Por Mark Anderson - The Associated Press
Aficionados de la Fórmula 1 molestos porque se vieron obligados a abandonar el recinto del gran premio de Las Vegas a primera hora de la mañana del viernes, antes del inicio de la segunda sesión de entrenamientos, presentaron una demanda colectiva contra los organizadores de la carrera y su propietario, Liberty Media, en una corte de Nevada, reclamando al menos $30,000 de compensación.
Quienes compraron entradas para la noche inaugural de la carrera sólo vieron nueve minutos de acción el jueves por la noche antes de que el piloto Carlos Sainz Jr. pasara por encima de la tapa de una válvula de agua y dañara su Ferrari.
El personal de la carrera inspeccionó el circuito, lo que provocó un retraso de dos horas y media en la segunda sesión, que comenzó el viernes a las 2:30 de la madrugada (hora local). Además, se extendió la sesión de entrenamientos de 60 a 90 minutos.
Los organizadores de la carrera ofrecieron un descuento de 200 dólares en la tienda oficial de regalos, pero sólo para quienes tenían entradas para la noche del jueves. La mayoría de aficionados compraron pases de tres días para presenciar todo el gran premio.
Stefano Domenicali, presidente de la Fórmula 1, y Renee Wilm, presidenta del gran premio de Las Vegas, emitieron un comunicado el viernes afirmando que habían cerrado la pista a los espectadores por razones legales y de seguridad.
"Todos hemos ido a conciertos, partidos e incluso otras carreras de Fórmula 1, que han sido cancelados debido a factores como el clima o problemas técnicos", indicó el comunicado. "Es algo que ocurre y esperamos que la gente lo entienda", concluyó.