Por Safia Samee Ali - NBC News
Agricultores de todo el país se están sumando a una campaña para presionar al Senado a favor de una reforma migratoria que, según afirman, ayudaría a combatir la falta de trabajadores y reducir el precio de alimentos, afectado por el creciente costo de producción.
Los granjeros dicen que la Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola, aprobada por la Cámara de Representantes y pendiente en el Senado, les brindará una fuerza laboral estable gracias a la reforma del programa de visas para trabajadores de temporada y a la creación un camino hacia la ciudadanía para los inmigrantes que trabajan en el campo, entre otras medidas.
Aunque la actual escasez de mano de obra no es nueva, se ha visto exacerbada por la pandemia de coronavirus y ha provocado precios más altos o estantes vacíos para los consumidores. Los costos de los alimentos ahora son un 10% más altos en comparación con el año pasado, según la Oficina de Estadísticas Laborales.
"En un momento en el que la falta de mano de obra contribuye a la inflación y los altos precios de los alimentos, está claro que necesitamos que el Senado apruebe la ley para estabilizar la fuerza laboral y proteger el suministro de alimentos", dijo Zoe Lofgren, representante demócrata por California que patrocinó el proyecto.
Algunas organizaciones laborales se oponen a la medida, diciendo que no incluye a todos los inmigrantes y que exacerbaría aún más los desequilibrios de poder entre los granjeros y los inmigrantes.
La versión del proyecto de ley presentada ante el Senado por Mike Crapo, republicano por Idaho, y Michael Benne, demócrata por Colorado, modificaría y ampliaría aún más el programa de visas de trabajo temporal H-2A para otorgar a los trabajadores agrícolas la residencia basada en su trabajo y un camino hacia la ciudadanía.
Aún no se sabe cuándo se presentará la legislación para su votación en el Senado, pero como la escasez de mano de obra contribuye a los retos en la producción de alimentos, el proyecto ha recibido un amplio apoyo por parte de cientos de granjeros y grupos agrícolas.
Stephanie Mickelsen es propietaria de una granja de papas a gran escala en Idaho y dijo que el programa H-2A para trabajadores agrícolas "ha marcado una gran diferencia"; pero como la visa solo permite una autorización temporal por nueve meses, encontrar mano de obra sigue siendo un problema.
Contrataría a trabajadores estadounidenses, pero parece que no existen"
Stephanie Mickelsen granjera
"Tenemos alrededor de 60 personas a tiempo completo que trabajan en la granja todo el año, pero eso no es suficiente cuando llega la cosecha. Necesitamos entre 100 y 150 empleados adicionales, sin incluir instalaciones de procesamiento y empaque. Contrataría a trabajadores del país, pero parece que no existen", dijo Mickelsen, que preside el Comité Laboral de la Oficina Agrícola y también se postula para un puesto de representación estatal en Idaho.
La escasez de mano de obra llegó a un punto crítico en los últimos años, según explica Charles Wingard, quien dirige una granja familiar en Carolina del Sur que produce verduras de hoja verde.
"Creo que desde que surgió el COVID-19, en 2020, las debilidades de nuestra cadena de suministro de alimentos salieron a la luz porque era un poco más frágil de lo que la mayoría pensábamos", comentó.
La granja de Wingard, Walter P. Rawl & Sons, emplea alrededor de 700 trabajadores, pero tiene un déficit de trabajadores del 20 % en sus trabajos de procesamiento y plantación.
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"Abastecemos a grandes cadenas de supermercados, no les importa que tengamos problemas laborales. Solo quieren que completemos los pedidos y nos aseguremos de que el camión se cargue correctamente y se entregue a tiempo. Siempre hay presión", dijo.
A pesar de la amplia publicidad en la oferta de empleos, Wingard dijo que los trabajadores estadounidenses simplemente no están disponibles, especialmente en los últimos años, porque las personas se enferman, se jubilan antes de tiempo o encuentran ocupaciones en las que pueden trabajar desde casa.
Según el índice de precios al consumidor, el país experimenta el aumento más alto en los precios de los alimentos registrado en 12 meses desde mayo de 1979, y los agricultores dicen que esto se debe, en parte, a los problemas laborales.
Un estudio de la Universidad Texas A&M de 2022 encargado por la American Business Coalition, un grupo bipartidista de 1,200 líderes empresariales que abogan por la reforma migratoria, reveló que tener más trabajadores inmigrantes podía conducir a una inflación más baja, salarios promedio más altos y un desempleo más bajo.
La investigación también concluyó que "el aumento en las peticiones denegadas para las naturalizaciones están asociadas con precios más altos y una inflación mayor".
Sin embargo, el impulso de la inmigración enfrenta una firme oposición de algunos grupos de derechos laborales que no creen que sea el camino correcto hacia la reforma migratoria.
Familias Unidas por la Justicia, un sindicato agrícola en la costa Oeste, ha protestado contra el proyecto de ley debido al requisito de inscribirse en un proceso de verificación que creen que podría generar un seguimiento ilegal de inmigrantes, denunciando además que el plan no incluye a todas las personas que trabajan en granjas.
"Quienes no califican para ningún tipo de alivio en la Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola básicamente tienen dos opciones: pueden deportarse o pueden sumarse al programa H-2A que, una y otra vez, hemos visto que es muy explotador", dijo Edgar Franks, director político de Familias Unidas por la Justicia.
En su versión actual, el proyecto de ley establece que las personas deben demostrar que han realizado al menos 1,035 horas de trabajo agrícola durante un período de dos años para calificar para el "estatus de trabajador agrícola certificado" temporal, que es válido para incrementos de cinco años. Después de ocho años más de trabajo agrícola, serían elegibles para la residencia permanente.
"Eso le da mucho poder al empleador sobre la vida de los trabajadores agrícolas, lo que en la agricultura ha sido muy difícil de manejar", dijo Franks, y agregó que su grupo preferiría ver una reforma migratoria de más largo alcance.
Aunque otras organizaciones agrícolas como la Coalición Nacional de Agricultores Jóvenes también ven fallas similares en la legislación, dicen que es un punto de partida.
"Sabemos y reconocemos que este programa ha ocasionado graves violaciones y explotación de los trabajadores, y no es una solución a largo plazo; sin embargo, respaldamos este proyecto de ley porque entendemos que esto proporcionaría un camino hacia la ciudadanía para los trabajadores agrícolas, y eso es muy importante para nosotros”, dijo Yahaira Cáceres, coordinadora de políticas laboralesde la organización.
"Actualmente, esa es la única legislación que tiene el potencial de aprobarse y, por lo tanto, no es un proyecto de ley con el que necesariamente estemos completamente de acuerdo, pero entendemos las circunstancias políticas y sabemos que esta es la única oportunidad no solo de abordar la escasez de mano de obra, sino también otros temas como la inmigración", afirma Cáceres.
Alejandro Gutiérrez-Li, profesor en el departamento de economía agrícola y de recursos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, dijo que aunque no es una ley perfecta, sí aborda algunos de los problemas más difíciles que enfrenta la agricultura y, a pesar de que hay algunos temas "delicados", el proyecto ha ganado más apoyo entre la comunidad agrícola que otras reformas migratorias.
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"Es muy importante aprobar algo porque la escasez de mano de obra en la agricultura empeora cada año. Es muy difícil saber qué va a pasar exactamente, pero al menos en términos de la cantidad anual de trabajadores, eliminaría algunos de los problemas más apremiantes como el hecho de que los trabajadores podrían quedarse aquí todo el año, así que es algo útil", dijo el académico.
De 2014 a 2016, aproximadamente la mitad de los más de tres millones de trabajadores agrícolas carecían de estatus migratorio, según una encuesta realizada por el Departamento de Agricultura, que admitió en su informe que es probable que la cifra no sea exhaustiva debido al temor de informar sobre el estatus migratorio.
Gutiérrez-Li dijo que esto abrirá el programa a indocumentados que podrían obtener un estatus legal a través de su trabajo.
La legislación también abriría el programa H-2A a las granjas lecheras y ganaderas que están excluidas del actual programa porque no se consideran trabajadores de temporada, dijo.
Steve Obert es un agricultor de quinta generación que dirige Obert Farms, una granja lechera y de cereales en Indiana.
Ha sido un defensor de la legislación y ha estado promoviendo la reforma migratoria durante años, diciendo que el programa H-2A ha ignorado la escasez de mano de obra en el sector lácteo.
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Según la nueva legislación, alrededor de la mitad de las visas se asignarían a productos lácteos y ganado.
Obert, quien también es director ejecutivo de Indiana Dairy Producers, un grupo de defensa de productores lecheros, dijo que el cuidado de las vacas requiere un nivel de habilidad y comprensión que es difícil de impartir cuando hay una rotación tan alta de trabajadores. Y agregó que la seguridad de los empleados también se convierte en un problema si no saben cómo manejar adecuadamente las vacas que pueden pesar hasta 1,700 libras.
"Existe un esfuerzo continuo para capacitar a los muchachos porque necesitan comprender las técnicas adecuadas para el cuidado y el bienestar de nuestras vacas. Cuando careces de esa estabilidad y fuerza laboral, se dificulta construir esa cultura laboral que necesitas", dijo Obert.