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Una madre "muy saludable" de 39 años se sintió como si tuviera gripe. Luego sufrió un paro cardiaco

Días después de volver de unas vacaciones de senderismo, a Loree Benigni le costaba respirar. Acudió a la sala de urgencias y se enteró de que era "una de las pacientes en peor estado".

Por Meghan Holohan - TODAY

Tras irse de vacaciones en julio de 2022, Loree Benigni, quien entonces tenía 39 años, volvió a casa y se sintió como si tuviera gripe. Como los síntomas no mejoraban, acudió a un centro médico, donde los doctores le hicieron pruebas y detectaron un problema con las señales eléctricas de su corazón. Le recomendaron que fuera a una sala de ugencias, y allí Benigni supo que su estado era grave.

“En ese momento me dijeron que era una de las pacientes en peor estado en emergencia”, relató a TODAY.com Benigni, quien ahora tiene 41 años y vive en Pittsburgh. “Lo último que recuerdo es que les di el número de teléfono de mi esposo y luego me desmayé”.

Perdió el conocimiento porque sufrió un paro cardiaco debido a una miocarditis viral, una inflamación de la capa media del músculo cardiaco causada por una infección, según la Asociación Americana del Corazón. Afecta a la capacidad del corazón de bombear sangre correctamente.

“Debí de coger un virus, como un resfriado o la gripe, mientras estaba de vacaciones”, dijo Benigni. “Eso fue lo que atacó a mi corazón”.

Mientras luchaba en el hospital contra una miocarditis y se recuperaba de una paro cardíaco, Loree Benigni se centró en curarse para volver a casa con sus dos hijos.
Mientras luchaba en el hospital contra una miocarditis y se recuperaba de una paro cardíaco, Loree Benigni se centró en curarse para volver a casa con sus dos hijos.Courtesía Loree Benigni

Dificultad al respirar tras las vacaciones

Para su aniversario número 15 de boda en 2022, Benigni y su esposo visitaron Carolina del Norte y pasaron un tiempo haciendo senderismo. Cuando regresó a casa, se sintió preocupada porque experimentaba dificultad para respirar cuando se movía.

 “Toda mi vida he sido bastante sana”, comentó. “Hago ejercicio todos los días. Hacía senderismo por una montaña”.

Benigni se hizo varias pruebas de COVID-19, pero todas dieron negativo. Se preguntó si tendría la gripe o una neumonía, así que a mediados de julio acudió a la clínica local. Los médicos se dieron cuenta de lo enferma que estaba y la enviaron a emergencia. Una vez en el hospital, la situación empeoró rápidamente.

“Me quedé sin respiración”, contó. “[Cuando] la enfermera me tomó la temperatura, me puse mal físicamente, y me llevaron corriendo a una habitación”.

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Le hicieron un TAC para obtener imágenes internas de su cuerpo, pero empezaba a perder el conocimiento. Sufrió un paro cardiaco y se despertó dos días después, confundida.

 “Me llevaron de urgencia a otro hospital”, dijo. “No sabía dónde estaba. [...] Estaba muy hinchada por todo lo que me había pasado”.

Tardó unos días en espabilarse y comprender lo que le había ocurrido. Se sintió aturdida por la noticia de que había sufrido un paro cardiaco y tenía miocarditis, un mal que puede provocar insuficiencia cardiaca. Los médicos dijeron a su familia que sólo tenía 5% de posibilidades de sobrevivir.

"Estaba aturdida porque nunca había tenido problemas de corazón y oía la palabra 'insuficiencia cardiaca'", dijo "Todo sucedió muy rápido. Estaba de vacaciones y después, en la cama de un hospital".

Los médicos querían implantarle un dispositivo de asistencia del ventrículo izquierdo (DAVI, en inglés) llamado Abbott HeartMate 3 LVAD para permitir que su corazón descansara y pudiera recuperarse. Un DAVI ayuda al corazón a bombear sangre del ventrículo izquierdo al cuerpo. Aunque dudaba en someterse a una operación a corazón abierto para colocar la bomba, Benigni aceptó porque quería volver a casa con sus hijos. Esperaba que se lo implantaran enseguida, pero había desarrollado una neumonía en el hospital.

“Querían dar tiempo a mi cuerpo para que descansara y recuperara fuerzas”, explicó. “Tuve que aprender a caminar de nuevo. Recuerdo la primera vez que vino el personal de fisioterapia e intenté levantarme. Nunca pensé que iba a poder volver a andar o salir de la cama. Estaba muy débil”.

Además, le preocupaba no poder cuidar de sus hijos. 

“Pensaba: ‘¿Podré volver a casa algún día? ¿Qué ha pasado? ¿Qué he hecho mal?”. recordó Benigni. “Te haces todas estas preguntas”.

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Al cabo de unas semanas, a principios de agosto, se había recuperado lo suficiente como para que pudieran implantarle el DAVI.

“Iba a tener que quedarme en el hospital un par de semanas más”, relató Benigni. “Pero me tenía la esperanza de poder volver a casa”.

¿Qué es la miocarditis?

“La miocarditis [...] significa que hay un problema con el músculo cardiaco y eso dificulta que el corazón bombee sangre”, explicó a TODAY.com el Dr. Robert Kormos, vicepresidente de la división de asuntos médicos globales de insuficiencia cardiaca de Abbott, quien no trató a Benigni. “Si la miocarditis no es detectada, va a desembocar en insuficiencia cardiaca”.

Loree Benigni
Loree Benigni pasó 33 días en el hospital que culminaron con la implantación de un dispositivo LVAD para ayudar a su corazón a descansar y recuperarse.Courtesy Loree Benigni

La miocarditis también puede provocar un ictus o un paro cardiaco, como ocurrió en el caso de Benigni. Los virus, como el de la gripe o el COVID-19, pueden causar miocarditis vírica. Los cardiólogos han observado un aumento de estos casos durante la pandemia, explicó Kormos.

En algunos pacientes, los primeros signos de miocarditis pueden pasar desapercibidos, como son las palpitaciones o los latidos irregulares.

 Según la Asociación Estadounidense del Corazón, otros signos de miocarditis pueden ser:

  • Cansancio
  • Falta de aliento
  • Fiebre
  • Dolor torácico
  • Latidos acelerados
  • Sensación de desmayo
  • Síntomas gripales

Los médicos disponen de varias opciones de tratamiento que van desde medicinas hasta la implantación de un DAVI, todas ellas encaminadas a ayudar al corazón a funcionar mejor mientras se recupera de la miocarditis y la insuficiencia cardíaca.

“Si se da tiempo al músculo cardiaco para que se recupere [...] se está dando al corazón la oportunidad de que se sane”, afirmó Kormos. “En un periodo de seis a ocho meses, [un paciente] puede rehabilitarse a sí mismo y a su corazón con la medicación adecuada y una bomba cardiaca”.

Aunque existe tratamiento, Kormos comentó que a menudo las mujeres con problemas cardiacos son “mal diagnosticadas”.

“Muchos médicos dicen: ‘Tienes gripe. Te falta el aire por otra razón’”, explicó. “[Es un mal que está] mal reconocido. Es un verdadero reto”.

 En el caso de Benigni, los médicos no tardaron en diagnosticarla correctamente.

“Esta joven fue muy afortunada. Tuvo atención inmediata, y el equipo médico y el especialista en cirugía cardiaca tomaron la rápida decisión de darle la atención [que requería]”, subrayó. “Aproximadamente la mitad de las mujeres de este país no es consciente de que las cardiopatías son la primera causa de muerte entre ellas”.

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Kormos recomendó que las pacientes acudan periódicamente al médico para conocer sus riesgos de cardiopatía. Si padecen hipertensión o diabetes, deben asegurarse de que están recibiendo el tratamiento adecuado para reducir las probabilidades de sufrir complicaciones. Kormos también cree que los médicos deben estar más atentos a los signos de cardiopatía en las mujeres y realizar un diagnóstico a tiempo.

Mis hijos necesitan a su madre

Después de que le colocaron el DAVI, Benigni pasó más tiempo en el hospital antes de regresar a casa para el primer día de escuela de sus hijos en el otoño de 2022.

“Fue como un pequeño regalo para mí estar allí el primer día de clases, porque nunca me lo perdía”, afirmó.

Loree Benigni
Tras retirarle el DAVI, Loree Benigni puede reanudar sus actividades normales y actuar como si nunca hubiera sufrido una miocarditis.Courtesy Loree Benigni

Su familia, esposo y vecinos la ayudaron mientras estuvo en el hospital y después de volver a casa. Para recuperar fuerzas, empezó a dar paseos cortos cerca de su casa. Al comienzo, iba a tres casas de la suya, pero cada día comenzó a ir un poco más lejos.

“Ver que podía volver a caminar que no me quedaba sin aliento [...]. Eso me dio la motivación para querer hacer más”, relató.

Benigni siguió caminando, tomó sus medicinas e incluyó mucha comida sana en su dieta.

En su primera visita de seguimiento con el doctor, su "fracción de eyección", una medida de la capacidad del corazón para bombear sangre, había vuelto casi a la normalidad. En enero de 2023, Benigni estaba tan bien que los médicos creyeron que podrían retirarle la bomba y su corazón funcionaría bien por sí solo.

“Lloré. Estaba muy contenta”, confesó. “Hice todo lo que pude para ayudarme. Estaba extasiada”.

La recuperación fue más fácil después de la segunda operación, aunque se trataba de otra cirugía a corazón abierto. A los pocos días ya podía caminar por los pasillos del hospital y pronto regresó a casa. Benigni ha vuelto a trabajar y a cuidar de sus hijos, y se siente increíblemente agradecida.

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“Todos los días doy gracias por poder ir a los partidos de béisbol de mi hijo y de llevar a mi otro hijo a pescar”, afirmó. “Sabía que mis hijos necesitaban a su madre y luché cada día para recuperarme”.

Benigni aconsejó que las personas que busquen ayuda si siente algo raro en el cuerpo. “Vayan al médico”, subrayó. “No esperen”.