Por Seung Min Kim y María Verza - The Associated Press
El presidente, el demócrata Joe Biden, habló este domingo con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre la cooperación de ambos países en política migratoria. Biden, que delibera desde hace semanas sobre posibles acciones ejecutivas para frenar la llegada de solicitantes de asilo a la frontera, fue el que solicitó la llamada, según informó López Obrador (apodado AMLO) en su rueda de prensa diaria en Ciudad de México.
Los dos mandatarios, en una declaración conjunta, dijeron que su charla se centró en los esfuerzos conjuntos para "gestionar eficazmente" la migración y "fortalecer la eficiencia operativa" en la frontera. "Hablamos periódicamente”, dijo en su rueda de prensa López Obrador. "Yo lo busco, él me busca, charlamos", agregó.
La declaración conjunta indicaba que Biden y López Obrador han ordenado a sus asistentes de seguridad nacional que implementen “inmediatamente” medidas concretas para reducir el número de cruces fronterizos no autorizados, aunque no explicaba cuáles serían esas medidas. Esas nuevas políticas también protegerían los derechos humanos, según el comunicado conjunto.
López Obrador dijo que ambos países han logrado avances en el control de la migración irregular al persuadir a muchos migrantes de no utilizar métodos ilegales para trasladarse de un país a otro. Aplaudió además una decisión de enero de la Corte Suprema de Estados Unidos que permitió a los agentes de la Patrulla Fronteriza retirar el alambre de púas que el estado de Texas ha instalado a lo largo de la frontera para tratar de disuadir el cruce de migrantes.
Desde que el proyecto de ley fronterizo que negociaba el Congreso entró en vía muerta a principios de este año, la Casa Blanca no ha descartado que Biden emita una orden ejecutiva sobre las normas de asilo para intentar reducir el número de inmigrantes que llegan a la frontera sur. Una acción ejecutiva probablemente se apoyaría en la autoridad del presidente bajo la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración, que ofrece amplios poderes para bloquear la entrada de ciertos inmigrantes si es perjudicial para el interés nacional.
La Administración Biden lleva meses analizando varias opciones, pero Biden no ha tomado ninguna decisión sobre cómo proceder. Los asesores de la Casa Blanca también han visto poca urgencia inmediata para que el presidente tome medidas, considerando que el número de cruces fronterizos ilegales ha disminuido desde un récord de 250,000 en diciembre, a medida que los funcionarios mexicanos intensificaron sus esfuerzos de aplicación de la ley.