La familia de Rudy Farias informó la semana pasada que el joven fue localizado el 29 de junio junto a una iglesia en Houston "tras estar desaparecido durante ocho años", y explicó que aún no ha hablado ni se ha comunicado con ellos para explicar qué pasó en ese tiempo.
Sin embargo, vecinos de la familia en Texas han expresado dudas sobre esta historia ("un verdadero milagro", según lo calificó un activista implicado en la búsqueda), poniendo en duda que el joven estuviera realmente en paradero desconocido desde aquel 6 de marzo de 2015 en el que salió a pasear con sus dos perros (que regresaron horas después sin él) cerca de su vivienda en Houston.
Kisha Ross vive con su familia en el barrio de Janie Santana, madre de Farias, y dijo a la estación local KTRK que "el chico nunca estuvo desaparecido". "Solía venir a mi garaje, a pasar el rato con mi primo, mi hijo y mi hija", declaró Ross.
El primo de Ross, Broderick Conley, dijo que él y Farias salían a menudo y pasaban “buenos momentos” riendo juntos. Ambos explicaron, sin embargo, que llevaban varias semanas sin verle.
La familia de Farias explicó en un comunicado el lunes que el joven Farias fue encontrado inconsciente a las puertas de una iglesia por "un buen samaritano" que llamó al teléfono 911 de emergencias, y ahora estaba recuperándose en un hospital.
La estación local KPRC 2 habló con su madre, que les dijo que su hijo tenía hematomas, quemaduras y arañazos, en “mal estado” tanto física como mentalmente. La estación local ABC 13 también habló con la mujer, que les dijo que tenía heridas y sangre en su cuerpo, y que creía que había sufrido abusos y una fuerte golpiza.
La estación KTRK contactó a la madre para aclarar los comentarios de los vecinos, pero no quiso ser entrevistada en cámara. Solo les dijo a los periodistas que el hombre que sus vecinos describían era su sobrino, no su hijo. Compartió fotos del sobrino, pero los vecinos dijeron que ese no era el hombre que conocen como Dolph.
En 2018, tres años después de que se denunciara su desaparición, el Departamento de Policía de Houston recibió una llamada de un familiar diciendo que Farías estaba viviendo detrás de la casa de un pariente. Pero cuando los oficiales llegaron, no lo encontraron.
Otro vecino entrevistado por KTRK, que pidió ocultar su nombre por motivos de seguridad, dijo que había visto al joven viviendo en casa de su madre durante los últimos años. “Me sorprendió que dijeran que alguien de por aquí estaba desaparecido, y lo vemos”, dijo. “Es chocante para todos”, agregó.
En el momento de la desaparición, Santana dijo a la policía que el joven sufría de depresión y trastorno de estrés postraumático desde que su hermano murió en un accidente de motocicleta en 2011. Los vecinos dicen que el hombre que ellos conocen hablaba de eso.
"Dijo que había perdido a un hermano en un accidente de moto", dijo Ross. "Sé que cuando pensaba en su hermano, no venía a pasar el rato, se iba y se sentaba allí atrás, en el bosque, solo", agregó.
La policía aún no ha podido hablar con Farias, pero tiene previsto intentarlo este miércoles para aclarar las circunstancias de su caso.