Por Ryan J. Reilly y Brandy Zadrozny - NBC News
Algunos partidarios de un caravana de camioneros que se autodenominan patriotas y se dirige hacia la frontera de Estados Unidos con México, han expresado una retórica violenta antes de actos previstos para el sábado.
Los organizadores del grupo están haciendo hincapié en la no violencia, mientras luchan por organizar un evento tan grande como habían dicho que sería, y convencer a sus colegas en la derecha apegados a las teorías de conspiración de que no se trata de un gran montaje del Gobierno.
Los actos titulados Take Our Border Back (Recuperemos nuestra frontera) han sido anunciados en el internet como una "ASAMBLEA PACÍFICA Y ORACIÓN". Los organizadores, que se refieren a sí mismos como “Nosotros, el pueblo" y el Ejército de Dios, han hecho un llamamiento a "todas las fuerzas del orden y militares en activo y retirados, veteranos, Mama Bears [madres protectoras de sus hijos] funcionarios electos, propietarios de negocios, ganaderos, camioneros, motoristas, medios de comunicación y estadounidenses amantes de la libertad y CUMPLIDORES DE LA LEY" para que se unan a ellos en los actos previstos en tres lugares el sábado: Eagles Pass, Texas; Yuma, Arizona,; y San Ysidro, California.
Algunos medios de comunicación de derechas han exagerado las afirmaciones de los organizadores de que se esperan 700,000 participantes el sábado y miles de camiones en la caravana, pero las imágenes y las transmisiones en directo del convoy han indicado un número mucho menor. Un video publicado el miércoles por la tarde mostraba unas pocas docenas de vehículos y algunos semirremolques.
"Es difícil predecir cuán grande va a ser", dijo Scot Saks, uno de los líderes del grupo, a NBC News.
Publicaciones en las redes sociales en respuesta a los actos, que fueron revisadas por NBC News, incluyen llamamientos a una guerra civil y a la violencia. Los eventos han sido anunciados en foros de nacionalistas blancos y sobre armas.
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"Todo lo que el gobernador [Gregg] Abbott tiene que hacer es llamar a los ciudadanos y estaremos armados y listos", escribió un comentarista en un video. Otro cartel decía que los miembros de la caravana deberían llevar sus "equipos para que, si las cosas se complican, puedan protegerse y ayudar”. Otro usuario de las redes sociales publicó un meme sobre armas "sin documentación e imposibles de rastrear" y una nota en la que decía que estaban listos para unirse a esta "batalla final por los estadounidenses".
Saks, quien es de California, dijo que el grupo no estaba buscando confrontaciones con el Gobierno o los migrantes y que cualquiera que sugiriera lo contrario en sus canales de Telegram, no había escuchado lo que consideró que era un mensaje claro que venía de arriba.
"Creo que son idiotas", afirmó Saks sobre las personas que publican llamados a la violencia. "Son estúpidos. Son estadounidenses estúpidos, son gente estúpida. Quiero decir, queda claro si van a nuestra página en internet [...], estas son asambleas pacíficas".
Los actos previstos para el sábado se producen en medio del encono de la derecha después de que la Corte Suprema autorizara la semana pasada a los agentes de la Patrulla Fronteriza a retirar el alambre de púas instalado en la frontera por el estado de Texas, que según el Gobierno federal impide a los agentes llegar hasta los inmigrantes en apuros. La Casa Blanca y el Senado también están negociando actualmente legislación bipartidista para imponer leyes de inmigración y asilo más estrictas. El presidente, Joe Biden, declaró que cerrará la frontera cuando se vea "desbordada" si se le otorga nueva autoridad en ese acuerdo.
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La primera caravana que partió partió de Virginia el lunes tuvo un comienzo un poco accidentado, según transmisiones en directo publicadas por personas que eran parte del convoy. Un reportero del medio Wired describió el primer día de la caravana como "un completo desastre" mientras se dirigía a Florida. Como el medio informativo Vice informó en primicia, muchos posibles partidarios desconfían de la caravana y han publicado en redes sociales que creen que es una especie de montaje del Gobierno. Ese ha sido uno de las principales características de los eventos conservadores tras el 6 de enero: millones de partidarios de Donald Trump creen falsas teorías conspirativas de que el ataque al Capitolio fue un montaje del FBI o del Deep State (Estado profundo) para detener a los estadounidenses de derecha.
Aun así, los actos del sábado han sido publicitados por el representante Keith Self, republicano de Texas, y han recibido el impulso del expresentador de Fox News Tucker Carlson.
"¿Dónde están los hombres de Texas? ¿Por qué no están protegiendo a su estado y a la nación?", preguntó Carlson, que tiene 11.2 millones de seguidores en X, en una publicación en la red social antes conocida como Twitter. A continuación entrevistó a uno de los líderes de la caravana, el Dr. Pete Chambers.
Chambers sirvió en la Guardia Nacional de Texas en la frontera sur, pero ha dicho dejó las fuerzas armadas en 2022, después de casi 40 años, debido a su oposición a la obligación de ponerse la vacuna contra el COVID-19. Rápidamente se convirtió en una celebridad de la derecha y apareció en docenas de podcasts y paneles donde afirmó que había sufrido lesiones permanentes por la vacuna, que había persuadido a miles de soldados en la frontera entre Texas y México para que se negaran a recibirlas y que supuestamente fue castigado por su activismo. Chambers también ha dicho que trató a los soldados contagiados con el coronavirus con ivermectina e hidroxicloruro, medicamentos que han demostrado ser ineficaces contra la enfermedad vírica, pero que Trump promovió en su momento.
Más allá de la desinformación sobre las vacunas, Chambers ha promovido varias otras teorías de conspiración médica y gubernamental, incluyendo que los llamados globalistas están planeando otra pandemia, que la tecnología celular 5G es una amenaza armada del Gobierno contra la humanidad y que los alimentos modificados genéticamente son parte de un complot de "cábalas" y "élites" para cambiar el ADN humano y controlar a la población.
Chambers también apareció en la película contra las vacunas Died Suddenly (Murió de repente) revelando lo que, según él, era un aumento de las reacciones adversas a las vacunas entre los militares y un complot del Gobierno para ocultar esas lesiones al público, afirmaciones que han sido ampliamente desmentidas.
Tras su jubilación, Chambers afirmó haber reclutado a otros militares retirados para que se unieran a una milicia, The Remnant A-Team, y patrullaran la frontera sur. El grupo, descrito por Chambers como una vigilancia de vecinos, ha sido financiado en parte por el America Project, un grupo conservador que niega los resultados de las elecciones, que patrocina y aboga por auditorías partidistas de las elecciones de 2020 y por cambios en futuros comicios basados en teorías conspirativas no probadas.
Saks, uno de los miembros del equipo, declaró que espera que "miles" de personas acudan a los tres actos, y afirmó que están "muy bien organizados". Calificó el hecho de movimiento "de base" dirigido por podcasters, blogueros y personas influyentes en las redes sociales.
Saks afirmó que a cualquiera que cause problemas en los actos simplemente se le pedirá que se marche, y señaló que dos de las tres concentraciones se celebrarán en una propiedad privada, mientras que la de San Ysidro será en un parque público. Expresó su apoyo a las teorías conspirativas de que quienes no apoyan a Trump, ya sean agentes federales o antifa, fueron los responsables de la violencia durante el ataque al Capitolio, y dijo que había "paralelismos con el 6 de enero aquí [en el tema de la caravana]".
"Si no crees que había gente infiltrada y subversiva, no has visto todas las imágenes que tengo", dijo Saks sobre el 6 de enero.
"Es obvio lo que quiero decir", comentó Saks. "Dejaré que lo descubras".