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Trump pone a prueba la lealtad de republicanos como 'muro de contención' en la ruta hacia un juicio político

Los demócratas confían en que el testimonio público de este viernes de la exembajadora de EEUU en Ucrania, Marie Yovanovitch, pueda abrir grietas en el "muro" de defensa que han montado los republicanos en torno al presidente.

WASHINGTON.— La lealtad de los legisladores republicanos se ha convertido en un "muro de contención" para el presidente Donald Trump en la ruta hacia un posible juicio político por abuso de poder, pero los demócratas esperan que el testimonio de este viernes de la exembajadora en Ucrania, Marie Yovanovitch, pueda empezar a hacer grietas.

Yovanovitch fue el único testigo este viernes ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que el miércoles pasado inició una serie de audiencias públicas para determinar si Trump utilizó la presidencia para beneficio político personal.

La exdiplomática, de origen ucraniano, inició su comparecencia refutando los ataques y campaña de difamación en su contra por parte del abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, enumerando ejemplos concretos.

En paralelo, Trump sugirió en Twitter, en tiempo real, que Yovanovitch era una embajadora incompetente, que “dondequiera que iba, las cosas salían mal”, y que el nuevo presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, habló de ella en forma “desfavorable”.

 

El mandatario se refirió a su segunda llamada con Zelensky, el pasado 25 de julio, que ha desatado la investigación en curso porque, según los demócratas, demuestra que Trump condicionó la ayuda militar a Ucrania a cambio de que ese gobierno investigara a su rival político, el exvicepresidente, Joe Biden.

Yovanovitch, una diplomática con 33 años de carrera y amplio reconocimiento, fue embajadora en Kiev desde agosto de 2016, durante la Administración Obama, hasta mayo pasado, cuando Trump la despidió.

En su testimonio de hoy, la diplomática aseguró que su destitución abrupta sirvió a “intereses oscuros en el mundo” con intenciones peligrosas hacia su país.

“Estos sucesos deberían preocupar a todos los presentes en esta sala”, dijo la diplomática de carrera en su declaración inicial. “Intereses oscuros en todo el mundo han aprendido lo poco que cuesta expulsar a un embajador estadounidense que no les da lo que quieren”.

Según su propio testimonio a puerta cerrada el pasado 11 de octubre, su despido fue producto de una intensa campaña de difamación de Giuliani, quien presuntamente lideraba una diplomacia en las sombras. El Departamento de Estado afrontó presiones para removerla del cargo desde el verano de 2018, dijo Yovanovitch.

Los demócratas quieren usar el despido de Yovanovitch como prueba del abuso de poder de Trump, porque supuestamente la diplomática había criticado la corrupción en Ucrania e intentó interferir con los esfuerzos de Giuliani.

El despido de la embajadora demuestra “a un presidente que abusa de los poderes de su oficina para remover a una embajadora y despejar el camino a un corrupto esquema de extorsión”, ha advertido Eric Swalwell, legislador demócrata de California y miembro del Comité de Inteligencia.

Es que, los testimonios que Yovanovitch y otros funcionarios ofrecieron a puerta cerrada, recientemente divulgados, pintan una cruzada de individuos privados, incluyendo dos socios de Giuliani, para beneficiar a Trump.

Según expertos constitucionales, si bien es cierto que los embajadores sirven “a discreción” del presidente -como repitió Trump hoy-, la autoridad del mandatario tiene límites, y éste no puede utilizar las designaciones diplomáticas para abusar del poder.

Diez líderes demócratas del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, entre ellos Bob Menéndez, enviaron una carta al Departamento de Estado el martes pasado en la que condenaron el “silencio” del secretario de Estado, Mike Pompeo, en todo este escándalo diplomático, y pidieron que los funcionarios públicos puedan dar testimonio sin temor a represalias.

 El muro republicano

Por ahora, Trump no ha atacado a los pocos legisladores republicanos que han criticado abiertamente sus contactos con Ucrania, entre éstos Francis Rooney, Mac Thornberry, Will Hurd, y Mike Turner.

El domingo pasado, sin embargo, Trump les envió una inconfundible advertencia: “no caigan en la trampa de decir que la llamada no era perfecta pero tampoco sujeta a juicio político”.

La mayoría de los conservadores, especialmente los miembros del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, ha cerrado filas en torno al mandatario, afirmando desde un mismo libreto que la investigación en curso tiene motivaciones políticas, y que Trump no ha cometido falta alguna que merezca su destitución.

 En declaraciones a la prensa, el legislador republicano por Nueva York, Lee Zeldin, afirmó que Trump "tiene derecho a defenderse" y que los demócratas han querido "cargarse al presidente desde el día de la inauguración" en enero de 2017. 

Tampoco hay señales de rebelión de los republicanos de corte moderado, a juzgar por las declaraciones recientes de la legisladora republicana de Nueva York, Elise Stefanik, quien ha defendido a ultranza a Trump contra “el régimen de secretismo” del presidente del Comité, Adam Schiff, y resto de los demócratas.

En declaraciones a Noticias Telemundo, Laurence H. Tribe, profesor de ley constitucional en la Universidad de Harvard, afirmó hoy que no podría explicar la “cobardía” de los republicanos, pero ésta “revela una carencia, profundamente decepcionante, de carácter y patriotismo, y un deprimente conjunto de prioridades personales”.

Los republicanos están anteponiendo su interés de “autoprotección contra un rival en las primarias (en 2020), o contra un ataque presidencial en Twitter, por encima de su lealtad a la ley y la Constitución”, argumentó Tribe.

El académico consideró que el testimonio de Yovanovitch ha expuesto la campaña de difamación en su contra, y la “intimidación de testigo en tiempo real” de Trump, lo que, en su conjunto, fortalecen el caso ya sólido a favor de su destitución.

El “mapa” del posible juicio político

La presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, dejó entrever este jueves que su bancada no descarta acusar a Trump de “soborno”, porque, a su juicio, durante la llamada de julio pasado, él condicionó una ayuda militar de $400 millones a Ucrania, a cambio de que Zelensky anunciara una investigación contra Biden, y su hijo, Hunter.

El soborno es un delito en el que se ofrece a un funcionario público algo de valor a cambio de un favor político, y está incluido en los crímenes graves que la Constitución de Estados Unidos castiga con la destitución.

Pelosi insistió en que los demócratas aún no han decidido si habrá o no un juicio político contra Trump, pero todo apunta a que los testimonios recabados dan fuerza a su bancada.

Bajo la Constitución, la Cámara Baja formula y somete a voto los cargos formales contra el presidente para iniciar el juicio político, conocido en inglés como “impeachment”. El Senado realiza el juicio para absolver o destituir al mandatario, para lo cual requeriría el ““sí” de dos tercios de los 100 senadores.

Trump insiste en que la llamada con Zelensky fue “perfecta”, y un resumen del diálogo divulgado por la Casa Blanca no menciona directamente un canje de favores.

Sin embargo, el contexto es clave, porque la Administración congeló el paquete de ayuda militar a Ucrania, y lo desembolsó después de que un denunciante anónimo sonara las alarmas sobre la llamada.

Trump y sus aliados republicanos se han quejado múltiples veces de que las audiencias son una “farsa” y una “cacería de brujas” que se apoyan en “chismes” ahora convertidos en arma política.

El mandatario ha dicho que los demócratas tienen datos de segunda o tercera mano, pero al mismo tiempo ha acudido a los tribunales para bloquear la comparecencia de testigos con información clave para la investigación.

“Creo que la Historia recordará a Donald Trump como el presidente más corrupto, más egoísta y más ilegal en la historia estadounidense, profundamente indiferente, si no totalmente desleal a su juramento de proteger a Estados Unidos y preservar nuestra Constitución”, vaticinó Tribe.