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Nueva política de Trump hacia Cuba: ¿cambio o continuidad con Obama?

El anuncio del presidente Trump este viernes modificará algunos aspectos de la política de su predecesor, Barack Obama, pero otros seguirán en pie.

El presidente Donald Trump visitará este viernes Miami para anunciar ante la comunidad cubanoamericana las nuevas directrices que guiarán su política hacia la isla caribeña de gobierno comunista.

El anuncio, del cual ya se han filtrado varios detalles, ha sido esperado con expectación durante cinco meses por los cubanoamericanos, divididos entre quienes favorecen una continuidad del acercamiento y deshielo de relaciones iniciado por el presidente Barack Obama, y quienes apuestan por sanciones para forzar al gobierno de Raúl Castro a respetar los derechos humanos y propiciar una apertura hacia la democracia.

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Los cambios que anunciará Trump desde el teatro Manuel Artime de La Pequeña Habana, sin embargo, no desmantelan los pilares de la política de Obama hacia Cuba, sino sólo algunas regulaciones que flexibilizaron el embargo a partir de enero de 2015.

La nueva política es efectiva el propio viernes pero oficialmente entrará en vigor cuando las regulaciones sean implementadas por el Departamento de Comercio y el del Tesoro.

Qué cambia:

- Mayor control sobre los viajes de ciudadanos estadounidenses que no tienen familiares en Cuba. El gobierno de Obama permitió los viajes bajo una licencia general, de fácil adquisición. Trump reinstaurará regulaciones establecidas bajo George W. Bush, que implican que quienes deseen viajar deberán presentar una licencia específica, o sea, documentación para demostrar su itinerario y cómo se ajustan a las 12 categorías, ampliadas por el gobierno de Obama.

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- Los viajes educacionales y académicos volverán a necesitar el patrocinio de una entidad estadounidense y pueden estar sujetos a auditorías.

- Restricción a los negocios de las empresas estadounidenses con GAESA, un conglomerado militar-industrial que controla el sector estatal cubano.

- Bajo las nuevas regulaciones, se prohibirán las transacciones financieras con GAESA y sus filiales así como con entidades castrenses, órganos de inteligencia y de Seguridad del Estado. Pero debido a la omnipresencia de GAESA en la economía cubana -según expertos de hasta el 50%-, sería difícil que la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro pueda determinar qué entidades tienen vínculos con la corporación militar.

Esta medida podría afectar a la cadena Marriott International Inc, la única empresa estadounidense con negocios en el turismo. Marriott gestiona un hotel Gaviota en La Habana bajo la marca Sheraton en 2016. Pero Gaviota es parte de GAESA y los proyectos de desarrollo turístico en La Habana y otros lugares están casi exclusivamente en sus manos.

- Se restringirán los permisos a las compañías que buscan establecer negocios en materia de telecomunicaciones e Internet dentro de Cuba.

- Mayor supervisión sobre las exportaciones estadounidenses tanto de productos agrícolas como de medicinas y equipos médicos a la isla.

Qué se mantiene igual:

-Trump mantendrá las relaciones diplomáticas, incluyendo la embajada en La Habana, y los vínculos comerciales.

-Quienes ya tengan negocios con Cuba pueden continuarlos sin cambios, a menos que impliquen relaciones con GAESA.

-Se mantiene el flujo de viajes a la isla, por avión y cruceros.

-Se mantiene la liberalización establecida por Obama en los viajes y envíos de remesas de los cubanos a la isla.

-No restituye la política de “pies mojados, pies secos”, que permitía a los inmigrantes cubanos que tocaran tierra estadounidense solicitar y procesar su residencia en Estados Unidos.  Ese decreto fue derogado por el presidente Obama el pasado 12 de enero, antes de abandonar la Casa Blanca.