La parálisis facial ocurre cuando los músculos del rostro dejan de responder a las señales emitidas por el cerebro, limitando la gesticulación, el habla y afectando la vista debido a la resequedad ocular. Esta puede ser transitoria y presentarse tan solo unas horas después de que hayan aparecido las primeras señales de alarma.
De acuerdo con Clínica Mayo, existen cinco causas principales de la parálisis facial:
1. Daño o hinchazón del nervio facial
Esta es la causa número uno de este padecimiento. Al atrofiarse el séptimo par craneal se ocasiona una pérdida de la capacidad de contracción muscular, generando así la falta de movilidad en el rostro y el aspecto característico de dicha enfermedad: un solo lado de la cara con los labios caídos, párpado paralizado y ceja desplomada.
2. Estrés
Tener una constante tensión hace que la presión sanguínea se eleve, alterando la carga de trabajo del corazón, provocando así daño en los tejidos, en este caso en el nervio facial.
3. Infecciones
Algunas infecciones virales como la meningitis o el resfriado común dan pie a la inflamación del nervio facial, lo cual podría provocar la muerte de las células nerviosas.
4. Diabetes
La diabetes es una enfermedad que afecta a todo el cuerpo, no a un solo órgano específico, por lo que las personas que tienen esta enfermedad son más propensas a sufrir la atrofia del nervio facial.
5. Migraña
De acuerdo con la Academia Americana de Neurología la migraña puede duplicar las posibilidades de padecer una parálisis facial debido a que daña el sistema nervioso, responsable del funcionamiento del séptimo par craneal.
La Organización Mundial de la Salud indica que estas son algunas señales y síntomas de la parálisis facial:
-Comienzo repentino de debilidad leve a parálisis total en un lado de la cara, que puede ocurrir en horas o días.
-Caída facial y dificultad para realizar expresiones faciales.
-Babeo.
-Dolor alrededor de la mandíbula o detrás de la oreja del lado afectado.
-Incremento de la sensibilidad al sonido en el lado afectado.
-Dolor de cabeza.
-Disminución de la capacidad de sentir el gusto.
-Alteraciones en la cantidad de lágrimas y saliva.
La parálisis facial o de Bell, como también es conocida, es completamente curable y en algunas ocasiones no requiere tratamiento más que reposo. No existe un procedimiento único para su cura, pero comúnmente los médicos pueden recetar medicamentos, corticoides o antivirales, y fisioterapia para ayudar a acelerar la recuperación.
En el pasado los pacientes con parálisis facial eran sometidos a cirugía, pero se ha comprobado que la descompresión de los nervios por medio de una intervención quirúrgica no es necesaria y puede tener secuelas graves.
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