Republicanos y demócratas fracasaron este viernes en un intento de lograr un acuerdo bilateral para mantener el gobierno funcionando hasta el 16 de febrero, lo que provocaría de hecho un cierre del gobierno federal que coincide con el primer aniversario de la presidencia de Donald Trump.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sander, responsabilizó a los demócratas de la falta de acuerdo.,
"Los Demócratas del Senado son responsables del Cierre Schumer. Esta noche, ponen la política por encima de nuestra seguridad nacional, familias militares, niños vulnerables y la capacidad de nuestro país de servir a todos los estadounidenses. No negociaremos el estatus de inmigrantes ilegales mientras que los demócratas mantienen como rehenes a nuestros ciudadanos legítimos por sus imprudentes demandas", dijo en un comunicado.
"Este es el comportamiento de los perdedores obstruccionistas, no de los legisladores. Cuando los demócratas comiencen a pagarle a nuestras fuerzas armadas y personal de auxilio, reabriremos las negociaciones sobre la reforma migratoria. Durante este Cierra Schumer fabricado políticamente, el Presidente y su Administración lucharán y protegerán al pueblo estadounidense", agregó.
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell había fijado la votación para finalizar el debate sobre un proyecto de ley de gastos a corto plazo a las 10 p.m, pero en los minutos finales esa última medida para impedir el cierre del gobierno no logró los 60 votos necesarios para ser aprobada.
Republicanos y demócratas cruzaron filas partidistas en esta votación.
Del lado republicano, los senadores Lindsey Graham, Jeff Flake, Rand Paul y Mike Lee votaron en contra del proyecto presentado por su propio partido. Los demócratas Claire McCaskill, Joe Donnelly, Joe Manchin III, Heidi Heitkamp y Doug Jones que enfrentan difíciles caminos para la reelección en los estados que apoyaron a Trump, votaron a favor del proyecto republicano.
Se trata del primer cierre del gobierno federal desde 2013. Entre el 1 y el 17 de octubre de ese año 800 mil empleados federales fueron enviados a sus casas con licencias sin sueldo a causa del desacuerdo entre republicanos y demócratas en el Congreso.
Poco antes, el presidente Trump tuiteaba que los esfuerzos para impedir el cierre del gobierno no lucían bien.
“No luce bien para nuestro gran ejército y Seguridad en la muy peligrosa frontera sur. Los demócratas quieren un cierre para ayudar a disminuir el gran éxito de los recortes de impuestos, y lo que estos hacen por el auge de nuestra economía”.
En la tarde, Trump se reunió con el líder de la minoría en el Senado, Charles E. Schumer, pero el encuentro no produjo resultados, y Trump reafirmó rápidamente su apoyo a un plan de gasto temporal del Partido Republicano que mantendría abiertas las agencias por 30 días.
Los republicanos insisten en una extensión del presupuesto por cuatro semanas que incluye una autorización de seis años para el Programa de Seguro de Salud para Niños (CHIP) y demora varios impuestos sobre la atención médica.
Por su parte, los demócratas pidieron una extensión de fondos de varios días que permitiría más tiempo para las negociaciones sobre el estatus legal de los inmigrantes traídos ilegalmente a los Estados Unidos cuando eran niños, conocidos como "soñadores".