“Hay una nueva caravana grande formándose, por ahora estamos intentando romperla, es más grande que ninguna antes vista, y lo único que puede frenarla es un muro poderoso”, ha indicado este jueves el presidente, Donald Trump, antes de su viaje a la frontera en Texas, donde quiere redoblar su pulso con el Congreso para lograr la financiación necesaria para construir una valla de metal que frene la llegada de inmigrantes indocumentados.
México se prepara también para la posible llegada de una nueva y multitudinaria caravana de inmigrantes centroamericanos que podría partir la próxima semana en dirección a Estados Unidos, mientras estudia como cerrar su frontera con Guatemala para frenar la llegada de familias huyendo de la pobreza y la violencia, que se disparó de nuevo el pasado diciembre pese a las fiestas navideñas.
En diciembre, la Patrulla Fronteriza arrestó a 27.518 inmigrantes que llegaron en familia, un 240% mas que un año antes, según ha informado la cadena CNN. La cifra total de arrestos ascendió a 50.753, ligeramente inferior al mes anterior como sucede tradicionalmente por las festividades.
El director del Instituto Nacional de Migración, Tonatiuh Guillen, viajó este miércoles a El Salvador y Honduras para coordinarse con sus autoridades y tratar de disuadir la marcha que podría comenzar el martes que viene en San Pedro Sula. “En Honduras nos matan”, asegura una convocatoria de la caravana que circula por Internet; otros mensajes animan a salir el 20 de enero de otra ciudad cercana, Santa Bárbara, según la agencia de noticias Reuters.
“Los riesgos de la migración ilegal son serios. No pierdan su tiempo y dinero en un viaje destinado a fracasar. El camino es largo y muy peligroso. Miles de hondureños que participaron en la caravana regresaron arrepentidos”, ha expresado la embajada estadounidense en la red social Twitter, usando las etiquetas #TuNorteEstáAquí y #HondurasTeNecesita.
“Las puertas de México están abiertas a cualquiera que quiera entrar de forma ordenada”, ha dicho el portavoz de la Secretaria de Gobernación, Hector Gandini, a Reuters, pero aquellos que lleguen ilegalmente serán deportados”.
Existen 12 puertos de entrada en la frontera de México con Guatemala, por donde pasaría esta caravana, pero las autoridades mexicanas han identificado hasta 370 pasos ilegales que “serán controlados para evitar el acceso ilegal de personas”, según la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez. El ministro de Asuntos Exteriores de Guatemala se reunió el martes con oficiales mexicanos y prometió ofrecer “toda la ayuda necesaria para apoyar a los migrantes”, según Reuters.
La llegada de la anterior caravana en otoño a la frontera estadounidense llevó a Trump a desplegar miles de soldados, pese a que la mayoría de inmigrantes pidió asilo de forma ordenada en los puertos de entrada. En esta ocasión, el presidente se plantea decretar una emergencia nacional que le permita desviar fondos militares para construir su muro fronterizo. El Gobierno federal sigue parcialmente cerrado por tercera semana consecutiva ante el pulso de Trump con el Congreso: pide 5.700 millones para seguridad fronteriza, pero la Cámara de Representantes, controlada ya por los demócratas, sólo le ofrece 1.200 millones.