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La Universidad Estatal de Ohio niega haber encubierto abusos sexuales años después de pagar indemnizaciones millonarias

En 2018, la escuela se disculpó con los estudiantes después de que una investigación independiente concluyera que los entrenadores y administradores del centro de estudios sabían sobre los abusos y no hicieron nada para impedirlos.

Por Corky Siemaszko - NBC News

En los últimos años, la Universidad Estatal de Ohio (OSU, en inglés) ha pagado 60 millones de dólares a cientos de antiguos estudiantes y deportistas, quienes afirmaron que habían sufrido abusos sexuales décadas atrás por parte de un médico de la institución.

Un expresidente de la institución pidió disculpas públicamente "a cada persona que sufrió" abusos a manos del difunto Dr. Richard Strauss.

La OSU ha dicho en repetidas ocasiones que apoyaba a los cientos de hombres de los que Strauss se aprovechó entre los años 1970 y 1990, sobre todo con el pretexto de realizar exámenes médicos como revisiones de hernias, que requieren que un médico examine los genitales de un paciente.

A lone person makes their way through the "Oval" at the Ohio State University in Columbus in 2020.
Una persona camina por el "Oval" de la Universidad Estatal de Ohio, en Columbus, en 2020.Matthew Hatcher / Getty Images file

Pero ante al menos cinco demandas más de unos 236 hombres que alegan que Strauss también abusó de ellos, la universidad niega ahora que hubiera "admitido" que se había cometido algún delito.

En una respuesta a las demandas presentada el martes en la corte federal del Distrito Sur de Ohio por el abogado del centro de estudios, Michael H. Carpenter, la universidad aseguró que nunca admitió que "el Dr. Strauss cometiera 1,429 agresiones sexuales y 47 violaciones". Los acuerdos que la universidad pagó fueron sin admisión de responsabilidad y se alcanzaron a través de mediaciones.

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También negó haber encubierto los abusos de Strauss, quien murió por suicidio en 2005, y dijo que no puede corroborar las conclusiones del bufete de abogados independiente elegido para investigar el escándalo, Perkins Coie, que indicó en un reporte de 2019 que los entrenadores y administradores del centro de estudios sabían desde hacía dos décadas que Strauss abusaba de estudiantes varones, pero no lo detuvieron.

El Dr. Richard Strauss, en una foto de una solicitud de empleo de 1978 en la Universidad Estatal de Ohio.
El Dr. Richard Strauss, en una foto de una solicitud de empleo de 1978 en la Universidad Estatal de Ohio. Associated Press

La universidad emitió una disculpa tras la publicación del informe en la que dijo: "El fracaso fundamental de nuestra institución en su momento para prevenir este abuso fue inaceptable, al igual que los esfuerzos inadecuados destinados a investigar a fondo las denuncias planteadas por los estudiantes y miembros del personal".

En cuanto a las denuncias de abusos de cientos de estudiantes cuyas demandas contra la universidad están pendientes, "Ohio State declara que carece de conocimiento o información suficiente para tener una idea sobre la veracidad de las restantes acusaciones".

Además, la OSU solicitó en los documentos judiciales que los antiguos alumnos que ahora presentan demandas contra la escuela paguen los honorarios legales de ésta.

Steve Snyder-Hill, uno de los hombres que han demandado a la OSU, calificó de "bofetada en la cara" la exigencia de la universidad de que ellos asuman los costos legales. Pero dijo que lo que realmente lo enfurece es la sugerencia en los documentos judiciales de que algunas de sus demandas deberían desestimarse, porque no se dieron cuenta en ese momento de que estaban siendo abusados sexualmente.

"Eso es un insulto al movimiento #MeToo y una escupitajo descarado en el rostro de cada persona que sufrió un asalto sexual", afirmó Snyder-Hill.

El ex luchador de la OSU y víctima de Strauss, Tom Lisy, no se sorprendió y dijo que “esperaba que Ohio State mintiera en su presentación.”

"Lo que han hecho en todo momento es para proteger su marca [nombre de la universidad]", afirmó. "Por eso encubrieron a Strauss desde el principio".

Matt Reed, quien fue gimnasta de la OSU y demandó a la universidad, declaró que estaba "asqueado por las continuas mentiras y la victimización" de las víctimas de Strauss por parte del centro de estudios y del fiscal general de Ohio, David Yost, cuyo nombre aparece al final de la respuesta. 

"Esperaba que Ohio State continuara la guerra contra nosotros", dijo Reed. "No esperaba un total desmentido".

Ben Johnson, portavoz de OSU, declinó responder a preguntas concretas sobre la respuesta de la universidad. "Los documentos presentados en corte hablan por sí mismos”, aseguró en un correo electrónico.

Ni Carpenter ni Yost respondieron a las solicitudes de comentarios por teléfono y correo electrónico de NBC News.

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Expertos legales dijeron que no es poco común que los acusados nieguen alegaciones en documentos en corte después de que un caso contra ellos avanza. En este caso, fue la Corte Suprema la que impulsó la demanda en junio al negar un pedido de OSU de que se reconsiderara el fallo de una corte más baja, que decidió que a los estudiantes se les debía permitir demandar a la escuela por no haberlos protegido ante Strauss en la década de 1980 y 1990.

Pero las más recientes negaciones de OSU tienen lugar más de cuatro años después de que el entonces presidente de la universidad, Michael V. Drake, expresó, a nombre de la universidad "el profundo arrepentimiento y sinceras disculpas" a las víctimas de Strauss y elogió "la fuerza y el coraje de los sobrevivientes".

"La diferencia entre esa respuesta y la posición pública de OSU es todavía contrastante", dijo Ilann Maazel, uno de los abogados envueltos en las restantes demandas contra la universidad.

Tommy James, un abogado que se ha enfrentado a grandes instituciones como el Departamento de Servicios a Jóvenes de Alabama, dijo que ha visto ese tipo de lenguaje con anterioridad.

"Incluso cuando los acusados, como la Universidad Estatal de Ohio, han reconocido con anterioridad que fallaron en prevenir el abuso, con frecuencia niegan alegaciones similares en las que están envueltos los mismos perpetradores en demandas siguientes", explicó James, quien no está ligado a ninguna de las acciones legales contra OSU.

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Rocky Ratliff, quien fue luchador en OSU y víctima de Strauss, y que también es abogado y representa a algunos de los demandantes, afirmó que la universidad carece de "brújula moral y sigue rebajando y menospreciando a los sobrevivientes [de los abusos]".

"Es decepcionante que la escuela que amamos y por la que hemos sangrado siga luchando contra sus exalumnos más leales mientras finge que le importa [el tema]", añadió Will Knight, otro exluchador de OSU que dijo haber sido víctima de abusos por parte de Strauss y ha demandado al centro de altos estudios.

La Universidad Estatal de Ohio ha estado jugando a la defensiva desde 2018, cuando el denunciante y exluchador de OSU Mike DiSabato presentó acusaciones de que Strauss había abusado de él y de muchos de sus compañeros de equipo durante los exámenes físicos.

El escándalo se extendió a Washington, DC, cuando DiSabato y otros luchadores acusaron a quien fue su entrenador asistente, el poderoso representante Jim Jordan, republicano por Ohio, de virar la espalda a los abusos de Strauss.

Jordan, quien figura en varias de las demandas presentadas contra OSU, ha negado repetidamente tener conocimiento de lo que hacía Strauss. Reiteró esa historia el martes, cuando Ratliff y otros tres exluchadores del centro universitario declararon a NBC News que Jordan los traicionó y que carece del "carácter" necesario para ser el próximo presidente de la Cámara de Representantes, una nominación que Jordan se aseguró el viernes tras una votación de los republicanos de esa instancia legislativa.

Sin embargo, el futuro de Jordan, cuando llegue el momento de conseguir el número de votos necesarios en la Cámara Baja para conseguir el puesto, es aún incierto.