En la actualidad existen múltiples productos que son bajos en calorías y se denominan “light”, pues serían de utilidad para aquellas personas que quieren bajar de peso o llevar una vida más saludable, sin embargo, en muchas ocasiones podrían tener un efecto contrario.
Estos alimentos y bebidas tienen una reducción calórica en comparación con los productos originales y generalmente los componentes específicos que se cambian son los azúcares y grasas.
Para que un producto pueda ser considerado light, debe tener una reducción del 30% en la aportación de valor energético y esta información debe estar especificada en la etiqueta del producto, de acuerdo con el sitio La Opinión.
Cuando una persona consume habitualmente productos bajos en calorías, puede tener un desequilibrio nutricional, que podría llevar a un mal funcionamiento del organismo y varias enfermedades.
Esto ocurre porque en muchas ocasiones los productos que son bajos en grasas suelen tener un alto porcentaje de azúcar añadida y viceversa, con el fin de conservar el sabor.
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Uno de los mayores problemas para la salud que pueden traer estos productos es la tendencia a padecer sobrepeso y obesidad, pues las personas suelen comer más del doble de las porciones recomendadas por tratarse de productos bajos en calorías.
De acuerdo con la BBC, si un helado bajo en calorías contiene 3 gramos de grasa por porción, una persona puede llegar a consumir hasta tres porciones, ingiriendo en total 9 gramos de grasa y hasta 750 calorías.
El diario La Opinión publicó que los conservadores y aditivos que suelen incluirse en estos productos pueden afectar directamente el sistema digestivo y el tránsito intestinal.
Por si fuera poco, al ser alimentos procesados, suelen perder parte de su contenido nutricional, generando calorías vacías que afectan el rendimiento físico y mental, así como el estado de ánimo.
Los productos light señalan únicamente la reducción de valor calórico que contienen, que representa la cantidad de energía que aporta al cuerpo, pero no se refiere a la calidad nutricional de los alimentos.
La recomendación es leer muy bien las etiquetas de los productos y revisar los componentes nutricionales, además de tener un control sobre las porciones que se consumen de estos alimentos y bebidas.
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