El Ministro de Economía de México, Idelfonso Guajardo, dijo este jueves que espera saber en los próximos dos días si es posible "a corto plazo" un nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, o NAFTA por sus siglas en inglés) con Estados Unidos y Canadá, tras ocho meses de negociaciones entre los países.
“Creo que vamos a saber a lo largo de este día o mañana si tenemos lo necesario para aterrizar las cosas a corto plazo”, dijo, según reportó la agencia Reuters.
La exigencia del corto plazo se inscribe en un contexto electoral: ambas partes quieren acercar posiciones previo a los cambios que podrían traer las elecciones intermedias de noviembre en Estados Unidos, y las presidenciales de México en julio.
Una negociación dentro de la coyuntura política
Entre quienes impulsan una pronta resolución está el Representante de Comercio de Estados Unidos, Rober Lightizer, quien quiere evitar complicaciones que podrían surgir de los resultados de las votaciones. La fecha límite que se ha mencionado es el 17 o 18 de mayo, para que el actual Congreso pueda tratar el acuerdo.
Para uno de los participantes en la negociación, Rafael, Herrera, existe “una ventana”, para lograr el cometido de los negociadores antes de las elecciones en ambos países.
“Tenemos hoy por hoy una ventana para poder cerrar esta negociación y poder tener la oportunidad de que el Congreso norteamericano y el Congreso mexicano tengan los tiempos necesarios para poder pasar el acuerdo en los próximos meses”, dijo en entrevista para Noticias Telemundo.
Además del posible impacto de cambios en el equilibrio de poderes en el Congreso norteamericano, la incógnita del próximo presidente de México ocupa el trasfondo de las negociaciones: al igual que Trump, el candidato puntero en la encuestas en México, Andrés Manuel López Obrador, ha criticado el acuerdo, y ha pedido que la negociación se lleva a cabo hasta después de la elección y que “no por la precipitación se vaya a firmar algo que nos perjudique”.
Sin embargo, al igual que el presidente norteamericano no se salió unilateralmente del tratado, el candidato mexicano ha buscado dar señales de apaciguamiento: En marzo anunciado la continuidad del equipo negociador, según reportó el periódico El País.
Pocos días después, anunció en un video al que sería su jefe negociador para el TLCAN en caso de ganar las elecciones, el ex economista principal del Banco Mundial y embajador ante la Organización Mundial del Trabajo, Jesús Seade Helú.
Desafíos por productos e impactos por regiones
Para mantener en pie el acuerdo que desde 1994 impulsa la integración económica regional los negociadores todavía se enfrentan a varios obstáculos. Uno de las principales es la construcción de automóviles.
México ya ha lanzado una contrapropuesta sobre reglas producción más estrictas que desea Estados Unidos, o reglas de origen (exigiendo un mayor porcentaje de la producción en el país), además de un ajuste de los salarios. El presidente, Donald Trump, culpa los salarios más baratos en México de las pérdidas de trabajos de manufactura en Estados Unidos.
Este último punto puede complciar el acuerdo. Para expertos como el ex Secretario de Comercio Carlos Gutiérrez, el ajuste de salario en México podría no ser factibles dadas las condiciones de la economía mexicana.
Para Herrera, otro tema "que se está peleando" son las estacionalidades de la frutas y verduras, y la protección de los productores de Estados Unidos.
“La posición de Estados Unidos es tratar de mejorar para sus productores en que ellos puedan tener mejor impacto en el mercado, para que puedan tener una venta mucho más alta contra el mexicano. Eso el lo que se está peleando hoy por hoy”, agregó.
Entre los más afectados por un posible fracaso de las negociaciones del TLCAN se encuentran los estados fronterizos de Estados Unidos, cuyas exportaciones apuntan a México.
Para el miembro de la Cámara Empresarial de Houston, John Cypher, la relación es fundamental para la economía del área y su fin implicaría barreras a los beneficios que ha traído el tratado.
“Nuestro principal socio para la zona de Houston es México, y la relación comercial deja una balanza positiva de más de 4.000 millones de dólares a la zona de Houston”, dijo en entrevista para Noticias Telemundo.
Según Cypher, la derogación o la modificación del acuerdo podría afectar severamente su región.
“De un día para otro tendrías barreras para continuar beneficiando a la región de Houston de este libre flujo de bienes que está dejando mucho dinero en la mesa para nuestra zona”, dijo.