Los padres de un bebé en el estado mexicano de Baja California han demandado a los médicos de la clínica privada en la que la mujer dio a luz, acusándoles de cortarle por error la oreja al recién nacido durante una operación de cesárea, que, según denunciaron, se realizó bajo la luz de tres teléfono celulares porque el edificio carecía de corriente eléctrica, según informó este jueves el diario Milenio y el diario Reforma.
"No debieron operar a mi mamá sin luz, no debieron cortarme mi orejita", aseguraron los padres en una carta redactada como si la hubiera escrito el bebé, bautizado como Julián Adriel, según Milenio.
La madre, identificada como Karla Urizandi Martínez, de 19 años, ingresó en la Clínica Internacional de Especialidades de Mexicali el pasado 6 de junio a las 11 de la mañana; apenas dos horas después se fue la luz, según Reforma.
"No me quiero operar así, sin luz, tengo mucho miedo, no me quiero morir", le pidió Martínez a su doctor, David Santoyo, según relató su madre, Sonia Martínez Andrade, a Reforma.
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El médico le dijo al esposo que el quirófano estaba iluminado porque la clínica tenía una fuente propia de energía, según Milenio, pero la mujer fue intervenida bajo la luz de teléfonos celulares.
Al final de la cesárea, un doctor le dijo al marido que habían cortado la oreja izquierda al bebé, pero al día siguiente el médico les informó que el niño había nacido con una malformación en la oreja y ellos se la reconstruyeron durante la operación, según Milenio, ahorrando así a la familia 30,000 pesos (unos 1,500 dólares).
Los padres denuncian sin embargo que las pruebas previas al embarazo y los exámenes médicos no detectaron ese supuesto problema antes del nacimiento, según Milenio.
"Hubo una negligencia médica por querer ganar unos pesos", denunció Martínez Andrade a Reforma.