Por Carmen Sesin - NBC News
MIAMI — Tres meses después de que Joe Biden llegara a la presidencia, el entusiasmo por su predecesor sigue siendo fuerte entre los republicanos latinos en Florida.
Patriotas con Trump (Patriots with Trump), con sede en el sur de Florida, ha realizado múltiples manifestaciones en los aledaños de Mar-a-Lago, mientras que sus miembros envían mensajes todo el día en su grupo de WhatsApp y diez de ellos se reúnen regularmente para intercambiar ideas sobre cómo reclutar a más miembros y ayudar a que los republicanos ganen las elecciones de medio mandato de 2022. También tienen su foco puesto en las presidenciales de 2024.
"Somos republicanos, pero lo que realmente nos gusta es lo que promueve Trump", explica Laureano Chileuitt, líder del grupo. Chileuitt, médico, ejerció la neurocirugía en su Colombia natal hasta que llegó a Estados Unidos en 2001.
[Las 7 grandes mentiras de Trump en la Casa Blanca]
"Por eso lo consideramos nuestro caudillo", añade Chileuitt, usando la palabra española para referirse a un hombre fuerte. Aunque el término tiene una connotación negativa en Estados Unidos, no lo tiene para Chileuitt. “Simplemente significa que es 'el líder', como Uribe”, matiza, refiriéndose a Álvaro Uribe, el expresidente de derecha de Colombia. "Somos antiglobalización y anticomunismo", concluye.
Su entusiasmo está alimentado por la polarizada política de América Latina, porque hay opciones de medios conservadores en español, la presencia de la familia Trump en Florida y un gobernador estatal que sigue siendo un aliado cercano del expresidente.
En Miami, muchos todavía hablan de Trump con tanta frecuencia como lo hacían cuando era presidente. Al igual que Patriotas con Trump, muchos pequeños grupos de base que surgieron durante el período electoral siguen activos.
"Trump no ha perdido mucho apoyo en esta comunidad", apunta Eduardo Gamarra, politólogo de la Universidad Internacional de Florida, después de realizar una encuesta para un cliente privado.
[Trump enfermó de COVID-19 más grave de lo que se informó y estuvo cerca de necesitar un respirador]
Trump y los republicanos obtuvieron avances sustanciales entre estos grupos en las elecciones de 2020. El mayor cambio hacia los republicanos se produjo entre los latinos no cubanos y no puertorriqueños, y ahí es donde se concentra gran parte del entusiasmo ahora.
La fuerte influencia de América Latina
La crisis de Venezuela, la situación de los derechos humanos en Nicaragua, el regreso de Argentina al populismo de izquierda y la segunda vuelta de las elecciones en Perú, con un líder socialista en las urnas, influyen en los latinos y agudizan su percepción sobre Trump.
Aunque pocos latinos citan la política exterior de Estados Unidos cuando se les consulta sobre las preferencias de voto, Gamarra percipe que las comunidades en Florida están siendo influenciadas por la política en sus países de origen.
Trump es visto por sus partidarios internacionales, especialmente en América Latina, como un aliado clave en la lucha anticomunista. Y en un estado donde los latinos tienen una fuerte conexión con familiares y amigos en casa, el nexo entre Trump y los partidarios de la derecha latinoamericana se está fortaleciendo.
[Trump insta a sus votantes a vacunarse contra el COVID-19: "Es buena, es segura y funciona"]
Los medios evangélicos y conservadores amplifican el movimiento
Con las redes sociales y aplicaciones como WhatsApp y Telegram, el intercambio entre familiares en América Latina y Florida fluye ininterrumpidamente. Comparten artículos, videos y memes. Y antes de las elecciones de noviembre, fueron una fuente primordial de desinformación, algo que persiste, aunque quizás con menor intensidad.
Además de la política, también hay un componente religioso entre algunos de los que apoyan a Trump. Los líderes de la iglesia evangélica están desempeñando un papel importante en el conservadurismo en América Latina y aquí.
Es evidente en los grupos de Facebook que apoyan a Trump, donde los mensajes en español con un tono religioso son comunes. En estos grupos, los venezolanos evangélicos dicen que creen que Trump es "el elegido" y "fue enviado aquí y es la voz directa de Dios", señala Gamarra.
Un ejemplo evidente es la polarización de la política en Colombia antes de sus próximas elecciones presidenciales, programadas para seis meses antes de las elecciones de mitad de período en Estados Unidos, y su efecto en los colombiano-estadounidenses en Florida.
En medio del frágil y tenue acuerdo de paz entre el Gobierno y los miembros de las FARC, el exgrupo rebelde marxista del país, crece el conflicto interno. Liderando en las encuestas está el candidato presidencial de izquierda y exinsurgente, Gustavo Petro.
“Eso es radicalizar la derecha colombiana. Los colombianos creen que el próximo presidente será pro-Chávez, lo que encaja perfectamente en la narrativa aquí ”, apunta Gamarra. "Debido a que los colombianos enfrentan esto de manera más directa que otros grupos, están impulsando el impulso conservador en Miami en este momento", agrega.
Los dominicanos, aunque son un grupo pequeño en Florida, también se ven afectados por las políticas de su país de origen. El presidente del país anunció recientemente planes para construir un muro a lo largo de la frontera con Haití para ayudar a frenar la inmigración ilegal.
"Hay un grupo significativo de dominicanos que pertenecen a partidos socialdemócratas en casa, pero que se dejan influir por las políticas conservadoras de inmigración de Trump", afirma Gamarra.
Si bien hay unidad en la izquierda latinoamericana, la derecha es menos cohesionada, pero ven a Trump como un socio en la lucha contra el socialismo. Complementa la narrativa que los republicanos impulsaron en 2020 y es probable que continúen utilizando: que los demócratas se están desviando demasiado hacia la izquierda y llevarán a Estados Unidos a la ruina.
Al menos un exasesor principal de Trump ha intentado generar unión en la derecha internacional, incluso en América Latina. Se trata de Steve Bannon, quien ha tratado de formar una coalición de políticos globales con ideas afines a través de su grupo nacionalista, El Movimiento. Eduardo Bolsonaro, el legislador hijo del presidente brasileño de derecha Jair Bolsonaro, se unió al grupo de Bannon como su representante en América Latina.
En una cena en 2020 con líderes populistas de Europa y América Latina, Eduardo Verástegui, un actor que se desempeñó como asesor de la Iniciativa de Prosperidad Hispana de la Casa Blanca de Trump, expresó sus intenciones de postularse para presidente en México.
Al mismo tiempo, el grupo de medios y voces conservadores ha crecido en los últimos años. La Gran Época Media Group, una organización de noticias fundada hace dos décadas por practicantes de Falun Gong, una práctica espiritual china perseguida por el Gobierno chino, ahora tiene una web en español. Antes de las elecciones de 2020, el periódico adoptó una posición a favor de Trump y, en ocasiones, impulsó teorías de la conspiración.
El American, un sitio de noticias conservador dirigido a latinos, disponible en español e inglés, también ha surgido recientemente. Su consejo editorial afirma que Estados Unidos "está siendo incendiado por el relativismo moral, el posmodernismo y las ideas marxistas. Estamos en una guerra cultural y sabemos cómo podría terminar esta guerra. Muchos de nosotros huimos del marxismo. Sabemos que si Estados Unidos cae, no hay otro lugar en la tierra para la libertad".
En Florida, la veterana periodista Marian de la Fuente, quien pasó años como presentadora en Noticias Telemundo, ahora presenta un programa en el America TeVé de Miami con un tono más conservador. La empresa matriz de la cadena, América CV, está siendo criticada por los demócratas por su intención de comprar Radio Caracol, una estación de AM.
Los demócratas dicen que los medios de comunicación en español en Miami están dominados por republicanos, y los miembros del Caucus Hispano del Congreso están presionando a la Comisión Federal de Comunicaciones para que rechace el acuerdo. Acusan a América CV de querer convertir la emisora de radio en un medio de derecha después de que despidieran a un exalcalde y voz liberal de la emisora.
A pesar del entusiasmo de los republicanos latinos por el expresidente, algunos creen que si bien Trump tendrá un impacto duradero en la política republicana y la cultura que estableció, su influencia se debilitará con el tiempo.
"Debido a que gran parte del trumpismo no se trata tanto de políticas, y no es profundamente sustantivo, no tendrá el mismo poder que algunos suponen", dice el exrepresentante Carlos Curbelo, un republicano de Florida.
"A corto plazo, esto es definitivamente algo con lo que los republicanos tienen que aprender a lidiar. Atenderán algunos de esos temas de Trump y el apoyo con el que todavía cuenta entre su base", afirma Curbelo, y agrega que para algunos latinos es también un rechazo al giro a la izquierda que perciben desde el Partido Demócrata.
Dos años después de que Andreina Kissane cofundara el grupo Alianza Republicana Venezolana-Estadounidense, o VARA, la atención sigue centrada en Trump.
Ella mantiene que la iniciativa de Biden de ofrecerles a los venezolanos el estatus de protección temporal es solo un intento de atraer a los venezolanos. "Trump sigue siendo la única solución para los problemas de Venezuela", asegura, y agrega que quienes apoyan a Biden solo están pensando en "soluciones personales sin comprender el peligro que esto representa". Kissane cree que Biden es un "títere de la agenda del reinicio global y el nuevo orden mundial".
Su grupo se reunirá la próxima semana para un debate sobre la Constitución de Estados Unidos, la religión y la Corte Suprema, que comparó con lo que hizo el líder socialista venezolano, Hugo Chávez, con los tribunales mientras estaba en el poder.
"Todo lo que podemos hacer es permanecer firmes en nuestra convicción y nuestro amor por Dios para salvar a nuestras naciones", declara.
Chileuitt, con Patriotas con Trump, se está expandiendo y creando un grupo adicional con partidarios de una comunidad de jubilados. Los chats de Patriotas con Trump en WhatsApp han atraído a miembros de lugares tan lejanos como América Latina, España y Australia.
Refiriéndose a la Administración Biden como "comunistas y anarquistas", Chileuitt dice que, por razones de seguridad, él y otros han retirado las banderas y carteles de Trump. "Pero la gente todavía está preocupada por el futuro de este país", asegura.