Luego de su retiro como jugador de la NFL, Devon Still encontró un nuevo objetivo en su vida gracias a la experiencia que obtuvo al luchar junto a su hija Leah contra el cáncer.
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Desde el 2014 Devon y su pequeña comenzaron una intensa batalla contra el neuroblastoma en estadio 4, el cual puso a Leah en riesgo de muerte, por lo que tuvo que atravesar un difícil tratamiento para salir adelante.
Ahora Leah tiene 8 años y a pesar de los diagnósticos de los médicos consiguió vencer a la enfermedad e inspiró a su padre para apoyar a otros que se encuentran en la misma situación.
Devon acudió al programa de televisión ‘Today’ para compartir su experiencia y presentar su nuevo libro, “Still in the Game”.
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Frente a las cámaras, Still expuso 5 puntos que todo padre con un hijo que atraviesa por este difícil camino debe tener presentes para poder dar la batalla y servir de apoyo.
1. No reprimir las emociones y saber que es válido mostrar vulnerabilidad frente a nuestros hijos para poder apoyarnos mutuamente y mantenernos “fuertes”.
2. Cuidar de uno mismo tiene que ser una de las prioridades ya que “no puedes dar lo que no tienes”. En su propia experiencia Devon lo explicó de esta manera: “Me hubiera gustado saber que tenía que cuidarme mejor porque me hubiera permitido cuidar mejor a Leah”.
3. No pierdas el tiempo buscando toda la información sobre la enfermedad en internet, además de que hay artículos sin sustento científico, algunos datos pueden hacer más pesada la carga emocional.
4. No te culpes por la enfermedad de tu pequeño. Still compartió que desde que diagnosticaron a Leah comenzó a criticarse y a pensar en todo lo que pudo haber hecho mal, como los alimentos o bebidas que pudieron haber detonado la enfermedad, o los síntomas que no notó desde un principio.
5. Nunca pierdas la esperanza. En el caso de Leah no importó el estrés, el dolor, los tratamientos que fracasaron, lo que dijeron los médicos, la pequeña venció a la enfermedad.
Gracias a su valentía Leah se ha vuelto un ejemplo de que el cáncer se puede vencer y desde que comenzó con su lucha recaudó un millón de dólares para la investigación de esta enfermedad y ganó un premio ESPY por su coraje.
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