Luego de las masacres en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, el presidente, Donald Trump, ha dicho que su administración ha hecho “mucho más que la mayoría" para frenar los tiroteos masivos en el país. Sin embargo, el récord de regulaciones y leyes sobre porte y posesión de armas pinta una imagen distinta, ha reportado el sitio web de noticias Politico.
Mientras Trump ha afirmado que ha tomado acción en contra de las armas de fuego, su Administración ha reducido las restricciones en los últimos dos años y medio.
Varias agencias federales han implementado mas de una docena de cambios en las políticas relacionadas con armas, las cuales se han hecho principalmente por medio de regulaciones que han pasado desapercibidas.
Algunos de los cambios han expandido el acceso a las armas al levantar las prohibiciones en algunos lugares y han limitado los nombres que figuran en las bases de datos diseñadas para mantener las armas lejos de personas consideradas peligrosas.
El gobierno de Trump, por ejemplo, le ha pedido a la Corte Suprema que anule las restricciones en Nueva York para transportar armas cortas fuera de las casas. La Administración presionó para permitirle a los fabricantes de armas estadounidenses vender más fácilmente armas de fuego, incluidos los tipos utilizados en tiroteos masivos, en el extranjero.
"Este presidente, de manera muy intencional y radical, ha hecho más fácil el acceso de las personas a las armas de fuego, no más difícil", ha indicado el representante David Cicilline, vicepresidente del Cuerpo Especial para la Prevención de la Violencia con Pistolas. "Se ha ido sistemáticamente y ha deshecho todas las protecciones implementadas para tratar de limitar la capacidad de las personas peligrosas de acceder a las armas de fuego".
Quizás el cambio más significativo es la revocación de una regulación que le dificultaba la compra de armas a las personas con enfermedades mentales. Fue inicialmente promulgada por el expresidente Barack Obama después del tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook, en 2012, en donde murieron 26 personas.
La regulación de Obama había requerido que las personas elegibles para pagos por discapacidad mental de la Administración del Seguro Social fueran agregados a la base de datos nacional y se les impidiera comprar armas. La administración de Obama estimó que habría agregado 75.000 nombres a la base de datos.
El Departamento de Justicia de Trump redujo la definición de "fugitivo", excluyendo a las personas de ser agregadas a la base nacional de datos y de que se les prohibiera comprar un arma.
Los críticos de Trump han dicho que no están sorprendidos por sus acciones después de que recibió un respaldo apoyo de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés), la cual gastó 30 millones de dólares en la campaña presidencial del 2016 .
Una vez Trump asumió la presidencia, prometió en repetidas ocasiones pagar a los propietarios de armas por su apoyo.
Después de los tiroteos masivos en Texas y Ohio, en los cuales murieron más de 30 personas, Trump tomó crédito por los cambios que, según él, han ayudado a reducir la violencia con armas, al mismo tiempo que propuso cambios vagos en políticas relacionadas con redes sociales, videojuegos y salud mental.
Trump ha justificado algunas de las políticas sobre el porte y posesión de armas diciendo que muchas personas no apoyarían una prohibición de armas de asalto.
Pero, una encuesta realizada esta semana por Politico y Morning Consult ha indicado que la mayoría de los republicanos, la base de simpatizantes del presidente, respaldaría una prohibición de las armas de asalto.
El resultado de la encuesta ha contradicho las palabras que Trump usó este martes cuando dijo que no existía “apetito político” para tales restricciones.
Según la encuesta, 55% de los votantes republicanos estarían cómodos con una prohibición de armas de asalto y un 54% dijo que respaldaría leyes sobre armas más estrictas. El 90% ha respondido que apoyaría verificaciones de antecedentes criminales para la venta de armas.
“Hemos hecho mucho más que la mayoría de las administraciones”, ha dicho Trump en su primer discurso luego de las masacres del fin de semana. “No se habla mucho de eso, pero lo hemos hecho, en realidad, mucho. Pero quizás se necesita hacer más”.
Los cambios que Trump se atribuyó incluyen un aumento en las sanciones para las agencias que no reportan información al Sistema Nacional de Verificación de Antecedentes Penales Instantáneos, el cual había solo respaldo, ya que se había propuesto inicialmente en Congreso. Trump también ha mencionado los fondos que se han dado a las escuelas para combatir la violencia.
Este año, el Departamento de Justicia prohibió el uso de “bump stocks”, un dispositivo que permite que un rifle semiautomático dispare continuamente con solo apretar un gatillo. Ese fue uno de los dispositivos que usó el atacante en el tiroteo en Las Vegas que dejó 58 personas muertas y 422 más heridas en 2017.
No obstante, esos cambios en las regulaciones son reducidos, y en el caso de la prohibición de los “bump stocks”, podrían ser revertidos por el próximo presidente ya que no quedaron escritos en la ley.
De acuerdo con Politico, antes de llegar a la presidencia, Trump había expresado su apoyo por iniciativas respaldas por el Partido Demócrata, como la prohibición de las armas de asalto y el período de espera para la compra de armas de fuego. Pero después de su toma de posesión, realizó cambios de política respaldados por la NRA. La mayoría de ellos pasaron por alto el Congreso, donde los cambios de armas de fuego son difíciles de aprobar.
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