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“No tenemos opción”: los inmigrantes que reparten comida en Nueva York siguen trabajando pese al peligro en el aire

A pesar de las advertencias sanitarias por la densa nube de humo proveniente de Canadá, muchos repartidores no pueden darse el lujo de perder un día de trabajo: no cuentan con un salario mínimo. Dicen que esperan ser remunerados con propinas por su sacrificio.

Por Kimmy Yam y Nicole Acevedo - NBC News

El miércoles por la tarde, mientras muchos residentes de Nueva York se protegían de la peligrosa neblina anaranjada que cubría la ciudad, un inmigrante chino que reparte comida en el sur de Brooklyn tuvo que trabajar 10 horas en las calles a pesar de las condiciones del aire.

“Si sales al exterior por largos períodos de tiempo, sientes que te cuesta respirar. Empieza a dolerte”, dijo en mandarín el repatidor, quien pidió anonimato por temor. “Es como el humo del cigarrillo. Cuanto más estás fuera, más te duele la garganta”.

El repartidor, quien reside en Brooklyn y tiene 38 años, es uno de los innumerables empleados de este oficio que han tenido que seguir en las calles desafiando la deteriorada calidad del aire de Nueva York, descrita como la peor del mundo esta semana, debido al persistente humo proveniente de cientos de incendios forestales que arden en Canadá.

A pesar de las advertencias de las autoridades, muchos repartidores dijeron que no podían darse el lujo de perder un día de trabajo, particularmente porque en la actualidad no existe un salario mínimo para quienes operan como contratistas independientes.

Muchos repartidores de Nueva York dijeron que no podían darse el lujo de perder un día de trabajo.
Muchos repartidores de Nueva York dijeron que no podían darse el lujo de perder un día de trabajo.Getty Images

Las nocivas condiciones del aire continuaron este jueves, y los funcionarios aconsejaron a todas las personas vulnerables que permanezcan en sus casas, cierren puertas y ventanas y usen purificadores de aire. También se aconsejó a los residentes que limiten el tiempo al aire libre y usen mascarillas especiales: N95 o KN95.

Pero los trabajadores han continuado haciendo sus entregas en bicicletas, motocicletas, scooters y otros vehículos donde están en contacto directo con el aire libre.

Antonio Solís, de 36 años, un repartidor que forma parte del colectivo Los Deliveristas Unidos, dijo que para muchos otros como él, tomar días libres significa no poder pagar el alquiler y las facturas a tiempo y arriesgarse a no tener dinero para enviar a sus familias en sus países de origen.

“No tenemos esa opción”, lamentó Solís. Otros repartidores como él esperan que la inclemencia del aire motive a los clientes a dejarles propinas.

Solís dijo que, por lo general, se necesita un clima extremadamente malo para que los clientes tengan ese nivel de generosidad. “Lo que he aprendido en todo este tiempo es que hay que lidiar con el mal tiempo para que haya más pedidos o más propinas”, expuso. “Solo recibimos buenas propinas cuando llueve, cae nieve o o hay otro tipo de mal tiempo”.

Las aplicaciones populares como Uber y DoorDash no respondieron a una solicitud de comentarios de NBC News. Un portavoz de Grubhub dijo en un comunicado que durante esta crisis en el área de la ciudad de Nueva York, la compañía no penalizará a quienes no se sientan seguros y opten por no tomar pedidos.

GrubHub, que también es propietaria de Seamless, otra aplicación de entregas a domicilio, señaló que los empleados pueden solicitar kits de protección gratuitos a través del sitio web de la empresa. DoorDash también ofrece máscaras gratuitas a través de su sitio web. Y Uber reembolsa a sus conductores por máscaras y desinfectantes.

“Los deliveristas están en la primera línea”, dijo Ligia Guallpa, directora de Workers Justice Project, una organización que aboga por mejores condiciones laborales para los trabajadores inmigrantes de bajos salarios. “Ellos están haciendo frente a una emergencia al ser las personas que entregan no solo alimentos, sino también máscaras, medicamentos, elementos esenciales para mantener a los neoyorquinos seguros en sus hogares, mientras arriesgan sus vidas”.

Guallpa explicó que la mayoría de los 65,000 repartidores que trabajan a través de apps​ en la ciudad son inmigrantes del Sur y Este de Asia, América Latina y África que terminan como repartidores debido a la fácil accesibilidad. Pero debido a que los repartidores se consideran contratistas independientes, están excluidos de las protecciones laborales y exentos de los requisitos de salario mínimo.

Los trabajadores ganan un promedio de 14.18 dólares por hora antes de deducir gastos, y eso proviene de los pagos de las aplicaciones y las propinas, según el Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador de la Ciudad de Nueva York.

Si bien muchos repartidores celebraron la aprobación de las protecciones de la ciudad para los repartidores en 2021, Guallpa dijo que la administración del alcalde Eric Adams no cumplió con la fecha límite para implementar la regla en enero. La ciudad ha presentado nuevas propuestas, pero hasta el día de hoy no existe un requisito de salario mínimo.

“La administración de Adams está en proceso de finalizar una regla que garantizará que los repartidores reciban una tarifa justa. Esperamos anunciar esa regla en un futuro cercano”, dijo un portavoz del Ayuntamiento.

“Vemos una ciudad que en realidad ha ignorado la urgencia y la necesidad de implementar el salario mínimo. Ya han pasado seis meses”, dijo Guallpa. “Debido a que esta es la temporada más lenta, las personas se ven obligadas a estar en las calles con la esperanza de recibir más pedidos para entrega y más propinas”.

Huang Mu Wang, quien hace entregas en Brooklyn a través de apps, dijo que también ve a los repartidores como una parte fundamental del ecosistema de la ciudad. Y mientras otros estén trabajando, existe la necesidad de que los repartidores estén en las calles, dijo, ya que “la gente necesita comer”.

Huang Mu Wang
Huang Mu WangNBC News

Pero tampoco ellos han podido ignorar los riesgos para la salud, dijo Huang. A medida que el cielo se oscurecía y tomaba un tono anaranjado el miércoles por la tarde, sus ojos se irritaron y las calles se hicieron cada vez más difíciles de transitar. Algunos de sus compañeros, dijo, tenían preocupaciones sobre posibles accidentes debido a la poca visibilidad.

“Por supuesto que estaba asustado”, dijo Huang en mandarín. “Todo Nueva York estaba temeroso y casi nadie estaba en la calle”.

Sin embargo, los trabajadores que hablaron con NBC News dijeron que sus empresas de entrega de aplicaciones no les dieron máscaras ni ningún otro equipo de protección. La mayoría tuvo que comprar sus propias máscaras, dijeron. La orientación sanitaria también ha sido escasa.

Solís y otros repartidores regalaron mascarillas N95 a los repartidores en Astoria, Queens. Tenían planeado vover a salir el jueves para regalar más. Otros repartidores también han optado por gafas protectoras.

“Como contratistas independientes, muchos de ellos son responsables no solo de hacer este trabajo bajo su propio riesgo, sino también de encontrar sus propios instrumentos de trabajo, incluyendo para cuidar su salud y seguridad”, dijo Guallpa. “Si se enferman, no podrían tener acceso a un seguro de salud ni responsabilizar a su empresa. Si se niegan a trabajar las horas que están programadas, lo más probable es que les desactiven sus cuentas, lo cual es una represalia”.

Dado que las malas condiciones del aire continuarán durante toda la semana, Solís dijo que tiene la esperanza de que otros comprendan mejor su difícil situación. “Esperamos que la gente vea por lo que pasamos para poder entregarles comida caliente y medicamentos”, comentó. “A veces hacemos un esfuerzo extraordinario”.