Un pastor de La Luz del Mundo acusa a su superior de amenazarlo de muerte y huye de su parroquia y su casa

MORELOS, México.- Con lágrimas en los ojos y la voz quebrada, Jose Luis Peña, de 63 años, ofició su último servicio como pastor de la iglesia La Luz del Mundo en la pequeña ciudad de Jiutepec, Morelos, el pasado 21 de junio. Eran las seis de la mañana, aún estaba oscuro y las calles de la colonia Otilio Montaño estaban tan vacías como las bancas del templo. La única feligresa presente en la ceremonia matinal era su esposa, Susana Armenta.

“Desde la pandemia nadie madruga al servicio de las seis de la mañana; prefieren venir en la noche”, dice Jose Luis.

Nacido en la Ciudad de México, este expastor se unió a la iglesia a los 15 años, cuando fue bautizado. Durante 45 años sirvió como ministro a La Luz del Mundo y, según su relato, trabajó en más de 20 ciudades de México. Su última asignación, explica, fue la iglesia de Jiutepec, Morelos, adonde fue enviado por sus superiores en enero de 2021.

“Hoy nosotros, mi compañera y yo, hemos tomado una decisión, y nuestra decisión es ser libres en Cristo Jesús”, dijo Jose Luis durante la ceremonia, después de cantar unas alabanzas a Dios. 

Mientras terminaba de empacar su maleta, en la austera casa pastoral de Jiutepec decorada solo con fotografías de Naasón Joaquín García, el líder de la iglesia, Jose Luis explicó a Noticias Telemundo Investiga por qué estaba decidido a abandonar La Luz del Mundo junto a su esposa, Susana Armenta. 

Uno de los motivos por los que Peña dice sentirse decepcionado es que “la iglesia encubrió” los crímenes de Naasón Joaquín García. El apóstol de Jesucristo, como se hace llamar ante sus fieles, fue condenado a 16 años y ocho meses de prisión en California el pasado 8 de junio, tras aceptar ser culpable de abusar sexualmente de menores de edad.

Peña considera que la iglesia mintió a los feligreses asegurando que el líder espiritual era inocente; dice que los líderes “manipularon el discurso” y lograron “dañarle la fe a muchos miembros”.

“Yo decidí no ser parte de estar predicando algo que no es congruente”, afirma.

La otra razón que da para salir de la iglesia es que, desde hace casi tres años, asegura, Susana y él han sido víctimas de hostigamiento, intimidaciones y amenazas de muerte por parte de algunos directivos de La Luz del Mundo después de que el hijo menor de la pareja abandonara la congregación.

“Desde que arrestaron a Naasón Joaquín García, en junio de 2019, comenzó una persecución contra nosotros, liderada por el pastor Gilberto García Granados. Él tiene una fijación en contra de mi hijo menor y mío porque piensa que nosotros hemos participado en acusaciones contra el apóstol”, asegura Jose Luis.  

“A tu papá le pueden hacer daño”: la grabación de las amenazas de muerte

Jose Luis asegura que en agosto de 2019, el pastor Gilberto García Granados, un veterano miembro de la cúpula de La Luz del Mundo, y amigo personal de Naasón Joaquín García, y del padre de éste, Samuel Joaquín Flores, lo citó a él y a su hijo menor en la oficina pastoral de La Luz del Mundo en la colonia Hermosa Provincia de Guadalajara, Jalisco.

El pastor García Granados es padre de Silem García Peña, uno de los voceros de La Luz del Mundo. Según el relato de Jose Luis, García Granados les preguntó por qué estaban hablando mal de Naasón Joaquín García, que en aquel momento estaba encarcelado a la espera de juicio. El hijo menor de Jose Luis aseguró que eso no era cierto, pero García Granados, según el relato de Peña, no les creyó.

“Hasta hoy tu papá puede caminar tranquilamente en las calles de la Hermosa Provincia. Si tú sigues hablando, puede llegar el momento en que corra peligro su vida”, le dijo García Granados al hijo menor de Jose Luis, según el expastor.

Noticias Telemundo Investiga tuvo acceso a un audio de 40 minutos de esta reunión, donde se escuchan las amenazas de García Granados contra José Luis y su hijo. El pastor asegura que fue su hijo quien lo grabó.

En los fragmentos que Noticias Telemundo Investiga pudo escuchar, García Granados dice “si alguien te ha oído que dices algo contra el siervo de Dios y ven a tu papá que anda contigo, le pueden hacer daño”. 

En otro momento de la grabación, García Granados dice: “Ahorita tienes la oportunidad de hablar, también tienes la oportunidad de no hacerlo, pero te va a ir mal. Y no descartes algún hermano que canalice mal sus sentimientos y te haga daño”.

Ese día, el hijo de Jose Luis decidió apartarse de la iglesia y mudarse a otra ciudad mexicana, alejado de cualquier comunidad de La Luz del Mundo, cuenta su padre. Jose Luis dice que en esos meses comenzó a recibir mensajes de texto y llamadas amenazantes de miembros de la iglesia, preguntándole por el paradero de su hijo menor, y que uno de sus superiores le pidió que le enviara constantemente su ubicación en tiempo real por Whatsapp, para saber dónde estaba en sus ratos libres.

“Ellos pensaban que yo me reunía a escondidas con mi hijo menor”, dice.

Hombres armados vigilando en una camioneta

Con el paso del tiempo, cuenta que sentía cada vez más la presión de los supervisores, hasta que unos meses atrás comenzaron a estacionarse vehículos frente a la casa pastoral de Jiutepec, Morelos, donde vivía junto con su esposa.

“Había cuanto menos tres personas dentro del vehículo, y el que estaba atrás traía un arma larga. Eso me alarmó mucho. Me subí a la azotea del templo y pude ver que era una camioneta negra, y no traía placas”, relata.

Estos hostigamientos, dice, le llevaron a él y a su esposa a sufrir un cuadro de estrés agudo.

“Ella se enfermó de la presión, terminó hospitalizada, y a mí me enfermó del estómago, estoy en peligro de que me reviente una úlcera”, asegura.

Por esta razón, Jose Luis decidió renunciar a su salario de pastor de 5,050 pesos mexicanos mensuales ($247 dólares), empacar sus maletas y trasladarse con su esposa a una ciudad del norte de México donde se sienten más seguros, mientras deciden cómo reorganizar sus vidas a sus 63 años.

“Nos estamos yendo por nuestra seguridad, por todas las amenazas que hemos recibido. Y también por nuestra salud”, asegura Susana con la voz entrecortada.

Por vía telefónica, correo electrónico y Whatsapp, Noticias Telemundo Investiga se comunicó con la oficina pastoral y el despacho de comunicación social de la iglesia La Luz del Mundo en su sede principal de Guadalajara, para consultar sobre el caso de Jose Luis y Susana, pero aún no ha habido respuesta. 

“Quedaron como plumas en el aire”

En junio de 2019, Naasón Joaquín García, el máximo líder de La Luz del Mundo fue arrestado en Los Ángeles, California, acusado de abuso sexual de menores de edad. Tres años después de un turbulento caso criminal en la Corte Superior de Los Ángeles, se declaró culpable de tres cargos y fue sentenciado a casi 17 años en prisión.

Jose Luis y Susana aseguran que el estrés generado por este evento no ha sido solamente para ellos, sino para la iglesia en general.

“Durante tres años, los miembros tuvieron la esperanza de que se demostrara la inocencia del apóstol, pero después de la sentencia quedaron como plumas en el aire”, sostiene Jose Luis.

Desde el arresto de Naasón Joaquín García, la posición de La Luz del Mundo ha sido defender su inocencia. Sin embargo, esta labor ha sido cada vez más difícil, según el testimonio de varios exmiembros de la iglesia entrevistados por Noticias Telemundo Investiga, que decidieron abandonar La Luz del Mundo a causa de este escándalo.

Según Jose Luis, la cúpula de La Luz del Mundo quiso “tapar el sol con un dedo”, porque a pesar de la contundente evidencia contra Naasón y los testimonios de las víctimas, siempre lo respaldaron.

“Ofendieron la inteligencia de la feligresía”, asegura Jose Luis.

En la pequeña iglesia de Jiutepec, Morelos, donde pastoreaba Jose Luis, quedaban hasta el mes pasado unos 42 miembros, según los cálculos del expastor. Desde los últimos meses ya habían dejado de asistir a los servicios religiosos varios de sus fieles.

“El mismo día de la sentencia, cuando se escucharon aquellas voces tan duras, tan conmovedoras, de las víctimas, una psicóloga salió del grupo y no la volví a ver en la casa de oración. Ya son varias ausencias que se han dado a causa de eso”, explica Jose Luis.

Los miembros que aún asisten a la iglesia son cada vez menos activos, asegura Susana.

“Llegan los hermanos al templo, nadie hace oración, puede entrar una mosca, y se escucha el ruido de la mosca, y nadie hace oración. Eso es muy doloroso para nosotros, porque estamos viendo como muere el sentimiento espiritual”, explica.  

"Hombres crueles" en la cúpula de la iglesia

Para Jose Luis y Susana, el problema de fe en la iglesia no ha sido causado por el propio caso criminal de su líder, sino por la forma en que la cúpula de La Luz del Mundo ha manejado esta crisis.

“El papel de ellos se ha centrado en tratar de cuidar a la figura apostólica, pero se les olvida que lo primero que deben proteger es a la iglesia, a los miembros de fe”, dice Jose Luis.

Susana piensa que la iglesia está siendo manipulada por un pequeño grupo de pastores que quieren mantener el control, sin importar los efectos negativos que eso tenga entre los miembros.

“Yo pienso que la iglesia no está en buenas manos, dentro de la cúpula hay hombres crueles”, dice Susana.

Aunque ambos consideran que la iglesia está atravesando por una crisis, creen que la fe en Dios es más fuerte y por eso los miembros no deben retirarse. Además, dicen, la iglesia les pertenece.

“De ellos son las paredes de los templos, ellos pagaron las escrituras, aunque no estén a nombre de ninguno de ellos, ellos son dueños de cada objeto que está dentro de la casa de oración y de la casa pastoral. Entonces a dónde van, ¿por qué habrían de salirse?”, añade.

El niño "Naasoncito"

Susana Armenta nació en el seno de La Luz del Mundo. Dice que su padre era un próspero comerciante de Veracruz que entregó su riqueza para construir los primeros templos de la iglesia. Era amigo de Aarón Joaquín González, el primer autoproclamado apóstol y fundador de congregación religiosa.

Por esta razón, Susana fue cercana a la familia Joaquín, e inclusive sirvió en la casa de Samuel Joaquín Flores, el exlíder de la iglesia, fallecido en 2014. Recuerda con amor los días en que tenía que cuidar a su hijo Naasón, de nueve años.

“Le decíamos Naasoncito, era un niño muy bien portado, un niño con principios, muy educado, lo amábamos mucho”, relata Susana con los ojos aguados.

Ese amor que siente por Naasón Joaquín García, fue lo que le impidió creer por tres años que ese niño inocente se hubiera convertido en un “depredador sexual”. Esa fue la expresión que usó el juez Ronald Coen el día de su sentencia en la Corte de Los Ángeles el pasado 8 de junio.

“Yo hasta el último momento decía que era inocente, que era honorable. Cuando llegué a la casa y me enteré de que el apóstol se había declarado culpable, yo me hundí en mi enfermedad. Quedé inconsciente, duré dos días que no quería despertar”, cuenta Susana.

Ese amor de Susana hacia la figura apostólica es un sentimiento generalizado de la iglesia. Desde que sus miembros son bautizados se les enseña que el apóstol, o “la elección”, como lo llaman en La Luz del Mundo, es el intermediario de Dios con los mortales.

“Es un amor espiritual, es un amor hermoso, muy dentro del alma, que inclusive no puede uno describirlo”, relata Susana.

Sin embargo, el amor no siempre es ciego, y desde que Naasón Joaquín García aceptó haber abusado sexualmente de varias menores de edad, son más fieles los que se dan cuenta de que, quizás, el autoproclamado apóstol sea otro pecador más.

Si conoce algún caso relacionado con La Luz del Mundo, puede escribir al autor de este reportaje: juan.cooper@nbcuni.com