese a que la policía le dijo que no era necesario. Luego afirmó que le disparó porque le joven se lanzó contra él y le golpeó.

El hombre asegura que el testigo de cargo de la Fiscalía “es una impostora”. Se trata de Rachel Jeantel, entonces de 18 años, que dijo ser la novia del joven asesinado y haber hablado con él por teléfono justo antes del incidente mortal. El abogado de Zimmerman –que ha sufragado películas en las que se afirma que Elvis Presley está vivo– dice ahora que la joven mintió.