Donald Trump va primero en las preferencias de los electores republicanos de New York, aventajando a su más cercano rival por más de 30 puntos porcentuales, según una encuesta de NBC News, el diario Wall Street y la casa encuestadora Marista.
Trump obtiene el 54% de las preferencias, seguido por el gobernador de Ohio John Kasich con el 21% y el senador de Texas, Ted Cruz, con el 18%.
Los resultados de la encuesta son sin duda un gran alivio para Trump quien viene de perder la primaria en Wisconsin la semana pasada y el que además ha sido blanco de ataques no sólo de rivales demócratas sino incluso de republicanos mismos. Tan así que la derrota de Trump en Wisconsin fue vista por muchos como un éxito del movimiento dentro del partido republicano “para detener a Trump”.
Trump lleva la delantera en el número de delegados, sin embargo se supone que le será muy difícil alcanzar el número que se requiere para llegar a la Convención republicana como el aspirante a ser declarado oficialmente como el candidato presidencial. El objetivo de este movimiento “anti Trump” es precisamente que el empresario no consiga tal número de delegados -1,237-. New York en este caso, es la siguiente trinchera después de Wisconsin en los intentos de detener a Trump.
Con todo, es claro por la encuesta que Trump es popular entre los republicanos de New York y que a no ser que se de un terremoto político antes del próximo martes 19 día de la primaria, el magnate de bienes y raíces debería de ganar fácil la primaria de su estado natal. Si Trump confirma lo que hoy señala la encuesta, estaría mostrando que está de vuelta en la batalla por la candidatura y que lo de Wisconsin fue sólo un tropiezo que no refleja el verdadero estado de la contienda republicana.
La encuesta por otro lado, es una mala noticia para Cruz en particular. El senador se ha convertido en el preferido de muchos como la alternativa a Trump y él mismo ha tratado de atraer detrás de su candidatura a diferentes sectores del partido que nunca lo aceptaron -el mismo ‘establishment’ o liderazgo partidario para el caso-.
Con el triunfo en Wisconsin Cruz parecía haber conseguido ese “momentum” que lo impulsaría para hacer un buen papel en New York. El problema por supuesto ahora para Cruz es que ni siquiera está segundo en New York. Los 36 puntos de diferencia con Trump a una semana de la primaria son simplemente una enorme desventaja muy difícil de superar.
Además del voto a nivel general en todo el estado, Trump tiene que ganar en cada distrito congresional para llevarse el total de delegados que da New York. Con los números que hoy tiene sin embargo, Trump debería de ganar en ambos conteos, lo cual si así sucede le permitirá recuperar los delegados que no ganó en Wisconsin.
La encuesta igualmente, trae otro resultado que también será una buena noticia para Trump. Sucede que el 64% de los encuestados señalaron que el partido republicano debería de nominar a Trump como el candidato presidencial si este es el que más delegados tiene -aun si llega a la Convención sin el numero ‘mágico’ de los 1,237-
Unicamente el 28% de los encuestados son de opinión que el partido debería de nominar a otra persona si nadie obtiene los delegados necesarios antes de la Convención.
Esto es importante para Trump ya que uno de los escenarios que se manejan en torno a la primaria republicana es que si el empresario no consigue los 1,237 delegados antes de la Convención el partido nominará a un tercero, bien a Cruz a Kasich o incluso alguien que no ha participado en la primaria. Si casi dos tercios de las bases republicanas se oponen a la idea de negarle la candidatura a Trump aun habiendo sido el que más delegados ganó, será más difícil para los líderes del partido seguir adelante con tal estrategia.
Los resultados de la encuesta por otro lado, tampoco sorprenden en el sentido de tener a Trump en el primer lugar y a Cruz en un lejano tercer lugar. Lo de Trump porque New York es no sólo su estado de nacimiento pero también el sitio en donde tiene muchos de sus negocios y en donde literalmente ha sido una figura pública en las últimos tres o cuatro décadas. Aun cuando New York es un estado que casi siempre lo ganan los demócratas -y entre los cuales Trump es seriamente impopular- entre los republicanos es otra cosa. Para estos, Trump es el empresario y celebridad de gran éxito.
Para Cruz en cambio, New York es un sitio nada atractivo. Los grupos que son la base natural del senador como son los evangélicos y la gente más conservadora tienen muy poca influencia o presencia en New York. Y al parecer, según la encuesta, aun el mensaje que ha pegado en otros lugares como en Wisconsin, de votar por Cruz aunque sea como simple vehículo para “detener a Trump”, no ha funcionado en New York.
Faltan ocho días para la primaria en New York y lo que hoy señalan las encuestas puede cambiar la próxima semana, con todo, si Trump gana habrá recuperado la iniciativa y se pondrá de nuevo en camino a conseguir el “número mágico" de delegados para ser declarado el candidato republicano.
Un Trump que hasta hace un par de días parecía que le llegaba el agua al cuello, con Cruz y el movimiento “anti Trump” en ascenso, de seguro dormirá hoy más tranquilo. New York pareciera le dará una nueva vida a una campaña que por los ataques de que fue objeto y por los mismos errores de Trump, daba la impresión de estar tocada. No cerca del nocaut pero sí de que había perdido esa aura de intocable o invencible que por muchos meses fue el famoso “fenómeno Trump”.
Si en la votación se confirma lo que hoy deja ver la encuesta, Trump simplemente estaría de regreso. New York lo habría salvado.