Por Melissa Chan — NBC News
El hombre identificado por la policía como el autor del tiroteo que acabó con la vida de tres estudiantes e hirió a cinco el lunes en el campus de la Universidad Estatal de Michigan se volvió "malvado y mezquino" y se convirtió en un recluso tras la muerte de su madre hace dos años, según dijo su padre este martes en una entrevista.
El acusado, Anthony McRae, de 43 años, tuvo dificultades para sobreponerse a la pérdida de su madre, Linda McRae, y su comportamiento y visión de la vida “cambiaron” después de que ella muriera de un derrame cerebral el 13 de septiembre de 2020, según explicó su padre, Michael McRae.
“Era un niño de mamá. Amaba a su mamá. Estaban muy unidos. Su mamá era como su hermana”, dijo, y “todo sucedió muy rápido”.
Tras su repentino fallecimiento, el hijo menor de los McRae dejó su trabajo en un almacén, donde cargaba refrigeradores en camiones de reparto, y se encerró todo el día en su habitación a jugar a videojuegos, según su padre.
“Estaba de luto por su madre. No quería dejarlo pasar. Se volvió amargado, amargado y amargado”, contó Michael McRae. “Su madre murió y él empezó a volverse malvado y mezquino. Ya no le importaba nada”, añadió
Michael McRae, que estuvo casado con Linda durante 45 años, dijo que trató de animar a su hijo a encontrar trabajo, buscar ayuda y asistir a la iglesia con él.
“Le dije: ‘Habla con papá. Hazme saber si tienes algo en mente. Si necesitas ayuda, te la conseguiré”, relató el padre. “Me dijo: ‘Estoy bien, papá, no necesito ayuda”, continuó.
Michael McRae dijo que era un “hombre de Dios”, que leía la Biblia todos los días y que hacía todo lo posible por ser un buen padre para Anthony McRae y sus otros dos hijos.
“Era un buen chico, no me malinterpreten”, dijo, “pero nunca sabes lo que hará tu hijo cuando sale por la puerta”.
La policía identificó a Anthony McRae como el autor del tiroteo en una conferencia de prensa el martes por la mañana. El hombre abrió fuego en la universidad antes de escapar de las autoridades en una persecución que terminó cuando se suicidó después de un enfrentamiento con agentes en la ciudad de Lansing, dijo la policía.
Según las autoridades, se desconocen los motivos del ataque. No tenía ninguna relación con la universidad y no era estudiante ni miembro del personal, según Chris Rozman, subjefe interino de la Policía de la Universidad Estatal de Michigan. “No tenemos ni idea de por qué vino al campus a hacer esto esta noche”, dijo Rozman.
Michael McRae dijo que no sabía por qué su hijo atacó la escuela, pero dijo que creía que podría haber estado tratando de solicitar un trabajo allí.
En 2019, Anthony McRae se declaró culpable y fue condenado en el condado de Ingham por posesión de un arma de fuego cargada y sentenciado a libertad condicional hasta mayo de 2021.
Michael McRae aseguró que no sabe cómo su hijo obtuvo el arma de fuego o por qué sintió que su hijo quería tener una. Asegura que le dijo a su hijo: “No necesitamos armas en esta casa”. Su hijo prometió deshacerse de ella, pero nunca dejó entrar a su padre en su habitación de la casa que compartían en Lansing, Michigan.
“Le dije: ‘Espero que te hayas deshecho de esa pistola, hombre’. Y él respondió: ‘Sí, me he deshecho de ella. Me deshice de ella’”, dijo Michael McRae. “No lo hizo”, lamentó.
Michael McRae dijo que no creía que su hijo fuera un peligro para sí mismo o para los demás y que nunca sintió que tuviera que alertar a las autoridades sobre su hijo. Aseguró que se enteró de que su hijo estaba detrás de la masacre sólo después de que el FBI y un enjambre de policías locales llegaran a su casa el lunes por la noche.
No supo cuántas personas había matado y herido su hijo hasta el martes por la mañana, en una entrevista con NBC News. “Vaya, Dios mío”, exclamó, “realmente no me lo creo, pero sé que es verdad”.
El padre dijo que su hijo no tenía antecedentes de violencia. “Él no era así”, dijo, “no era un peligro para nadie así, nunca hizo una locura así”.