Desde que se confirmó que la actriz Jennifer Lawrence y su esposo Cooke Maroney esperan un bebé, la lente de los paparazzi está enfocada en la artista de 31 años, quien se pasea por Nueva York mostrando su tierno baby bump con orgullo.
Así lo hizo durante una salida para almorzar al Mark Hotel, cerca de Central Park, con su amigo Derek Blasberg, en donde ella lucía muy cómoda para la ocasión, pero sin perder la elegancia.
Jennifer se dejó ver vistiendo una falda de lino blanca y una blusa a rayas, que dejó desabotonada en la parte superior de su panza, con lo cual se apreciaba su tierno baby bump.
Lawrence combinó su atuendo con una bolsa de tela beige, gafas de sol negras y zapatos planos amarillos.
A principios de este mes, los futuros padres también fueron captados en Nueva York, caminando tomados de la mano dulcemente, luego de almorzar en el centro de Manhattan.
En esa ocasión, la actriz vestía una camiseta sin mangas blanca que dejaba ver su vientre abultado, junto con un par de leggings negros, gafas de sol y un bolso cruzado negro.
Maroney, director de una galería de arte, combinó su look con el de su esposa, con una camiseta blanca, pantalones oscuros y una gorra de béisbol de color caqui. A la pareja también se unió la madre de Maroney, Suki Fredericks.
En junio de este año comenzaron los rumores sobre un posible embarazo, pues varias fotografías tomadas por los paparazzi mostraban un bultito en el vientre de la celebridad, sin embargo, la actriz no había hecho declaraciones afirmativas al respecto.
Fue hasta el mes de septiembre cuando el representante de Jennifer le confirmó a la revista 'People' que la estrella de 'The Hunger Games' y Maroney están esperando a su primer bebé.
Previamente, otra fuente cercana a la pareja había adelantado los planes de tener un hijo. "Jen quería una familia durante mucho tiempo y encontró una pareja ideal a la que ama, respeta y disfruta", dijo la fuente.
"Le encanta la vida de casada y ellos tienen una base sólida para tener un bebé. Está muy feliz y con muchas ganas de ser mamá", agregó.
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Aunque Jennifer Lawrence volvió al trabajo el pasado mes de diciembre para rodar la película 'Don’t Look Up', una comedia del director Adam McKay, parece que, por el momento, ha preferido tomarse un descanso para disfrutar de su embarazo y prepararse para la llegada de su primer hijo.
Cabe recordar que la actriz se casó con Maroney en octubre de 2019, en una boda que parecía sacada de un cuento de hadas, pues se realizó en una mansión conocida como Belcourt, construida a finales del siglo XIX y que remite a los palacios franceses de corte versallesco.
A la boda de Jennifer Lawrence acudieron 150 invitados, entre los que destacó Kris Jenner, la cantante Adele, Sienna Miller, Cameron Díaz, Joel Madden, Ashley Olsen, Amy Schumer y Emma Stone, entre otros.
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