El presidente, Donald Trump, ha sido acusado por más de una quincena de mujeres de asalto, abusos, tocamientos o acciones sexuales indeseadas. Su respuesta ha sido siempre negarlo, y deslizar que las presuntas víctimas sólo buscaban fama y dinero.
La última mujer en denunciar violencia sexual ha sido E. Jean Carroll, de 75 años, el pasado viernes en la revista New York Magazine.
La ahora columnista de la revista Elle aseguró que el presunto ataque tuvo lugar en una tienda de lujo en la ciudad de Nueva York, Bergdorf Goodman, donde ambos coincidieron de compras a finales de 1995 o inicios de 1996.
Siempre según su relato, Trump le pidió consejo sobre lencería para otra mujer, y bromeó sobre si querría servirle de modelo. En el vestidor, se lanzó sobre ella, la aprisionó contra la pared y la forzó sexualmente, según denuncia.
Tanto Trump, de 73 años, como Carroll estaban casados en el momento del presunto ataque.
Carroll asegura que le contó lo ocurrido a dos amigos; uno de ellos le animó a acudir a la policía, pero el otro le dijo: “Olvídalo, tiene 200 abogados, te enterrará”.
Trump ha sido acusado anteriormente por 16 mujeres, según señala la radiotelevisión publica británica. En esta ocasión, calificó la acusación de “ficción”, acusándola de inventar algo que nunca ocurrió para vender un libro.
Este martes, en una entrevista a la web informativa The Hill, el presidente ha asegurado que Carroll está “mintiendo por completo”. “Lo primero de todo, ella no es mi tipo”, ha explicado, “lo segundo, nunca ocurrió, ¿de acuerdo”.
“Me encanta no ser su tipo”, ha replicado Carrolls en la cadena CNN.
Trump ya ha usado esta misma explicación para defenderse de acusaciones similares en el pasado: “Creedme, no sería mi primera opción, os lo puedo asegurar”, dijo en 2016 durante un acto de campaña después de que una mujer le acusara de tocarla inapropiadamente en un avión. “Comprobad su página en Facebook y lo entenderéis”, afirmó, según reporta el diario The New York Times.