desde que tenía 15 años, el abdomen de amanda kabbabe era una fuente de dolor. durante mucho tiempo pasó por varios médicos y ginecólogos que no lograban encontrar las causas exactas de su padecimiento, que además, la hacía tener un estómago hinchado.
“hasta donde puedo recordar, siempre me sentí insegura respecto a mi estómago”, compartió la joven en una entrevista con la revista cosmopolitan.
amanda es originaria de new jersey, se dedica a producir contenido de video en hearst originals y esta es su historia de superación que decidió compartir con todas las mujeres.
fue a los 21 años cuando comenzó a tomar control de su cuerpo y a preocuparse aún más de lo que podría tener. “sabía que tenía algo mal. durante los siguientes 9 años, me aseguré de mencionar este misterioso dolor a tres médicos generales y 5 ginecólogos, pero cada vez que lo mencionaba, no lo tomaban en cuenta”.
amanda pesaba 185 libras y medía 5'3", lo cual le parecía raro, porque siempre estaba pendiente de su dieta y hacía ejercicio. incluso, llegó a tonificar sus brazos y piernas, pero su estómago nunca disminuyó.
a los 23 años, un fuerte dolor la sacudió mientras se encontraba dando una caminata con su novio. “sentí como si alguien me hubiera golpeado la pelvis con una pala”, relató.
su novio le insistió en que se revisara, así que fue incrédula a la visita anual con su ginecólogo para presentarle una vez más sus síntomas, pero recibió la misma respuesta. las semanas pasaron y el dolor migró hacia sus brazos y piernas.
“mi cuerpo entero irradiaba un dolor como calambre. a veces me dolía tanto que no podía levantarme de la cama”.
ella asoció ese dolor a estrés, dado que sus médicos tampoco le decían que fuera algo serio. pero a finales de octubre todo empeoró y llegó a emergencias, donde el doctor le tocó el abdomen adolorido y le recomendó hacerse un mri inmediatamente.
para ahorrar dinero optaron por hacerle un ultrasonido vaginal. los médicos le dijeron que tenía un quiste común que desaparecería solo; le recetaron tylenol y la mandaron a su casa.
al día siguiente, el mismo doctor le llamó para decirle que su tumor medía casi 10 centímetros de diámetro y le comentó: “cualquiera de ese tamaño es alarmante de cáncer”, pero le dijo que no se preocupara y le ordenó más estudios para estar seguros.
amanda agendó una consulta pre-operatoria con su ginecólogo de cabecera para remover esa masa y durante la revisión, la enfermera le dijo que el porcentaje de que fuera cáncer era menos de 1 por ciento.
el día de la cirugía, su ginecólogo principal no estaba en ese momento, así que otro médico la atendió, le hizo unos exámenes de sangre y encontró un nivel elevado de un antígeno cancerígeno llamado ca-125 que puede detectar el cáncer de ovario, así que le ordenaron más estudios.
“sostenía el teléfono en mi oído. era mi doctor llamándome para decirme que había cancelado la cirugía. mis exámenes de sangre revelaron altos niveles alarmantes de proteína afp y encima ldh que eran señal de que la masa era un tumor cancerígeno”, relata.
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