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Expira opción de compra para que Real Madrid se quede con "Chicharito"

Pese a la decisión del club, el futbolista mexicano no pierde la esperanza de ser fichado en Europa
Chicharito, Sergio Alvarez
Javier Hernández del Real Madrid (derecha) disputa un balón con el portero Sergio Álvarez del Celta en el partido por la liga de España, el domingo 26 de abril de 2015. (AP Foto/Lalo R. Villar)AP / AP

Pareciera que para el Real Madrid no fue suficiente lo que hizo Javier “Chicharito” Hernández en los últimos días, ni siquiera el que haya metido el gol que permitió que el equipo de los millonarios de Madrid pasara a las semifinales de la “Champions League”, el torneo más importante del mundo a nivel de clubs.

El poderoso equipo español -por cierto el actual campeón de esa ‘Champions League’- tenía hasta el jueves para decidir si ejercía la opción de compra por el delantero mexicano. Oficialmente, el equipo no ha dicho nada. Por medios de prensa ingleses se sabe que el Chicharito está de nuevo en el mercado y que hay varios equipos, tantos de la liga inglesa como de otras del continente, interesados en el delantero.

Vaya aventura la que ha pasado el controvertido delantero mexicano. Llegó hace menos de un año al Real Madrid y literalmente nadie daba un centavo por él. Venía del Manchester United de Inglaterra donde tuvo un par de buenas temporadas de inicio pero luego ocupó más la banca de suplentes que el puesto de titular en un equipo que como el Madrid ha contado siempre con grandes estrellas. En su momento se dijo que el Madrid lo había tomado a préstamo únicamente por sus posibles efectos de mercadotecnia, léase, para vender camisetas de la marca Adidas con el nombre en la espalda de Chicharito.

Y ciertamente que en general tenían razón los agoreros que criticaron siempre la llegada del Chicharito al Madrid. Hasta antes de ese gol que volvió a poner al centro delantero en la atención pública deportiva -un gol en los últimos minutos del partido entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid-, el Chicharito parecía haber confirmado mucho de lo que se dijo de él desde su incursión en el gran fútbol europeo: que era un simplón del fútbol, que no tenía técnica, que no estaba a la altura de los grandes delanteros del Madrid y que se le había terminado la magia con la que en algún momento, aun con sus limitaciones, había al menos conseguido goles.

Durante todos estos meses, sin embargo, aun con la andanada de críticas que lo martillaban cada semana, el Chicharito nunca bajó la guardia. Siempre optimista, humilde, haciendo todos los sacrificios que fueran necesarios en el entrenamiento para tratar de impresionar al entrenador y no olvidando que lo suyo era ya una ganancia. Que era un privilegio para un futbolista con pocos atributos técnicos haber llegado a donde estaba. 

“Soy un mexicano que está realizando un sueño que tenía desde que estaba en la panza de mi madre”, explicó el Chicarito en una reciente entrevista con el programa español de radio El Larguero. “Yo trabajo todo, no sólo la velocidad. Trato de mejorar la técnica, los movimientos adecuados y todas esas armas que te puede brindar el mejor club del mundo”.

Hernández aceptó que en algún momento -cuando no hacía goles y apenas jugaba ocasionalmente unos minutos - vivió “momentos complicados”. Pero que, sin embargo, su familia, siempre confió en él. “Cuando las cosas están mal, (hay) dudas, no sabes si tienes el talento para estar en el Madrid. Ahí mi familia fue fundamental”.

No es extraño leer en las páginas deportivas de la prensa mexicana cosas como esas precisamente, de que el Chicharito no tiene el talento para jugar no solo en uno de los más ricos y poderosos equipos del mundo, sino aun peor, que está muy lejos de la calidad de gente como Cristiano Ronaldo, el francés Benzema, el colombiano James Rodríguez y tantos otros grandes jugadores del Madrid. 

El gol ante el Atlético de Madrid hizo que bajaran un tanto las críticas contra Chicharito. Y también hizo recordar porque en su momento el mítico entrenador del Manchester United, Alex Fergusson, pidió que contrataran al joven centro delantero mexicano que jugaba con las Chivas en su natal Guadalajara. 

Sucede que es cierto, el Chicharito es un duro, un tronco en el lenguaje futbolero, pero al mismo tiempo es un tipo que mete goles. Que quizá los meta con la rodilla, con la cara, con la chimpinilla, que quizá también sean goles feos que nunca nadie recordará, pero el punto es que mete goles. Lo que lo define es su sentido de la oportunidad. Estar donde debe de estar en el momento adecuado. 

Un detalle que ayuda a dar contexto a la vida del Chicharito: hubo una época con las Chivas en la que estuvo a punto de colgar los tacos y dedicarse a estudiar. No parecía que la daba para el fútbol profesional. “Estuve dos años relegado”, recordó Hernandez en la entrevista. De un día para otro, sin embargo, el Chicharito comenzó a meter goles. Lo demás es historia. O mejor dicho historia que se repite.

También con el Madrid “estuvo relegado”, calentando la banca de suplentes en donde parecía que era el invitado de palo en una alineación con algunos de los mejores jugadores del mundo. Pero vino el gol ante el Atlético y todo cambió.

Pero es injusto juzgar al Chicharito únicamente por sus dotes en la cancha. Eso de la humildad, su entrega y demás no es verso. El tipo es un ejemplo para los jugadores mexicanos que por lo general llegan a Europa o bien creyendo que todo será un paseo de campo o bien careciendo de la fortitud mental para torear las adversidades y eventualmente triunfar en el mejor y más competitivo fútbol del mundo.

Cada quien podrá sacar sus conclusiones sobre la decisión actual del Madrid de no comprar al Chicharito -es posible todavía que entren en la puja por su pase con el resto de equipos

que hoy podrán hacer ofertas por el jugador-. Al final de cuentas es válido el argumento, dicho entre otros por el actual entrenador del Manchester United, Louis Van Gaal, de que un gol no cambia nada en el juicio total sobre un jugador. 

Lo que es cierto es que más allá de su próximo destino profesional, el Chicharito vive una aventura de vida y futbolera que debería de ser emulada por otros jugadores. Hernández hace recordar que cuando no se nació con ese talento que otorgan los dioses futboleros -o en cualquier otra actividad en la vida-, la disciplina y el trabajo duro, la humildad y el optimismo, pueden de alguna manera llenar el vacío. 

“Ahorita estoy en el mejor club del mundo y lo estoy disfrutando”, aseguró el Chicharito con su optimismo de siempre ante la pregunta de si le molestaba que quizá tendría que dejar el equipo madrileño. “A lo mejor mañana se anuncia que me ficha el Madrid”.