El papa Francisco se solidarizó este lunes con las caravanas de migrantes latinoamericanos que “buscan libertad y bienestar” en Estados Unidos, al celebrar una gran fiesta dedicada a la Virgen de Guadalupe con una misa en la Basílica de San Pedro en El Vaticano.
El primer pontífice latinoamericano de la historia habló en su lengua materna, el español, para denunciar la difícil situación de los habitantes de ese continente tanto ahora como en el pasado.
El jesuita argentino conmemoraba la festividad de la Virgen de Guadalupe, que se celebra el 12 de diciembre. Para los creyentes católicos, conmemora el aniversario de una de varias apariciones marianas presenciadas por un nativo mexicano llamado Juan Diego en 1531. Cada año, millones de peregrinos acuden a la Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México, que alberga la imagen que, según la tradición, se imprimió en el manto del hombre.
En su homilía, Francisco dijo que la Virgen se apareció “para acompañar al pueblo americano en este difícil camino de pobreza, explotación y colonialismo socioeconómico y cultural.” Y dijo que ahora sigue siendo una figura materna para los latinoamericanos.
“Ella está ahí, en medio de las caravanas que, buscando libertad y bienestar, se dirigen hacia el norte”, dijo, en referencia a las caravanas de migrantes viajan a Estados Unidos.
Francisco ha hecho de la atención a los inmigrantes y refugiados una seña de identidad de su papado. En esta ocasión también advirtió contra cualquier explotación ideológica de la imagen de la Virgen de Guadalupe, cuya tez mestiza ha sido considerada durante mucho tiempo por la Iglesia católica como un modelo positivo del encuentro entre Europa y América en la época colonial.
Francisco señaló que la Iglesia está preparando las celebraciones del 500 aniversario de la aparición mariana, y pidió que se lleven a cabo en el contexto del verdadero “espíritu” de Guadalupe.
“Me preocupan las propuestas ideológico-culturales de diversos lugares que quieren apropiarse del encuentro de un pueblo con su Madre, que quieren desmestizaje y maquillar a la Madre”, expresó.
Andrew Chestnut, catedrático de Estudios Católicos de la Virginia Commonwealth University, dijo a la agencia de noticias The Associated Press que el comentario era una aparente referencia al debate cada vez más intenso sobre el papel de la Iglesia católica en la conquista y colonización ibérica de las Américas.
“Aunque durante mucho tiempo ha sido un símbolo del mestizaje mexicano, la mezcla de las culturas indígena y española, la Virgen de Guadalupe ha sido recientemente el blanco del desmestizaje, como dijo el papa, por la izquierda y por la derecha”, señaló.
El experto dijo que algunos de la izquierda la ven como puramente indígena, mientras que algunos de la derecha objetan su tono de piel oscurecido en los retratos a lo largo del tiempo “y prefieren verla como una advocación de María de tez más clara, europea.”
Francisco rogó que esta polémica no reste centralidad a Guadalupe para los fieles de América. “Por favor, no permitamos que el mensaje se destile en patrones mundanos e ideológicos”, rogó.