El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, realizó un viaje no anunciado a Irak este sábado por la mañana en medio de la investigación del juicio político en la que ha surgido su nombre y después de meses de críticas de que su administración ha traicionado a antiguos aliados kurdos de EEUU en la región.
El presidente Donald Trump anunció el mes pasado que retiraría 1,000 soldados estadounidenses de la frontera turca con Siria, una región poblada por las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos que trabajaron con Estados Unidos para obstaculizar la propagación del ISIS.
En respuesta, Turquía invadió inmediatamente el noreste de Siria, haciendo que las fuerzas kurdas en la región declararan que Estados Unidos había traicionado su alianza con ellos. Poco después de la invasión, Pence viajó a Ankara para negociar una pausa temporal en la lucha para permitir que las fuerzas kurdas se retiren de la región.
En la visita del sábado a Irak, Pence intentó suavizar algunas de las preocupaciones de los kurdos, así como las críticas de los legisladores demócratas y republicanos, en una reunión con Nechirvan Barzani, presidente de la región kurda semiautónoma en Irak, y en un llamada telefónica con el primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi.
"Tengo la sensación de que ahora, con nuestras tropas en la región y en el aire, las fuerzas kurdas, las fuerzas democráticas sirias y la población kurda aquí en la región, el pueblo estadounidense está con ellos", afirmó Pence a los periodistas. "Estos son aliados que lucharon hombro con hombro con nosotros valientemente para derrotar a ISIS", añadió.
El vicepresidente Mike Pence y el presidente de la región del Kurdistán de Iraq, Nechirvan Barzani, a la derecha, se dan la mano durante una reunión bilateral en el aeropuerto internacional de Erbil en Erbil, Iraq, el 23 de noviembre de 2019. Andrew Harnik / AP
El viaje a Irak se mantuvo en secreto por motivos de seguridad, según un grupo de viaje con Pence, que estaba haciendo su primera visita a Irak como vicepresidente. Pasó parte de su tiempo allí haciendo comentarios y luego sirviendo una comida de Acción de Gracias a las tropas estadounidenses estacionadas en la base aérea de Al Asad.
El almuerzo incluyó una combinación de pavo, costillas, jamón, macarrones con queso, puré de papas, maíz y salsa de arándanos. Algunos soldados estallaron en cánticos patriotas cuando llegó, y a cambio Pence repartió porciones de pavo en sus platos.
"Servimos un poco de pavo, y tal vez hay algunas sobras para ti si te diriges al comedor", señaló Pence a los miembros del servicio. "Y sé que no es mejor que una comida casera o pasar tiempo con sus familias, pero esperamos que quizás hayamos traído un poco de casa a Al Asad".
Esta es la primera visita de un alto perfil de la administración Trump desde que la Casa Blanca anunció que retiraría las tropas de Siria, creando un vacío de poder militar en la región.
Cuando el vicepresidente llegó al país con su esposa, Karen Pence, fue recibido por el embajador estadounidense Matthew Tueller, el teniente general Pat White, el coronel Daniel Leavitt y el sargento. Mayor Gerald Knight. Sin embargo, su tiempo más público lo pasó con las tropas.
"Aquí, en toda la base aérea de Al Asad, se demuestra cada día lo que el mundo sabe: las fuerzas armadas de los Estados Unidos son la mayor fuerza para el bien que el mundo haya conocido", les dijo Pence.
Pence no se reunió con el primer ministro Mahdi en persona. Recientemente ha sido un momento particularmente turbulento para el gobierno del primer ministro, ya que Irak recibió una condena internacional por su dura represión contra las protestas pacíficas.
La Comisión de Derechos Humanos iraquí dijo que 264 manifestantes fueron asesinados y 12,000 manifestantes y las fuerzas de seguridad resultaron heridas cuando decenas de miles de personas salieron a las calles en las últimas semanas exigiendo un cambio político radical en medio de acusaciones de corrupción endémica entre la élite gobernante de Irak.
Pero la visita sorpresa también se produce tras unas tensas semanas para la Casa Blanca, ya que el Comité de Inteligencia de la Cámara celebró una serie de largas audiencias públicas como parte de la investigación más amplia del juicio político dirigida por los demócratas contra Trump.
Pence fue nombrado en testimonio por Gordon Sondland, el embajador de Estados Unidos en la Unión Europea, quien dijo que el vicepresidente sabía de sus preocupaciones sobre un posible vínculo entre la entrega de ayuda militar a Ucrania y el anuncio del país de Europa del Este de una investigación sobre el Biden familia.
Jennifer Williams, asesora especial de Pence en Europa y Rusia, también testificó que encontró una llamada del pasado 25 de julio entre Trump y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, que era "inusual" en comparación con otras llamadas presidenciales porque "involucró una discusión de lo que parecía ser un asunto político interno".
Pence habló brevemente sobre la investigación durante su visita a Irak, pero solo como una queja de que la investigación sirvió como una distracción en el Capitolio.
"Hoy en negociaciones presupuestarias con el Congreso, estamos luchando para asegurar otro aumento salarial para nuestros hombres y mujeres en el ejército, que sería el mayor en nueve años", dijo Pence. "El Congreso debería haber terminado las apropiaciones de defensa hace meses, pero todos ustedes saben que la política partidista y las investigaciones interminables han frenado un poco las cosas en Washington D.C."
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