“Somos incapaces de discernir si se ha cometido o no un crimen”, ha señalado el departamento de policía de Salisbury (Reino Unido). Pero dos personas están al borde de la muerte. Eso sí, sin ninguna herida aparente.
¿Le parece misterioso? Pues espere: una de las víctimas es un ex espía ruso.
Sergei Skripal, de 66 años, era un militar de la inteligencia rusa que en 2006 fue condenado a 13 años de cárcel por espiar a favor del Reino Unido. Cuatro años después, fue liberado dentro de un intercambio de agentes secretos, a cambio de la libertad de espías rusos arrestados en Estados Unidos, según informa la radiotelevisión pública británica (BBC). Tras su liberación, viajó presuntamente al Reino Unido.
Este lunes ha sido hallado inconsciente en Salisbury, una ciudad de 45.000 habitantes cerca de la costa meridional británica, a 90 millas de la capital, Londres. Junto a él, una mujer de 32 años, también inconsciente, que no ha sido identificada aún públicamente.
Estaban recostados en un banco en un centro comercial, pero no sufrían ninguna herida aparente, según el comunicado policial.
Las dos víctimas están siendo tratadas por su presunta exposición a algún tipo de sustancia desconocida, según la policía; se encuentran hospitalizadas en estado crítico.
Los investigadores tratan de determinar ahora cómo perdieron la conciencia para saber si se ha cometido algún crimen. Por ahora, aseguran que se no trata de un incidente antiterrorista, pero advierten: “Sigan abiertos a cualquier idea”, porque esa afirmación, y probablemente otras, podrían cambiar en el futuro, añaden.
“Había una pareja en un banco, un hombre mayor y una chica más joven. Ella estaba como recostada sobre él. Parecía haberse desmayados, quizá”, ha narrado a la BBC una testigo, Freya Church, que asegura que parecía como si hubieran consumido “algo fuerte”.
“Él estaba haciendo movimientos extraños con la mano, mirando al cielo”, añadió Church.
A falta de conocer las circunstancias de este incidente, quizá recuerde un caso con resonancias cercanas: en 2006, el ex espía ruso Alexander Litvenko fue hospitalizado por causas aparentemente desconocidas.
Litvenko, que había desertado de los servicios secretos rusos y había escapado a Reino Unido fue envenenado cuando tomaba té en un hotel de Londres con una sustancia radioactiva (polonio 210). Murió tras 23 días de agonía.
Un juez británico determinó en 2016 que su ejecución fue llevada a cabo probablemente por agentes rusos con la aprobación del presidente, Vladimir Putin.