Muchos entran a esta casa del terror de Summertown, Tennessee, creyendo que conseguirán el premio de los 20.000 dólares por completar el macabro circuito. Pero nadie lo logra. Al final todos dicen la contraseña para detener el tormento y salir de la tétrica mansión: “De verdad no quieres hacer esto”, según reporta el canal de noticias WFLA.
Luego llega el dueño de la mansión, Russ McKamey, un hombre de pelo encanecido, nariz redonda y una amplia sonrisa, bromea con los concursantes, todavía visiblemente aterrados, les pregunta por qué se rindieron y si “de verdad quieren hacer eso”, la respuesta es invariable: “De verdad no lo quiero hacer”, y el hombre que hace la pregunta se ríe.
Ahora, tiene un nuevo recorrido, aún más aterrador que los anteriores, lo ha bautizado como ‘Desolación’. “Nadie ha llegado tan siquiera al reloj de inicio con este nuevo espectáculo”, dijo McKamey al medio citado.
Pero los candidatos nunca escasean. Después de todo, el precio de entrada sólo es un costal de alimento canino, que McKamey aprovecha para sus cinco perros. Ha invertido más de un millón de dólares, pero no cobra más que en alimento para mascotas. “Soy un mal empresario”, admite a la estación WFLA. Eso sí, sus videos en Youtube tienen miles de visitas e incluso plataformas como Netflix han hecho episodios sobre su casa del terror.
Sin embargo, no es tan fácil participar. Además del alimento se debe cumplir con ciertos requisitos:
- Ser mayor a 21 años, o 18-20 con la aprobación de los padres.
- Completar la prueba de condición física y presentar una carta del médico indicando que se está física y mentalmente apto.
- Pasar una verificación de antecedentes provista por la mansión McKamey
- Ser entrevistado a través de Facebook, Facetime o teléfono.
- Comprobante de seguro médico.
- Firmar una exención detallada de 40 páginas.
- Pasar una prueba de drogas portátil el día del recorrido.
Además, McKamey obliga a los participantes a ver una película de dos horas, una colección de los momentos más escalofriantes por los que pasaron los concursantes que les precedieron.
¿Por qué es tan aterradora la mansión?
El gusto cinematográfico del dueño, indica el medio citado, dice mucho de las fuerzas malignas que inspiran sus recorridos imposibles de concluir. Las películas favoritas de McKamey no son las que están llenas de sangre y mutilaciones grotescas, filmes como Saw u Hostal; sino aquellos clásicos como Psicosis o Pájaros de Alfred Hitchcock, esas películas que tienen un elemento psicológico.
“Porque eso es lo que la mansión es en realidad. Es un juego mental. Soy yo contra ellos”, dijo McKamey a la estación.
Pero eso sí, hay advertencias muy claras sobre lo que puede suceder una vez inicia el recorrido: “Ruidos extremos, poca visibilidad, luces estroboscópicas y efectos de niebla, condiciones húmedas y mojadas, un ambiente físicamente demandante, contacto cercano con criaturas (te pueden tocar) escenas muy reales y gráficas de terror”
También hay ciertas reglas que debes respetar: “No fumar, beber, comer, correr adentro o tocar accesorios y / o actores. La mansión McKamey se reserva el derecho de rechazar la admisión a cualquier persona por cualquier motivo. El invitado asume voluntariamente todos los riesgos / peligros asociados con la participación en este evento”, indica la página web de la casa embrujada.
Por precaución, McKamey siempre graba todos los recorridos. Ha sido demandado más de una vez por un participante que juraba que había sucedido algo que sólo pasó en su cabeza. Si tiene que ir a la corte, sólo presenta el video original y sin editar de lo que realmente sucedió, dice al medio citado.
El hombre que graba el terror de sus huéspedes dice que la hipnosis es una herramienta muy ventajosa a la hora de hacer creer a alguien algo que no es real. ¿Cómo la induce mientras las personas hacen un recorrido? Es un secreto que no ha revelado, aunque los recorridos incluyen partes inundadas y los videos suelen mostrar a los participantes con los ojos vendados.
“Cuando uso la hipnosis, te puede meter a una piscina llena de gatitos con unas pulgadas de agua y decirte que hay un tiburón blanco ahí dentro y tú vas a creer que hay un tiburón allí dentro”, dijo McKamey al canal WFLA.
Ningún recorrido es igual, cada uno se ajusta a los miedos particulares del participante, dice el dueño, un hombre que se describe a sí mismo como un conservador que no le gustan las groserías, no toma alcohol y nunca ha consumido drogas ilícitas.
Si usted cree que puede vencerlo en su propio juego, contáctelo por medio de este hipervínculo. Después de todo, la entrada sólo cuesta un costal de alimento para perros.
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