Si últimamente notas tus pechos inflamados, te duelen y has llegado a tener fiebre, ¡cuidado! Podría tratarse de mastitis. Descubre qué es y cómo tratarla.
¿Qué es la mastitis?
Es una infección del tejido mamario, explica el portal WebMD. Aunque ocurre con mayor frecuencia durante la lactancia, también pueden llegar a padecerla mujeres que no han dado a luz recientemente o quienes ya pasaron por la menopausia.
¿Por qué ocurre?
En mujeres que están lactando puede ser por alguna de las siguientes causas, según Baby Center:
- Cuando las bacterias, a menudo a través de la boca del bebé, entran a través de una grieta en el pezón y se alojan en uno de los conductos por donde circula la leche materna.
- Ingurgitación (cuando los pechos están demasiado llenos de leche).
- Conductos de leche obstruidos.
- Residuos de leche que permanecen en el seno después de alimentar al bebé.
En las mujeres posmenopáusicas, las causas podrían ser alguna de las siguientes, enlistadas por el portal WebMD:
- Inflamación crónica de los conductos debajo del pezón, provocada por los cambios hormonales.
- Una forma rara de cáncer llamado carcinoma inflamatorio.
¿Cuáles son los síntomas?
El portal Breastfeeding Support compila los más comunes:
- En los senos: dolor, hinchazón, sensación de calor anormal o enrojecimiento.
- Un bulto doloroso dentro de la mama.
- Señales similares a las de la gripe: escalofríos, fatiga, dolor de cabeza, fiebre.
¿Cómo se trata?
Dado que es una infección, lo primero que debes hacer es ir con tu médico para que te recete un antibiótico: si estás amamantando, el doctor sabrá recomendarte un tratamiento que sea compatible con la lactancia, explica el portal Baby Center.
Adicionalmente, puedes intentar lo siguiente en casa:
- Amamantar a tu bebé más a menudo. Aunque puede ser doloroso hacerlo cuando tienes mastitis, es crucial para que tu suministro de leche fluya. Prueba hacerlo cada dos horas, para evitar coágulos de leche o exceso de ésta.
Para asegurarte que te estás alimentando bien durante la lactancia, mira estos 5 tips:
- Usar una compresa fría en tu seno. Hazlo entre cada sesión de lactancia: ayudará a aliviar el dolor y la hinchazón.
- Masajear tus senos. Hazlo suavemente desde el pezón hasta la axila.
- Usar un sujetador que no te apriete. O prescindir de él hasta que te sientas más cómoda.
Recuerda: si presentas cualquiera de los síntomas descritos, consulta inmediatamente a tu médico.
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