Por Noah Osborne — NBC News
Una empleada de Taco Bell de Pennsylvania ha sido alabada como una heroína por la rapidez con la que actuó para salvar la vida de un bebé.
Becky Arbaugh, encargada del establecimiento en el condado de Bucks, realizó compresiones torácicas al pequeño Myles, de 11 meses, que no podía respirar. La madre del niño, Natasha Long, contó que ambos venían de surtir una receta en una farmacia y se detuvieron en el Taco Bell para comer. Cuando escuchó que Myles se asfixiaba, recuerda que perdió el conocimiento.
“Salí corriendo del coche y abrí la puerta. Lo saqué y estaba completamente azul y sin vida”, recordó Long. “No sabía qué hacer”.
En eso llegó Arbaugh, a quien Long describió como un “ángel de la guarda”, y le devolvió la vida a Myles, que estaba sin respirar.
“Tiré mis audífonos. Salí corriendo. Tomé al bebé y empecé a hacerle compresiones torácicas y por fin empezó a respirar”, señaló Arbaugh. “Cuando mis hijos eran pequeños, mi hija tuvo un incidente similar, así que sabía lo que [Long] estaba pasando. Sabía que si la mantenía tranquila y yo mantenía la calma, no me pasaba por la cabeza que el bebé no volvería a respirar”.
Long piensa que la calma con la que reaccionó Arbaugh es la razón por la que pudo salvarle la vida a su bebé.
“No podríamos estar más agradecidos a Becky. Salvó la vida de mi hijo”, añadió Long.
Sin embargo, aunque Arbaugh puede ser aclamada como una heroína, ella aseguró que, como madre, simplemente vio a otra mujer que necesitaba ayuda.