Una niña latina fue decapitada después de ser obligada a presenciar como su abuela era acuchillada hasta la muerte y luego abandonada en un cementerio del condado de Madison (Arizona).
Según el departamento del sheriff, la mujer estaba vinculada al cartel mexicano de Sinaloa, que lideró El Chapo Guzmán.
El pasado 2 de junio, Oralia Mendoza, de 49 años, acudió a Norcroos, una pequeña ciudad al noreste de Atlanta (Georgia), a recoger un paquete con nueve onzas de metanfetamina. Viajaban con ella otras tres personas: Leticia García, Yoni Aguilar e Israel Palomino.
Pero algo salió mal: dos días después, Palomino y Aguilar volvieron a recoger a Mendoza, supuestamente para llevarla a un lugar seguro, según informa el diario The Huntsville Times. Con ella se llevaron su nieta, Mariah López, que tiene necesidades especiales.
Los dos hombres condujeron hasta un cementerio en Cave Springs Road, y allí discutieron con Mendoza sobre la operación. La mujer terminó por ser acuchillada por Palomino, según ha declarado Aguilar, que dice que su cómplice le obligó después a asesinar a la única testigo del crimen: la pequeña Mariah. Entre ambos, le cortaron la cabeza.
Un joven encontró los cuerpos días después. Palomino, de 34 años, y Aguilar, de 26, fueron arrestados y se encuentran acusados de dos asesinatos y podrían enfrentarse a la pena de muerte de ser declarados culpables.