Por Rob Wile - NBC News
La Reserva Federal mantuvo sin cambios el interés oficial de entre 5.25% y 5.5%, lo que constituye el nivel más alto en más de una década, ante el estancamiento de la inflación anual.
En un comunicado en el que se hizo el anuncio, la Fed afirmó que en los últimos meses había tenido lugar “la falta de un mayor progreso” hacia su objetivo de colocar la inflación en el 2%.
“La actividad económica ha seguido creciendo a un ritmo sólido”, afirmó la Fed. “El aumento del empleo ha continuado siendo fuertes, y la tasa de desempleo se ha mantenido baja. La inflación ha disminuido en el último año, pero sigue siendo elevada”.
El mes pasado, el índice de precios al consumo se situó en el 3.5% anual, impulsado por el aumento del costo de la vivienda y de los seguros, especialmente los de automóvil.
“Estamos a una milla de la meta”, afirmó Mark Zandi, economista jefe de Moody’s, al referirse al momento en que la economía alcance una inflación del 2%. “Estamos muy cerca, pero aún no hemos llegado. Creo que la inflación seguirá moderándose”.
La Reserva Federal ha tratado de frenar la inflación manteniendo elevados los intereses. Al encarecer el endeudamiento de empresas y consumidores, incluso mediante tarjetas de crédito, la Fed espera reducir la demanda de bienes y servicios, disminuyendo así el aumento de los precios.
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Hasta ahora, los resultados han sido desiguales. Tras un periodo de rápidas subidas de los intereses, el ritmo de la inflación cayó de más del 9% en el verano de 2022 a sus niveles actuales de entre 3% y 4%.
Pero el descenso se ha estancado desde entonces.
Hay razones complejas para la falta de progreso y muchos elementos pueden estar realmente fuera del control de la Fed. Las compañías de seguros de casa y automóvil siguen siendo los costos más elevados para los consumidores. Mientras tanto, aunque muchos consumidores tienen dificultades, el aumento de la riqueza tras la pandemia ha dejado a otros –especialmente a los de más edad– con mucho dinero para gastar, a pesar de la subida de los precios.
Sea como fuere, la espera de una inflación más lenta ha dejado al consumidor promedio en un estado más sombrío. El martes, el índice mensual de confianza del consumidor del Conference Board fue situado en su nivel más bajo desde julio de 2022. Los consumidores expresaron más preocupación por la situación actual del mercado laboral, las condiciones empresariales futuras, la disponibilidad de empleo y los ingresos, indicó el grupo.
Aun así, la mayoría de los analistas creen que las probabilidades de recesión son remotas. En el informe más reciente sobre el Producto Interno Bruto (PIB, en inglés), el gasto en servicios, que incluye desde restaurantes hasta boletos de avión y servicios profesionales, se situó en el 4% interanual, la tasa más rápida desde 2021.
“No subestimen esta economía”, indicaron economistas de Wells Fargo en un informe tras la publicación.
Los consumidores parecen estar percibiendo que la parte más crucial de la economía –el mercado laboral– se está desacelerando, incluso mientras los precios se mantienen elevados.
Jerome Powell, presidente de la Fed, reconoció este complejo entorno económico en unas declaraciones a principios de marzo.
“Las perspectivas siguen siendo bastante inciertas”, indicó Powell. La Fed debe equilibrar su campaña contra la inflación elevada con una garantía de que la economía no entre en recesión.
Economistas como Zandi tampoco esperan que Fed suba los intereses.
En su lugar, es probable que la Fed los siga manteniendo elevados, quizá incluso hasta después de las elecciones de noviembre, para que no parezca que favorece a uno u otro candidato.
“[El mensaje de Powell] es claro: no podemos bajar los intereses y aún no hemos llegado adonde queremos llegar”, dijo Zandi. “Todavía nos queda camino por recorrer”.