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A los 28 años le extirparon 100 lunares sospechosos de melanoma: “Llevo mis cicatrices con orgullo”

Luego de que la madre de Theresa Kurtz muriera de cáncer de piel, fue a realizarse una revisión médica y se sorprendió al recibir el mismo diagnóstico.

Por A. Pawlowski — TODAY

Dos meses después de que su madre muriera a causa de melanoma, Theresa Kurtz quedó atónita al ser diagnosticada de cáncer de piel.

Tenía un melanoma confirmado y tres lunares gravemente anormales que estaban a punto de convertirse en ese tipo de cáncer de piel. La terrible experiencia finalmente llevó a los médicos a extirpar y realizar una biopsia de 100 lunares sospechosos en su cuerpo.

En ese momento Kurtz tenía sólo 28 años. Había concertado una cita con un dermatólogo para cumplir el deseo de su madre de ir a ver a un especialista de la piel.

“Ella siempre había querido que fuera a hacerme un chequeo. Tuvo que morir para que yo tomara esa petición en serio”, comentó Kurtz a TODAY.com, quien vive en Monument, Colorado, y ahora tiene 38 años.

“Todavía estaba llorando a mi madre y pensando en cómo es la vida sin ella, y luego escuché lo mismo: al principio, había mucha ira. Y luego convertí ese enojo en: ¿Cómo puedo contar mi historia y ayudar a otras personas?”, recordó.

Theresa Kurtz tiene varias cicatrices visibles de su terrible experiencia, incluida una en el brazo.
Theresa Kurtz tiene varias cicatrices visibles de su terrible experiencia, incluida una en el brazo.Cortesía de Theresa Kurtz

El melanoma estaba “en todas partes”

Kurtz tiene muchos factores de riesgo de melanoma, incluida piel clara y cabello rojo, muchos lunares en el cuerpo, antecedentes familiares de cáncer de piel y mucho tiempo de exposición a la luz ultravioleta.

Le encanta estar al aire libre y se quema con facilidad. Trabaja en el campo del atletismo universitario, por lo que Kurtz ha pasado bastante tiempo al aire libre en juegos de béisbol y softbol.

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Cuando era niña, sus padres siempre la obligaban a usar protector solar, pero en su adolescencia, su uso de protector solar era irregular: “Crees que eres invencible y que no te va a pasar nada”, recuerda.

Kurtz también fue usuaria de camas solares durante unos cinco años y señaló que “le gustaba estar bronceada” cuando estaba en la escuela secundaria y la universidad. En un estudio titulado ‘Asociación entre el bronceado en interiores y el melanoma en hombres y mujeres más jóvenes’, señalan que las mujeres menores de 30 años tenían seis veces más probabilidades de desarrollar melanoma si se bronceaban de esa forma.

La familia de Kurtz no es ajena al cáncer de piel: a su madre, Mary, le extirparon manchas que resultaron ser melanoma, pero recibió tratamiento y fue muy proactiva al hacerse controles cutáneos periódicos, explicó Theresa.

Kurtz, a la derecha, con su madre, Mary.
Kurtz, a la derecha, con su madre, Mary. Cortesía de Theresa Kurtz

El melanoma, la forma más mortal de cáncer de piel, puede crecer rápidamente y extenderse a cualquier órgano si no se detecta y se trata a tiempo, advierte la Clínica Cleveland. Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, en 2024 se diagnosticarán más de 100,000 nuevos casos de melanoma y más de 8,000 pacientes morirán.

En el verano de 2014 la madre de Kurtz comenzó a sentirse mal hasta el punto de que tuvo que ir a la sala de emergencias. Pensó que tenía culebrilla, pero las revisiones y los estudios revelaron que había melanoma en el hígado, el cerebro y los huesos. “Estaba en todas partes”, explicó Kurtz. Los médicos le dijeron a la familia que, en algún momento, un melanoma no detectado debió extenderse a un ganglio linfático y comenzar a hacer metástasis.

Su madre falleció en agosto de 2014, un mes después de recibir un diagnóstico de melanoma en etapa 4. En ese momento tenía 54 años.

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‘Amo mis cicatrices’

Dos meses después, cumpliendo el deseo de su madre de hacerse un chequeo de la piel, Kurtz acudió a un dermatólogo. “Miro hacia atrás y todos los días estoy muy agradecida de haberla escuchado y finalmente hacerle caso”, comentó.

La mayoría de los adultos tienen entre 10 y 40 lunares en el cuerpo, pero Kurtz tiene muchos más. Las personas con más de 50 lunares tienen un mayor riesgo de desarrollar melanoma, según la Academia Estadounidense de Dermatología. (Pero es complicado detectarlos: un estudio también encontró que la mayoría de los pacientes con melanoma tienen pocos lunares).

En esa primera cita con su dermatólogo en octubre de 2014, el médico extirpó y tomó una biopsia de 28 lunares sospechosos en el cuerpo de Kurtz. Uno de ellos resultó ser un melanoma en etapa 0, lo que significa que todavía estaba en la capa superior de su piel y aún no había crecido más profundamente.

La mancha, en el costado debajo de su seno derecho, requirió cirugía que dejó una cicatriz de 9 pulgadas. Otros tres lunares, en sus brazos y piernas, eran muy anormales y también requirieron cirugía para asegurarse de que los márgenes estuvieran limpios.

“Amo mis cicatrices. Para mí, es una prueba 100 % de que soy más fuerte que lo que intentó hacerme daño”, afirma. “Las llevo con mucho orgullo”.

Kurtz se sometió a una cirugía para extirpar el melanoma en diciembre de 2014.
Kurtz se sometió a una cirugía para extirpar el melanoma en diciembre de 2014.Cortesía de Theresa Kurtz

Kurtz estima que los médicos han eliminado y realizado biopsias de 100 puntos sospechosos en su cuerpo. Dados sus antecedentes familiares, se sometió a exámenes de piel, análisis de sangre y radiografías con mucha frecuencia durante los primeros cinco años después de su diagnóstico para asegurarse de que el melanoma no se hubiera propagado. Ahora se hace un chequeo cutáneo anual. Han pasado 10 años desde que no se encontró melanoma en su cuerpo.

Por un tiempo, Kurtz tuvo miedo de salir, pero decidió que no iba a dejar de vivir su vida. Todavía disfruta del aire libre, pero siempre usa protector solar con un SPF alto y se lo vuelve a aplicar constantemente.

"Las cicatrices son parte de mi historia", dice. "Llevo mis cicatrices con orgullo".
"Las cicatrices son parte de mi historia", dice. "Llevo mis cicatrices con orgullo". Cortesía de Theresa Kurtz

Al reflexionar sobre haber recibido el mismo diagnóstico que su madre, Kurtz dice que intenta encontrar algo positivo en esta terrible experiencia.

“Podría sentarme y hundirme en la auto compasión de ‘Esto es horrible’. Pero en lugar de eso, trato de contar mi historia con la esperanza de que alguien más escuche lo que yo escuché de mi mamá y vaya a hacerse un chequeo”, aseguró.

“Realmente espero que alguien pueda escuchar esto y decir: ‘Probablemente debería hacerme un chequeo o ir al dermatólogo”.

Síntomas del melanoma

Los médicos instan a las personas a vigilar su piel y prestar atención a los síntomas, como los ABCDE del melanoma (buscando asimetría, borde, color, diámetro y una forma en evolución) y a las señales de advertencia, incluido un lunar “patito feo” que no se parece a cualquier otro o una raya oscura vertical en una uña.

Un historial de quemaduras solares graves se asocia con el riesgo de desarrollar melanoma. Más de un tercio de los estadounidenses, el 36%, sufrió quemaduras solares en 2023, según una nueva encuesta de la Academia Estadounidense de Dermatología.

Es importante buscar sombra, usar ropa protectora contra el sol y aplicar un protector solar de amplio espectro resistente al agua con un SPF de 30 o más para proteger la piel, aconseja la academia.

Si quieres leer la nota en su versión original en inglés ve aquí.