El Senado se convertirá a partir del lunes en el foro de debate de una reforma de las leyes migratorias que, de ser aceptada por la Casa Blanca y la Cámara de los Representantes, puede cambiar la vida de millones de indocumentados. Si se cumple el deseo del presidente, Donald Trump tendrá además dos consecuencias de largo alcance: el número de inmigrantes que llegan cada año a Estados Unidos caerá en picado, y los blancos seguirá siendo la raza predominante durante años.
La Casa Blanca propone abrir el camino hacia la ciudadanía a 1,8 millones de jóvenes que llegaron al país siendo niños de la mano de sus padres. Esta medida beneficiaría no sólo a los soñadores acogidos en la actualidad al programa DACA, que finalizará el 5 de marzo por decisión de Trump, sino también a todos aquellos que cumplen las condiciones pese a no haberlo solicitado.
El presidente quiere además acabar con la lotería de diversidad, y dedicar esos 50.000 visados anuales que ahora se entregan por sorteo a acabar con la lista de espera actual para la concesión de visados; y para iniciar un nuevo sistema de permisos basados en méritos (educación, nivel de inglés, capacidad laboral, etcétera). Además, quiere recortar los visados de reunificación familiar, de forma que ciudadanos y residentes sólo puedan traer a sus cónyuges e hijos pequeños.
Según una fuente de la Casa Blanca consultada por el diario LA Times, esta reforma mantendría la llegada anual de inmigrantes en 1,1 millones durante la próxima década, fundamentalmente porque, además de evitar la deportación de 1,8 millones de soñadores, reduciría la lista de espera de cuatro millones de familiares que aguardan un visado de reunificación.
Sin embargo, pasados 13 años, la llegada de inmigrantes al país se desplomaría en picado, según indica el citado diario. En la actualidad, cada año entran legalmente 1,1 millones al país; según la organización NumbersUSA, esta cifra podría reducirse en 300.000 personas; según el Instituto Cato, la reducción podría llegar a 500.000.
De acuerdo con el diario The Washington Post, esto podría tener como consecuencia que los blancos sigan siendo la raza predominante algunos años más. El Censo predice que las minorías (hispanos, afroamericanos, asiáticos) superarán en número a los blancos no hispanos en el año 2044. Con la reforma de Trump, esta fecha se atrasaría hasta algún momento entre 2045 y 2049, según el citado diario (2045 si la reducción es de 300.000 inmigrantes, 2049 si es de 500.000).