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¿Habrá un cuarto cheque de ayuda por la pandemia? Al menos 60 legisladores ya lo respaldan

Aunque varios congresistas demócratas aseguran que “un cheque más no es suficiente” y piden que la ayuda se convierta en un pago recurrente, algunos economistas están preocupados de que estas medidas puedan terminar por “sobrecalentar la economía”.
/ Source: Telemundo

Todavía hay personas en Estados Unidos que están esperando recibir el cheque de 1,400 dólares que fue aprobado por el Congreso y firmado por el presidente, Joe Biden, el pasado 11 de marzo. Sin embargo, para algunos políticos en Washington es necesario continuar con las rondas de pagos hasta que termine la pandemia.

Un cheque más no es suficiente”, dijeron 53 representantes demócratas en una carta dos meses antes de que Biden y la vicepresidenta, Kamala Harris, firmaran el proyecto de ley de 1.9 billones de dólares para hacer frente a la crisis económica que provocó el COVID-19, según lo recogió este lunes la revista Newsweek.

“Pagos directos recurrentes hasta que la economía se recupere asegurarán que la gente pueda cubrir sus necesidades básicas, proveerá soluciones equitativas racialmente y acortará la duración de la recesión”, escribieron los legisladores liderados por la representante por Minnesota Ilhan Omar.

Este mes, otros 11 congresistas demócratas se sumaron a la iniciativa, entre ellos el senador por Vermont Bernie Sanders; la senadora por Massachusetts Elizabeth Warren y el senador por California Alex Padilla.

Por ahora, Biden no se ha pronunciado al respecto y la posibilidad de que un nuevo estímulo con pagos directos sea aprobado todavía parece incierta.

A pesar de ello, a algunos economistas les preocupa que la economía estadounidense pueda sobrecalentarse si continúan los estímulos del Congreso y de la Reserva Federal –que ha bajado las tasas de interés a cerca del 0%–.

[Estas ayudas económicas que salvan a millones de familias de la quiebra se pueden acabar. ¿Qué pasará después?]

“Si superamos el coronavirus, tendremos una economía en llamas”, dijo a The Economist a mediados de enero el profesor Larry Summers de la Universidad de Harvard, exasesor económico del expresidente Barack Obama.

La principal amenaza en este escenario es la inflación. En teoría, si los precios de los productos y servicios se llegaran a disparar, terminarán comiéndose los estímulos económicos y muy probablemente llevarían a la Reserva Federal a subir la tasa de interés, lo que aumentaría el precio del dinero y pondría en peligro el pago de la deuda contraída por el Gobierno para pagar los estímulos.

El resultado sería un empobrecimiento del ciudadano común y del Gobierno, que se vería con menos opciones a la mano para recomponer el rumbo de la economía.

Aunque no hay acuerdo entre los economistas sobre la probabilidad de que el país se enfrente a un escenario de este tipo en los próximos años, hay algunas señales de que la economía se está recuperando, lo que hace sonar las alarmas entre los más pesimistas.

Por primera vez desde el inicio de la pandemia, las solicitudes de beneficios por desempleo cayeron por debajo de las 700,000. Una señal de que el mercado laboral se está recuperando de la crisis, a pesar de que todavía hay unas 19 millones de personas que dependen de la ayuda por desempleo.

Hasta ahora, la Reserva Federal ha dejado claro que no volverá a subir las tasas de interés hasta que se exceda el objetivo inflacionario del 2% “por cierto tiempo”.

Analistas de Goldman Sachs estimaron a mediados de marzo que la economía podría llegar a crecer hasta un 8% anual en 2021: la tasa más alta que se ha visto en generaciones. A su vez, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reconoció que “la recuperación ha avanzado más rápido de lo esperado en términos generales y parece estar fortaleciéndose”.

En vista del éxito que está mostrando la recuperación de la economía, se volverá más difícil para los legisladores demócratas argumentar que es necesario una nueva ronda de estímulos, mientras que los republicanos, que se opusieron al anterior paquete de ayuda, tendrán menos presión para aprobar uno nuevo.

Los demócratas usaron el mecanismo de reconciliación presupuestaria para aprobar el paquete de ayuda de 1.9 billones de dólares, lo que solo se puede hacer una vez en el año fiscal. Esto significa, que forzosamente necesitarían el apoyo republicano justo cuando parece menos probable que lo obtengan.

Con información de Newsweek, Forbes, The Economist y The New York Times.