El activista Carlos Eduardo Espina es hijo de padre uruguayo y madre mexicana. Nació en Montevideo, Uruguay, pero desde los cinco años vive en Texas y siendo adolescente comenzó a interesare e involucrarse en las problemáticas migratorias.
A sus 23 años, sigue inmerso en tratar de ayudar a las personas que cruzan por la frontera sur del país.
El pasado miércoles 22 de junio, se enfrentó a una de las situaciones más duras que le han tocado como activista: le fue entregado un niño de 5 años que estaba abandonado en la frontera.
Por medio de sus redes sociales, Espina documentó el hecho y lamentó que esto ocurra frecuentemente en la frontera entre México y Estados Unidos.
“Esto es posiblemente la cosa más insólita que me ha tocado vivir en todo el tiempo que llevo reportando sobre el tema de inmigración. El niño que ven aquí, recostado encima de mí es un bebé de 5 años que fue abandonado en la frontera”, relata en el video.
Los sueños en una bolsa de plástico
Como activista, director de una organización sin fines de lucro que busca ayudar a la comunidad inmigrante e influencer, Espina ha sido testigo del trato que reciben las personas, sin importar la edad y comparte en sus redes sociales la cruda realidad que se vive.
En entrevista con hoyDía, criticó los protocolos que toman en inmigración y dijo que en el sector de Yuma, Arizona: "Están cruzando entre 200 a 400 migrantes cada madrugada, entre ellos niños no acompañados, adultos y familias".
Agregó que las autoridades de ese lado del muro les dan una bolsa de plástico pequeña donde las personas colocan sus pertenencias. "Lo que cabe ahí es lo que se llevan a procesar y lo demás debe ser tirado a la basura", explicó.
"Esalgo muy inhumano. Especialmente porque muchos de estos inmigrantes eventualmente deberán ser deportados o retornados a México y cuando sucede eso, los liberan con nada", dijo.
El niño que recibió en sus brazos
Espina compartió cómo se sienteluego de que una inmigrante se le acercó para entregarle al pequeño de 5 años, al cual había encontrado vagando solo en la línea fronteriza de Mexicali, Baja California:
“Estábamos otros periodistas y yo con los migrantes simplemente hablando y se me acerca una señora y dice: ‘Mira, parece que tú conoces un poco los procesos legales, me puedes aconsejar en mi caso… venía cruzando por México y me encuentro a este niño abandonado del otro lado y lo crucé, pero no sé qué hacer con él. Noo dudó en recibir al menor, lo tomó en brazos y se aseguró de que su salud no estuviera comprometida. El niño estaba exhausto y deshidratado.
“Ni me la creía, honestamente. Vivir algo así es verdaderamente terrible…Es algo muy pesado, uno sabe que estas cosas suceden en la frontera, porque, como bien saben, no es la primera vez que algo así ha sucedido, y lamentablemente, lo más probable es que no sea la última vez, pero vivirlo en carne propia es muy triste”, dijo.
La cantidad de niños que cruzan solos va en aumento
De acuerdo con datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), en lo que va del 2022 el ingreso al país de menores sin compañía ha aumentado en un 25.7% en comparación con el 2021.
Hasta el momento, esta dependencia contabiliza 98,654 encuentros de adolescentes y niños en soledad, en los diversos puntos de cruce de migrantes.
Eduardo Espina fue testigo de esta realidad, una experiencia que lo dejó impactado. Así reflexionó al respecto: “Lo que yo sentí no se compara a lo que debe haber estado sintiendo ese niño, eso fue lo que más me pesó, imaginar a ese niño de 5 años, que no tiene la edad para comprender o entender la situación”.
Como muchos otros pequeños que arriesgan la vida con la esperanza de reencontrarse con sus padres o familiares, luego de ser procesados por inmigración, el menor terminó su recorrido completamente exhausto.
“Estaba agotado, en el video pueden ver que está totalmente derretido en mis brazos, su cuerpo no le daba, y luego, ya cuando lo despertamos para entregarlo a inmigración lloraba y lloraba y nos abrazaba, a mí y a los migrantes que estaban ahí, la verdad me dolió bastante”, expresó el activista.
Pidió a sus seguidores que tomen conciencia sobre la decisión de mandar menores de edad sin compañía, ya que en el camino hacia Estados Unidos hay muchos peligros y la posibilidad de que desaparezcan.
En 2021, la CBP contabilizó 78,459 detenciones de menores que ingresaron sin compañía al país en todo el año. Hasta el 15 de junio del 2022, cuando la dependencia hizo la última actualización de este conteo, esa cifra ya fue superada y falta medio año para cerrar la contabilidad de este año.
“Estoy agradecido con los migrantes de buen corazón que lo ayudaron, porque hacía bastante frío por la madrugada, así que le dieron más ropa, le dieron comida, le dieron agua, nunca dejaron solo a ese niño, así que por un lado fue lindo ver la unidad de los inmigrantes”, fue el mensaje con el que reconoció la buena labor de las personas que socorrieron a este pequeño.
Hasta ahora se desconoce el paradero del menor, aunque inmigración tuvo que proporcionarle atención médica, iniciar su proceso migratorio y posteriormente buscar la manera de reunificarlo con sus familiares en la nación
¿Quién es Carlos Eduardo Espina?
La raíces y origen latino de este joven activista lo han llevado a involucrarse con la causa migratoria desde su adolescencia.
En 2017 creó su primera fundación sin fines de lucro llamada Fútbol para el futuro, con la cual, Carlos y su equipo organizan campamentos de fútbol y actividades educativas para los niños de bajos recursos de Texas.
Su segunda organización fue creada en 2019. Con el Fondo solidario para refugiados detenidos, el uruguayo apoya a personas detenidas en centros de inmigración de ICE.
En 2020 Espina se graduó de la licenciatura en Ciencias Políticas, en el Vassar College. Actualmente, estudia Leyes en la Universidad de Nevada.
Por medio de las redes sociales Espina documenta su labor con los inmigrantes, y es en donde ha encontrado gran parte del apoyo con el que ahora cuenta. En Instagram tiene más de 200,000 seguidores, en Facebook más de 400,000, pero es en TikTok en donde el activista es más popular, con un aproximado de 3 millones de followers.
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