Una botella encontrada en el estado de Florida fue devuelta al mar luego de que se hallaran cenizas y mensajes en su interior, ha reportado la agencia de noticias The Associated Press.
Unas personas que disfrutaban de un día de playa en Miramar Beach le entregaron la botella a las autoridades la semana pasada.
El envase contenía las cenizas de Brian Mullins, un conductor de camión de Garland, Texas, quien murió este año a los 39 años.
La sargento Paula Pendleton, de la Oficina del Alguacil del Condado de Walton, ha dicho que lloró leyendo los mensajes que los seres queridos de Mullins habían depositado en el objeto.
La botella también tenía el numero de teléfono de la familia del fallecido.
La madre de Mullins había insertado billetes de un dólar en la botella para ayudar a pagar las llamadas telefónicas de las personas que encontraran el objeto y reportaran a dónde había llegado.
“Esta botella contiene las cenizas de mi hijo, Brian, quien falleció sorpresiva e inesperadamente el 9 de marzo de 2019”, decía una de las notas encontradas. “Lo estoy enviando en una última aventura”.
Otra nota, escrita en una hoja arrugada, fue la que conmovió de manera especial a Pendleton, cuyo esposo murió el año pasado.
“Cuando mi papá murió yo tenia 14 años”, decía el mensaje. “Ha golpeado bastante a toda la familia y, hasta ahora, ha sido un camino muy duro. Pero, como dice mi abuelita, él amaba ser libre. Entonces, eso es exactamente lo que estamos haciendo”.
Fue en ese instante cuando Pendleton supo que tenía que ayudar.
“Estaba abrumada por la emoción”, ha indicado Pendleton.
Pendleton contactó a un conocido que posee un barco chárter para transportar las cenizas lejos de la costa de Florida.
Fue así como el pasado viernes la botella, los billetes de dólar y las cenizas volvieron a estar en el mar.
"Era un ávido pescador. Quería viajar por el mundo", ha dicho Darlene Mullins, la madre del fallecido.
La mujer ha señalado que su hijo nunca había ido a pescar al océano.
Garland, un suburbio al noreste de Dallas, de donde era Mullins está a unas 300 millas (480 kilómetros) de la costa del Golfo de México.
Ya que la familia no pudo permitirse llevar las cenizas de su hija al mar, Darlene Mullins le encomendó la tarea a unos familiares que iban a Florida.
A principios de agosto, mientras los familiares visitaban la pequeña comunidad de Destin, la botella fue lanzada a la corriente.
"Pensamos que podría haber sido la última vez que veíamos la botella", ha agregado Darlene Mullins. "Pero veremos dónde aparece de nuevo".