El hombre acusado de lanzar a un niño de cinco años desde el tercer piso del centro comercial Mall of America, ubicado cerca de Minneapolis (Minnesota), ya había acudido un día antes allí para intentar asesinar a un adulto, según le relató a la policía, pero “no funcionó”.
Así que acudió al día siguiente y decidió matar a un niño, según la denuncia presentada contra él en el condado de Hennepin.
Emmanuel Deshawn Aranda, de 24 años y ciudadano de Minneapolis, ha sido procesado por intento de homicidio, y está encarcelado con una fianza de dos millones de dólares.
La madre del niño estaba con su hijo a las 10:15 de la mañana del viernes a las puertas del café Rain Forest, en el tercer piso, cuando, según su relato, un hombre desconocido se colocó junto a ellos.
La mujer le pidió por favor que se apartara un poco, momento en el que el hombre agarró al niño y lo lanzó por encima de la baranda. Luego intentó huir; otra persona intentó detenerle, pero le empujó contra la pared y siguió corriendo hasta ser atrapado por la policía junto al tren ligero a las afueras del edificio.
El niño, identificado únicamente como Landen, cayó desde una altura de 40 pies y se encuentra “vivo y recibiendo atención” en el hospital infantil de Minneapolis, según explicó el domingo el jefe policial de Bloomington, Jeffrey Potts.
La revista People indica que sufrió un golpe tremendo en la cabeza, y rotura de huesos en brazos y piernas. Se encuentra en condición crítica, según esta fuente.
Según el documento judicial, Aranda confesó a la policía que sabía que lo había hecho estaba mal. Relató que llevaba años yendo al centro comercial, que había intentado hablar a una mujer allí y le había rechazado, así que actuó agresivamente por despecho.
“Este crimen ha conmocionado a la comunidad”, explicó el fiscal Mike Freeman, “que un niño, con su madre, en un lugar seguro como un centro comercial, pueda ser atacado violentamente sin motivo es estremecedor para todos”.
“Hemos acusado a Aranda con el crimen más severo que permiten las evidencias”, añadió, mencionando factores agravantes como la vulnerabilidad del menor, la particular crueldad del acto, y que se cometiera delante de la madre y de otros niños.
Según la citada revista, Aranda ya fue detenido en julio de 2015 por lanzar objetos desde el piso superior; fue condenado por resistencia a la autoridad, y condenado a no volver al centro comercial durante un año.
En agosto de ese año, fue detenido de nuevo por golpear una computadora en una biblioteca local, según explicó tras leer algo que le enfadó en la red social Facebook. Fue condenado a 28 días de cárcel.
En octubre fue arrestado por tercera vez, por lanzar bebidas a una mujer en una restaurante del centro comercial después de pedirle repetidamente que le comprara algo de comida o le diera dinero.