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Guitarrista cambia de opinión sobre control de armas tras masacre en Las Vegas

Caleb Keeter, el guitarrista de la banda de música country dirigida por Josh Abbott, dice que ahora está a favor del control de las armas
Lugar del concierto en Las Vegas donde se produjo la masacre
Lugar del concierto en Las Vegas donde se produjo la masacreAP / AP

“Necesitamos un control de armas AHORA. Mi mayor arrepentimiento es que obstinadamente no me di cuenta hasta que mis hermanos y yo estuvimos amenazados por ellas”.

Estas fueron las palabras hechas públicas por Caleb Keeter, el guitarrista de la banda de música country dirigida por Josh Abbott.

Keeter se expresó de esa manera horas después de que todos tuvieran que interrumpir su concierto ante 22.000 personas en Las Vegas, cuando Stephen Paddock comenzó a ametrallar a la multitud desde la ventana de su habitación en el hotel Mandalay Bay, dejando al menos 59 muertos y 527 heridos.

“He sido un defensor de la segunda enmienda toda mi vida. Hasta los acontecimientos de anoche”, precisó el musico en una nota difundida en su cuenta de Twitter.

La traumática experiencia de salvar la vida bajo una lluvia de balas y de ver cómo caían heridas de muerte muchas de las personas que solo querían pasar un rato de felicidad, ha hecho que la percepción de Keeter haya experimentado un giro brusco.

 “No puedo expresar lo equivocado que estaba”, ratificó el instrumentista.

“Necesitamos un control de armas AHORA -insistió-. Mi mayor arrepentimiento es que obstinadamente no me di cuenta hasta que mis hermanos y yo estuvimos amenazados por ellas”.

“Somos increíblemente afortunados de no estar entre el número de víctimas asesinadas o gravemente heridas por este maníaco”, confesó.

Tras haber asegurado que varios miembros de su banda llevaban sus armas de fuego en el autobús en el que suelen desplazarse, Caleb Keeter calificó de “inútil” su posesión, pues sabían que no debían sacarlas para no ser tomados como partícipes activos de la masacre, la mayor en la historia reciente de EEUU.

Por último, el guitarrista reveló que les había escrito una despedida a sus padres y al “amor de su vida” algo así como un testamento en vida, pues sentía que “que no iba a vivir toda la noche”.

Ello, sostuvo, “fue suficiente para que me diera cuenta de que esto está completamente y totalmente fuera de control”, dijo en referencia a la tenencia indiscriminada e incontrolada de las armas en Estados Unidos.

“Basta ya, es suficiente”, escribió Caleb Keeter como parte de unas sentidas palabras tras el concierto abortado de su banda, que cerraba el último de los tres días del Route 91 Harvest Festival, un encuentro para músicos y amantes de la música country en el medio oeste de los Estados Unidos.

En paralelo al reclamo de este músico, pocas horas después de la masacre, artistas, políticos y activistas retomaron con mucho más énfasis sus llamados a que se tomen medidas reales para el control de las armas de fuego en el país.

En una nación que cuenta con 323 millones de habitantes, se calcula que estén en circulación unos 300 millones de armas de fuego de todos los tipos y calibres.