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Hallan a un joven muerto en su residencia universitaria. Llevaba dos meses desaparecido. Nadie se dio cuenta

“Es inconcebible imaginar cómo se produjeron estas circunstancias”, asegura la universidad. Así lo descubrieron.
Sonoda Campus
Un guardia de seguridad en el exterior de uno de los dormitorios de la Universidad de Canterbury, cerca de Christchurch, Nueva Zelanda, donde fue hallado el cuerpo de un estudiante casi dos meses después de fallecido. Foto: Mark Baker/AP.AP / AP

Investigadores policiales y responsables de una universidad en Nueva Zelanda están investigando el fallecimiento de un estudiante cuyo cadáver fue hallado en su residencia casi dos meses después de su muerte.

Era tanto el fuerte olor que se respiraba al final de uno de los pasillos de la residencia para estudiantes de la Universidad de Canterbury, enclavada en la ciudad de Christchurch, que esta semana las autoridades del centro acudieron a la policía.

En el Campus Sonoda Christchurch, nadie había reparado en la ausencia del joven, cuya identidad no ha sido revelada.

“La policía está concluyendo un examen de la escena en una residencia universitaria en Christchurch —aseguró en un comunicado el detective Craig Johnson—, donde un hombre fue descubierto muerto el lunes por la noche”.

Según un reporte de The Washington Post, el hecho de que muchos estudiantes se ausentaran durante dos semanas por sus vacaciones también contribuyó a que a nadie le extrañara la ausencia del joven, quien cursaba el primer año. 

“Es inconcebible imaginar cómo se produjeron estas circunstancias”, declaró Cheryl de la Rey, la vicecanciller de la universidad, en un comunicado al diario The Washington Post.

De la Rey reveló que la universidad estaba “devastada por lo sucedido” y aseguró que el centro encargaría una investigación independiente para analizar la supervisión del alumnado, al tiempo que declinaba hacer más comentarios por respeto a la familia del occiso, a la que le transmitió su pesar.

“Este es un momento extremadamente angustiante para los estudiantes y para el personal”, concluyó.

Un amigo del joven le dijo a un periódico de Christchurch que era un “tipo bueno y confiado” que a veces “se desconectaba durante una semana más o menos”.

La residencia Sonoda es administrada por Campus Living Villages (CLV), una empresa australiana que también se ocupa del alojamiento de estudiantes universitarios en Reino Unido y Estados Unidos. Aquí los estudiantes pagan más de 10,000 dólares estadounidenses anuales por una habitación individual.

“Si tenemos que cambiar algo en la forma en la que operamos nuestros servicios, estoy seguro de que lo haremos —expresó John Schroder, el gerente de CLV—. Nunca podremos eliminar el riesgo, pero podemos y debemos hacer todo lo posible para minimizarlo”.

Un grupo de estudiantes universitarios llevaron a cabo una protesta que llegó hasta el Ministro de educación con el reclamo de determinar que cómo pudo ocurrir.

Este, por su parte, le pidió a la universidad que “realice una investigación exhaustiva”.

“Si vas a una residencia o a un albergue, estás pagando el mejor precio no solo por un techo sino también por el cuidado pastoral que conlleva —le dijo Chris Hipkins a la agencia de noticias The Associated Press—. Y creo claramente que esto no ha ocurrido en este caso”.

Sam Brosnahan, presidente del cuerpo estudiantil de la Universidad de Canterbury, apuntó que este fallecimiento estaba angustiando a los estudiantes en un campus que por lo general es tranquilo.

“Los estudiantes suelen considerarlo un lugar seguro para aprender, para estudiar y para vivir”, concluyó.