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Su madre estaba perdiendo la memoria. Ya ni le reconocía. Esta dieta lo cambió todo

“Estábamos viviendo una pesadilla de la que no podíamos despertar”, explica este hombre. Su madre estaba perdiendo la memoria por el Alzheimer. Empezó a comer estos alimentos y ahora “vuelve a ser la de antes”

“Estábamos viviendo una pesadilla de la que no podíamos despertar”, explica Mark Hatzer en el blog de la Sociedad británica contra el Alzheimer.

Según cuenta, un cambio de dieta alivió su infierno.

Mark, de 50 años, vivía con su madre, Sylvia, de 80 años, en Manchester (Reino Unido). En diciembre de 2016, a la mujer le fue diagnosticado Alzheimer, una enfermedad degenerativa incurable que va mermando la memoria. Empezó a “sucumbir rápidamente”, explica su hijo.

Los médicos probaron varios medicamentos, pero lo único que conseguían era ralentizar el mal, sin detener o revertir sus efectos. “A veces no sabía quién era yo”, explica Mark, “o dónde estaba”.

“El momento más bajo”, añade, fue cuando la mujer intentó llamar a la policía para denunciar que había sido secuestrada: no sabía que estaba en un hospital.

“Cuando caminas a través del infierno, sigue caminando”, parafrasea Mark al ex primer ministro británico Winston Churchill. Y eso hicieron: adoptaron una estrategia de alimentación y actividades que, según afirma, empezó a surtir efecto.

“Poco a poco, día a día, logramos darle la vuelta a las cosas”, explica Mark, dejando claro que “no fue rápido”. “Lentamente recuperé a mi madre. Su memoria está todo el rato mejorando. Está más alerta”, añade, “básicamente vuelve a ser la de antes”.

Mark atribuye el cambio a comer fresas, frambuesas, arándanos y otras bayas, así como verduras como espinacas y kale, batatas, zanahorias, etcétera. Además, se mantuvo apartada de alimentos “malos” como bebidas azucaradas, comida chatarra, fritos, pasteles y dulces, etcétera. Y adoptó actividades como caminar a menudo, dormir bien por la noche, evitar la soledad, y completar crucigramas.

¿De verdad funciona?

Según los expertos consultados por la radiotelevisión pública británica (BBC, en inglés), se trata de una estrategia preventiva, y no de un tratamiento efectivo. La enfermedad no tiene cura, pero comer sano y hacer ejercicio puede ayudar a gestionar mejor los síntomas.