Continúa el estancamiento político en Puerto Rico. Este jueves reinó la incertidumbre cuando la Asamblea Legislativa pospuso para el lunes la votación que determinará si Pedro Pierluisi será el nuevo gobernador de la isla, tras ser nominado por Ricardo Rosselló, cuando la renuncia de este se haga efectiva el viernes 2 de agosto.
Rosselló, quien dimitirá sobre las 5 p.m. de este viernes tras masivas protestas en su contra después de la publicación de un chat en donde usaba un lenguaje despectivo y sexista, propuso a Pierluisi como secretario de Estado.
De ser confirmado por la Cámara de Representantes y el Senado como Secretario, puesto que equivale al de vicegobernador, Pierluisi se situaría como el próximo en la línea de mando de acuerdo a la constitución puertorriqueña. Pierluisi fue el representante de la isla en la Cámara de Representantes de Estados Unidos entre 2009 y 2017.
Pero aún no está claro quién reemplazará a Rosselló este viernes, puesto que Pierluisi no ha sido confirmado y Wanda Vázquez, la secretaria de Justicia, quien había dicho que no aceptaría el puesto, escribió en Twitter que su “renuncia aún no estaba contemplada” y que de ser necesario daría el paso hacia delante.
“Estamos atentos al proceso que sigue la Legislatura con relación a la evaluación del designado para Secretario de Estado. Seguiremos realizando nuestra función. Mi renuncia no está contemplada. De llegar el momento, asumiremos la responsabilidad q impone la Constitución y la Ley”, escribió.
En tanto, el Partido Nuevo Progresista, que fuera presidido por Rosselló, cuenta con mayoría en ambas cámaras legislativas, por lo que podría de manera fácil nombrar al nuevo gobernador.
Sin embargo, uno de los obstáculos que enfrenta Pierluisi para su nombramiento parece ser el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, una figura importante que mantiene lazos con la élite política y quien ya ha dicho que no votará por él porque quiere que el cargo de gobernador recaiga en él.
Durante la reunión sostenida este jueves también se anunció que el mismo lunes de la votación habría una audiencia sobre Pierluisi, lo que desató críticas al ser a puertas cerradas.
Pierluisi, quien también fungió como secretario de Justicia entre 1993 y 1996, ha dicho que está dispuesto a contestar cualquier pregunta.
“En este proceso de confirmación que enfrento, lo menos que espero es que me den la oportunidad de contestar cualquier pregunta y atender cualquier inquietud que tengan los que van a estar pasando juicio sobre mi nombramiento”, señaló en Twitter.
El senador Luis Vega Ramos, del Partido Democrático Popular, se quejó de que el encuentro es solo para un partido y lo calificó como una maniobra para decidir al candidato de las elecciones del 2020.
“Esto se ha convertido en una reunión y una garata político partidista por quién se queda a cargo del Partido Nuevo Progresista y de la candidatura de la gobernación en el 2020”, dijo Vega Ramos.
Algunos legisladores se han quejado sobre la labor de Pierluisi en un despacho legal que representa a la junta federal de control creada para supervisar las finanzas de Puerto Rico antes de que el territorio, abrumado por una deuda pública superior a los 70.000 millones de dólares, se declarara en una especie de bancarrota.
El cuñado de Pierluisi también encabeza la junta de control, cuyas exigencias para aplicar medidas de austeridad derivaron en varios enfrentamientos con Rosselló y otros funcionarios electos.
"Existe un grave conflicto de interés ", dijo el representante José Enrique Meléndez.
El presidente de la Cámara de Representantes, Johnny Méndez, ha dicho que Pierluisi no tiene los votos necesarios en la Cámara de Representantes.
"El panorama no puede ser más complejo", dijo el senador José Antonio Vargas Vidot, quien se postuló al Senado como independiente. "Es algo absurdo lo que estamos viviendo. Nunca anticipábamos que pasara algo como esto. En una crisis extraordinaria hay que tomar medidas extraordinarias".
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