La Administración Trump ha anunciado sanciones en contra del ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javad Zarif, acusándolo de ejecutar la "imprudente agenda” del Gobierno iraní y de esparcir “propaganda”, ha reportado la cadena NBC.
"Estados Unidos está enviando un mensaje claro al régimen iraní de que su comportamiento reciente es completamente inaceptable", dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado.
La designación se produce más de un mes después de que la Casa Blanca dijo que planeaba tomar medidas contra el canciller iraní. La Administración Trump sancionó a la oficina del líder supremo del país, el ayatolá Ali Khamenei, a fines de junio, cuando Mnuchin dijo a los periodistas que Zarif sería sancionado más tarde esa semana.
"La razón de Estados Unidos para designarme es que soy el principal portavoz de Irán en todo el mundo", dijo Zarif en un mensaje en la red social Twitter.
"¿Es realmente tan dolorosa la verdad? No tiene ningún efecto sobre mí o mi familia, ya que no tengo propiedades o intereses fuera de Irán. Gracias por considerarme una amenaza tan grande para su agenda".
Zarif había descartado previamente la posibilidad de sanciones como un gesto vacío.
"Todos los que me conocen saben que yo, o mi familia, no poseemos ninguna propiedad fuera de Irán", dijo al diario The New York Times. "Personalmente, ni siquiera tengo una cuenta bancaria fuera de Irán. Irán es toda mi vida y mi único compromiso. Por lo tanto, no tengo ningún problema personal con posibles sanciones".
La medida es la última de una ola de sanciones que la administración Trump ha introducido contra Irán como parte de su campaña de máxima presión.
Mnuchin dijo que Zarif era el portavoz principal de un gobierno que, según él, bloquea el flujo de información a sus propios ciudadanos.
"Al mismo tiempo que el régimen iraní niega el acceso de los ciudadanos iraníes a las redes sociales, el canciller Javad Zarif difunde la propaganda y la desinformación del régimen en todo el mundo a través de estos medios", dijo Mnuchin.
Irán y Estados Unidos no tienen relaciones diplomáticas desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979.
Sin embargo, como jefe de la diplomacia iraní, Zarif viaja con frecuencia a la sede en Nueva York de Naciones Unidas, que en septiembre celebrará su Asamblea General.
Al preguntarle si las sanciones impedirán que Zarif acuda a la Organización de Naciones Unidas (ONU), un funcionario dijo a la agencia de noticias EFE que el Departamento de Estado "cumplirá" con el acuerdo suscrito en 1947 entre la ONU y Estados Unidos para que Nueva York sirviera como sede del organismo internacional.
Bajo ese pacto, los estadounidenses se comprometieron a "no imponer ningún impedimento de tránsito en la entrada o salida de la sede de la ONU a ningún representante de los miembros oficiales de la ONU", incluido Irán, a pesar de las reticencias que puedan tener con ese país.
Zarif, el principal diplomático de la nación persa, está liderando los esfuerzos de Teherán para salvar el acuerdo que su país y seis potencias (Francia, Reino Unido, Alemania, China, Rusia y EE.UU.) alcanzaron en 2015 para que Irán limitara su programa nuclear a cambio del levantamiento de sanciones económicas.
En mayo de 2018, Trump retiró a su país del pacto y, como resultado, ha vuelto a imponer sobre la República Islámica todas las sanciones que habían sido retiradas.
Desde entonces, la tensión entre los dos ha aumentado y se ha trasladado al estrecho de Ormuz, por donde cruza la quinta parte del crudo mundial.
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