Más de 500 inmigrantes, entre ellos 59 menores de edad, fueron rescatados en México este fin de semana de tres camiones en los que viajaban en peligrosas condiciones por el estado de Veracruz.
En la noche del sábado se localizó a 206 personas procedentes de Guatemala y Honduras abandonadas por contrabandistas dentro la caja de un tráiler cerca de la ciudad de Cardel, informó el Instituto Nacional de Migración (INM). Los migrantes estaban deshidratados y habían sido medicados para inhibir sus necesidades y soportar el largo viaje, según los testimonios que dieron a funcionarios del IMN.
La caja del camión estaba recubierta en su interior con material hermético para evitar que las personas fueran detectados por cámaras de rayos X en los puntos de inspección. Los migrantes, entre ellos 20 menores de edad de nacionalidad guatemalteca, portaban brazaletes para ser identificados por los coyotes.
El chofer del camión huyó del lugar, según informó el IMN.
El domingo se localizó en otros dos camiones a 303 personas. En uno de ellos, parado en el kilómetro 150 de la carretera Orizaba-Puebla, viajaban 107 personas de Guatemala, Honduras, El Salvador, Cuba y Nicaragua, entre ellos 20 niños. El otro camión fue hallado mal estacionado en un camino cercano a Fortín de las Flores, con una caja donde viajaban 196 personas, incluidas cinco de la India.
Las autoridades mexicanas detuvieron a seis presuntos coyotes que trasladaban y custodiaban a los 107 migrantes del primer camión; en el segundo caso no hubo personas arrestadas.
Un cruel negocio que cobra vidas
El traslado ilegal de migrantes en camiones por las carreteras de México y el sur de Estados Unidos es un negocio mortal que ha cobrado la vida de decenas de personas en años recientes.
El 2 de julio, al menos cuatro personas fallecieron en una carretera de Nuevo León, México, luego de que un autobús chocara con un camión que transportaba migrantes en el municipio de Galeana, a unos 200 kilómetros al sur de Monterrey. Tres de los fallecidos viajaban en el camión, entre ellos un migrante hondureño identificado como Pedro Bartolo Urbina, de 34 años, según informó en esa ocasión el cónsul de Honduras en México, Héctor Amador.
Uno de los accidentes más letales ocurrió el 9 de diciembre de 2021, cuando un camión que llevaba a 166 personas en un tráiler volcó en una carretera cerca de Tuxtla Gutiérrez, en el estado de Chiapas. Más de 55 migrantes fallecieron y un centenar resultaron heridos.
Aparte del riesgo de accidentes, las condiciones en las que viajan los migrantes dentro de los camiones son dramáticas: cientos de personas hacinadas dentro de cajas selladas, con poco oxigeno, sin agua y soportando temperaturas que pueden alcanzar los 100 grados Fahrenheit. Según testimonios recabados por Noticias Telemundo, es común que muchos migrantes se desmayen o no soporten estos peligrosos viajes que pueden durar varios días, desde puntos fronterizos con Guatemala hasta pueblos el norte de México, cerca de la frontera con Estados Unidos.
[Camioneros: el negocio mortal de los tráilers con migrantes]
El ecuatoriano Enzon Eras, de 36 años, atravesó más de 1,200 millas (2,000 kilómetros) entre Guatemala y Nuevo Laredo, en México a bordo de dos tráilers. En el segundo, dijo a Noticias Telemundo, viajaban unas 300 o 400 personas de pie y sin espacio para descansar, a unos 95 grados Fahrenheit de temperatura.
"Teníamos que llegar a Nuevo Laredo”, narró, “ellos pusieron palos para que la gente se agarrara. Tenían cuerdas y la gente iba parada. Ese tráiler tenía ventilación. Pero no sé qué pasó, caminamos unas dos horas y se terminó, se apagó ese aire. Todos parados, agarrados de las cuerdas. La gente se comenzó a desesperar, a brincar, a querer romper el techo del tráiler. Alcanzamos y no podíamos romper el techo. Empujábamos a la gente para romperlo, para hacer un hueco arriba, era imposible”.
Eras recordó que, pese a la desesperación, los migrantes viajaron en silencio, amenazados por los coyotes, temerosos de que los escuchara la policía y detuvieran el camión. Sin poder moverse, hacían sus necesidades ahí mismo. “El que podía se aguantaba, y el que no, se hacía ahí. Cuando la gente está así, ya no le importa”.
“Creo que estaríamos unas ocho horas sin ese aire cuando parquearon en una zona desierta y abrieron la puerta. Los que tenían más fuerza se podían tirar. Imagínate cómo está uno”, contó Eras desde España, donde vive ahora con su familia,
Sobre su traslado en camión por México dijo: “Ahí vimos la muerte”.
[Este es el punto de control por donde pasa un tercio de los camiones que trafican con migrantes]
Eras también dijo que en el primer camión que viajó desde un punto cercano a la frontera con Guatemala, los migrantes iban acostados entre un entrepiso construido dentro de la caja que le permitía a los coyotes acomodar a más personas. Algo similar se vio este fin de semana con el camión detenido en Cardel, Veracruz, cuya caja del tráiler estaba adaptada con soportes metálicos para sostener un segundo piso, según informó la autoridad migratoria.
El transporte de migrantes a bordo de camiones también ocurre en suelo estadounidense, principalmente en el sur de Texas, donde camioneros e investigadores aseguran que los cárteles de la droga en México han asumido el control del creciente negocio, según reveló una reciente investigación de Noticias Telemundo.
“Estamos viendo hasta 100 o 150 personas en una caja y eso es algo que no se había visto antes”, dijo a Noticias Telemundo el abogado de Laredo Roberto Balli, que tiene más de 20 años de experiencia y que cada año defiende entre 10 y 20 camioneros arrestados por transportar migrantes indocumentados.
Algunos choferes que estuvieron en prisión condenados por trasladar a migrantes en Texas, dijeron a Noticias Telemundo que no piensan en esas personas como seres humanos, sino como una carga comercial. “Ya son un producto. Ya no son humanos para mí... para nadie. Porque si los ves así te vas a mortificar y esa debilidad te afecta. No puedes tener debilidad, tienes que ser fuerte mentalmente. Si te mortificas de que se ahogan te vas a paniquear, vas a parar o vas a correr y te vas a poner en peor riesgo, tú o esa gente”, dijo John, un chofer de Laredo que pidió ocultar su nombre para proteger su identidad porque teme represalias de criminales.
