Si te sientes somnolienta o tomas siestas largas durante el día, además de otras alteraciones del sueño, esto podría ser un indicador temprano de la enfermedad de Alzheimer, según un estudio reciente.
En la investigación, publicada por la revista Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association's, se encontró que el área del cerebro que se encarga de operar las actividades durante el día es la primera en deteriorarse debido a esta enfermedad.
Esto quiere decir que las alteraciones del sueño, tales como la somnolencia excesiva, despertarse varias veces durante la noche, el insomino o las largas siestas diurnas, pueden ser un precedente de la degeneración cognitiva que caracteriza al Alzheimer.
Estas alteraciones del sueño pueden aparecer mucho antes que cualquier deterioro neurológico relacionado con esta enfermedad, por lo que puede pensarse que son ocasionados por algún otro padecimiento.
Por esa razón, la presencia de este tipo de síntomas podría pasar desapercibida, ya que, tradicionalmente, el Alzheimer suele vincularse únicamente con la pérdida gradual y degenerativa de la memoria.
Las alteraciones del sueño y el Alzheimer
Hasta ahora se había pensado que los trastornos y disfunciones del sueño, como el insomnio o el sueño fragmentado, podrían ser un factor de riesgo para esta enfermedad, de acuerdo con un estudio anterior publicado por la revista Jama Neurology.
No obstante, ahora puede decirse que estos trastornos del sueño son más un síntoma, que una causa del Alzheimer y se deben al deterioro de la las neuronas que se encargan de operar durante la vigilia.
Es la vigilia es el estado de conciencia en el que estás despierta y ahora podría ser una señal temprana del desarrollo y la progresión degenerativa de este trastorno, según los expertos.
"Al respaldar la idea de que la disfunción del sueño es una manifestación de la acumulación de patología de Alzheimer en el cerebro, más que un factor de riesgo, los hallazgos de este estudio abren oportunidades para tratar la causa en lugar de los síntomas", aseguró la doctora Lea T. Grinberg, coautora del estudio, según el sitio Hipertextual.
La importancia de la proteína Tau
Esta nueva investigación fue realizada por un grupo de especialistas de la Universidad de California, en San Francisco, que también determinaron que existe una relación entre el Alzheimer y cierta proteína.
La proteína Tau, cuyos niveles de asociaron al deterioro causado por este trastorno neurológico se encarga de establecer una estructura en las células del cerebro.
La función de esta estructura es limpiar el cerebro de proteínas indeseables. Cuando la proteína Tau no funciona, se acumula y esto desencadena la muerte de las neuronas, de acuerdo con el sitio ABC Salud.
La investigación se basó en el análisis cerebral de 20 personas muertas, para determinar la diferencia en los niveles de esta proteína en las regiones del cerebro que se relacionan con la vigilia.
Esta característica se analizó tanto en casos de pacientes enfermos de Alzheimer, como en individuos sin esta condición antes de su deceso.
El análisis dio como resultado que las personas que habían padecido Alzheimer presentaban una mayor acumulación de la proteína Tau en dichas áreas del cerebro y que tenían un descenso del 75 % en la cantidad de neuronas.
Por el contrario, los individuos que no padecían esta enfermedad, no presentaban daños en esas áreas. Esto aplicó incluso en aquellos que podrían haber sufrido otras enfermedades degenerativas en vida.
Debido a esto, se determinó que el Alzheimer afecta de esa manera específica a dichas regiones del cerebro, según los especialistas.
Otras enfermedades relacionadas con el Alzheimer
Otros estudios han determinado que este trastorno también puede relacionarse con otros padecimientos muy comunes, como la gingivitis bacteriana.
Científicos de la Universidad de Bergen, en Noruega, encontraron rastros de la bacteria causante de esta enfermedad de las encías en los cerebros de personas que habían padecido Alzheimer.
Los expertos creen que esta bacteria juega un papel importante en la degeneración neurológica, pues es capaz de llegar al cerebro y matar a las neuronas, lo que deriva en la demencia senil. Por lo que esta es una razón más mantener una buena higiene bucal.
La ansiedad también podría ser un indicador temprano del Alzheimer, ya que se encontró que los niveles altos de la proteína beta-amiloide, relacionada con este trastorno neurológico, pueden causar síntomas de ansiedad y depresión.
Con los resultados de estos estudios, se pretende que las investigaciones se enfoquen en estas señales y síntomas, tanto para la detección, como para encontrar nuevas formas de tratar el deterioro cognitivo provocado por la enfermedad de Alzheimer, de la que, hasta ahora, se desconocen las causas exactas.
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